En los últimos tiempos, algunas de las celebridades más importantes de Hollywood comenzaron a destacarse por involucrarse en causas que consideran justas. Desde Jane Fonda y George Clooney hasta Mark Ruffalo, Charlize Theron o Angelina Jolie, son varias las estrellas de primer nivel que no ocultan su posicionamiento en cuestiones relacionadas con el quehacer político y social estadounidense, y también sobre temas acuciantes de otros países del mundo. Por supuesto que sus decisiones despiertan tantas adhesiones como críticas, y en algunas posibilidades, terminan generándoles complicaciones. Eso le pasó este martes a Susan Sarandon.
La protagonista de Thelma y Louise es otra de las estrellas involucrada activamente en la defensa de los derechos humanos. Desde sus redes e incluso en cada una de las entrevistas que brinda, intenta generar conciencia sobre algún tema que la desvela. Una de esas opiniones, vertidas mientras se manifestaba a favor de un cese del fuego, redundaron en el despido de la actriz de una de las agencias de talentos a la que pertenecía, la United Talent Agency, con base en Beverly Hills, California.
“Hay muchas personas que tienen miedo, que tienen miedo de ser judíos en este momento… Y están experimentando lo que viven los hombres, las mujeres y los niños musulmanes en este país. Todas ellas son personas que están sujetas constantemente a la violencia”, expresó la actriz a la prensa, y recomendó a los manifestantes que conversaran con judíos estadounidenses, que no se sienten seguros en medio del aumento del antisemitismo en los Estados Unidos.
— Susan Sarandon (@SusanSarandon) November 19, 2023
Una de las primeras en reaccionar a sus dichos fue la periodista musulmana estadounidense Asra Nomani. En una extensa publicación en X, la red social anteriormente conocida como Twitter, escribió: “Por favor, no minimicen la experiencia de los judíos estadounidenses tratando de desinfectar el infierno que es para los musulmanes que viven en países musulmanes y vilipendiando a Estados Unidos, que ofrece libertad a musulmanes como y mi familia. Vayan y vivan como una mujer musulmana en un país musulmán. Volverán a los Estados Unidos y besarás la tierra bajo tus pies”.
Sarandon también fue objeto de críticas por compartir publicaciones que condenan los bombardeos de Israel a Palestina en X y por haber compartido publicaciones del músico británico Roger Waters, a quien se lo ha acusado de antisemitismo en el pasado.
La noticia de la decisión de UTA llegó a los medios en medios como un hecho más de la división que se vive entre las estrellas de Hollywood debido a la guerra entre el estado de Israel y Hamas, la organización política y paramilitar palestina. En septiembre, Maha Dakhil, agente de la Creative Artists Agency debió renunciar a la junta directiva de la empresa después de hacer comentarios controvertidos en las redes sociales sobre Israel. “Actualmente, estás aprendiendo quién apoya el genocidio, Esa es la línea para mí. ¿Qué es más desgarrador que presenciar un genocidio? Ser testigo de la negación de que esté ocurriendo un genocidio”, escribió.
Más tarde, Dakhil se disculpó y dijo: “Cometí un error al volver a publicar en mis historias de Instagram un texto que usaba un lenguaje hiriente. Como muchos de nosotros, me he sentido angustiada. Me enorgullezco de estar del lado de la humanidad y la paz. Estoy muy agradecida a los amigos y colegas judíos que me señalaron las implicaciones de mis palabras y me educaron más. Inmediatamente eliminé la publicación. Lamento el dolor que he causado”.
La agencia United Talent Agency, que es la que acaba de despedir a Sarandon, está dirigida por Jeremy Zimmer, hijo de la novelista Jill Schary Robinson y del corredor de bolsa Jon Zimmer, y nieto de la jefa del estudio Metro-Goldwyn-Mayer, Dore Schary. Sus padres ocuparon el puesto número ocho en la lista de Vanity Fair de 2017 de las “25 familias más importantes en la historia de Hollywood”. Zimmer, a su vez, ocupó el puesto 33 en la lista de 2017 de The Hollywood Reporter de las 100 “personas más poderosas del entretenimiento”.
Fuente: La Nación