Los hermanos Monica y Ross Geller, Rachel Green, Phoebe Buffay, Chandler Bing y Joey Tribbiani. Sin repetir y sin soplar, esos son los seis personajes centrales de Friends, la sitcom que le dio forma a la TV de fines del siglo XX, y que formaron parte de la educación sentimental de toda una generación. Esa que no veía series con la avidez de estos tiempos, pero que sí tenía la paciencia de esperar los episodios semanales; que en algunos casos toleraba con estoicismo el doblaje y que quería a cada uno de los integrantes del grupo de amigos viviendo en Nueva York como si los conociera, aunque no supiera de ellos más que lo que se veía en pantallas. A mitad de los años 90 –la serie se estrenó hace un cuarto de siglo, en 1996–, Google era apenas una idea a desarrollar por dos estudiantes de Stanford, y no había demasiadas opciones para obtener información sobre la serie que desde hoy será una de las joyas de la corona de HBO Max, la plataforma de streaming cuyo argumento de venta en la región se apoya fuertemente en la continua fascinación que provocan los seis parroquianos del café Central Perk.
La posibilidad de maratonear en la nueva plataforma las diez temporadas y los 235 episodios de la comedia, así como Friends: The Reunion –el flamante especial sobre el programa con la participación de sus protagonistas, creadores y fanáticos famosos– no solo renueva la magia eterna de esta ficción sino también el interés por el detrás de escena de un éxito que desafía el paso del tiempo y que ni siquiera sus responsables imaginaban que perduraría en el corazón de los espectadores. A continuación, diez razones por las que Friends sigue siendo la sitcom más popular del mundo.Ads by
1. Está basado en una amistad real. Marta Kauffman y David Crane se conocieron en la universidad de Brandeis, una exclusiva casa de altos estudios con especial énfasis en las artes. Una vez recibido y decidido a dedicarse a la escritura, el dúo se mudó a Nueva York en busca de trabajo y experiencias. Y fueron esos tiempos los que inspiraron la idea de la sitcom con la que pasarían a la historia de la TV norteamericana. “Es sobre ese momento en el que tenés veintipico y tus amigos son tu verdadera familia”, explicaba Crane cada vez que le preguntaban sobre la génesis de su proyecto con Kauffman. Un trabajo en equipo que asumió diferentes formas hasta llegar a ser lo que se vio en pantalla. Por ejemplo: la idea era en un principio que los protagonistas fueran Monica, Ross, Rachel y Joey, y que Phoebe y Chandler fueran apenas personajes secundarios. Esa versión de la comedia rápidamente quedó en el olvido, así como los primeros títulos que estuvieron en danza para el proyecto: Insomia Café, Friends Like Us y Six of One.
2. Ross fue muy difícil de encontrar (y aún más, lo fue convencer a David Schwimmer de volver a la TV). Con el proyecto en marcha, Kauffman y Crane se dedicaron a armar su elenco. Una tarea que probó ser mucho más difícil de lo que habían imaginado. El actor que tenían en mente cuando habían creado a Ross, David Schwimmer, había huido despavorido de Los Ángeles después de una cadena de personajes secundarios en series exitosas como Kevin, creciendo con amor y Se hará justicia (LA Law) que lo habían decepcionado con el mundo de la TV. “Había vuelto a Chicago y al teatro, y no quería saber nada con regresar. Le mandamos los guiones y creo que una canasta de regalo para convencerlo”, cuenta Kauffman en el especial sobre la forma en la que lograron que se sumara a la ficción.
El personaje de Phoebe también tiene una historia particular. En realidad, le debe su existencia en la serie a su gemela malvada, Ursula. Cuando el programa todavía se llamaba Friends Like Us, el personaje de Lisa Kudrow tenía estilo de chica gótica y la candidata más fuerte para interpretarlo era Janeane Garofalo, una de las comediantes más solicitadas de la generación X. Pero nadie estaba convencido con el personaje. Cuando mutó a la chica hippie y despistada del grupo, la actriz ideal para el papel no aparecía por ningún lado. Hasta que el marido de Crane, Jeffrey Klarik, uno de los guionistas y productores de la exitosa sitcom Mad About You, le sugirió que dejara de buscar porque Kudrow, la actriz que interpretaba a la extraña Ursula en esa comedia, era Phoebe. Y así fue. Esa cercanía familiar explica también la línea narrativa de Phoebe y su fría gemela Ursula.
El casting perfecto fue casi obra del destino (y los ratings). Para el papel de Rachel, los creadores de la serie querían a Courteney Cox, que ya era conocida por haber aparecido en un video de Bruce Springsteen (”Dancing in the Dark”) y en la comedia familiar Lazos familiares. El único impedimento era la propia Cox, que después de leer el guion estaba convencida que ella no era “una Rachel” sino “una Monica”. Superado el desacuerdo quedó vacante el puesto de Rachel, el personaje que más les costó encontrar en el prolongado casting del proyecto. “Fue la última que encontramos”, comenta Kauffman en la reunión. Y de paso da una suerte de lección sobre cómo funciona Hollywood. “Jennifer Aniston era perfecta para el papel pero ella actuaba en otra serie, así que no nos quedó otra que arriesgarnos y firmar un contrato de segunda opción. Es decir, si esa sitcom era cancelada, ella era nuestra”“, detallan los productores. Para alegría de todos, incluida Aniston, eso fue exactamente lo que sucedió. “Hubo una época, al principio de la producción de Friends en la que yo no podía formar parte de las fotos promocionales del programa. Tenía amigas que me llamaban para pedirme consejos sobre cómo interpretar a Rachel, porque seguían haciendo audiciones para encontrar a quien la encarnara si mi otro ciclo seguía en el aire y yo no podía encarnarla”, reveló la actriz en una entrevista.
3. El público amó la serie mucho antes que los críticos. Aunque ahora parezca increíble, las primeras reacciones de la crítica no fueron auspiciosas. En su reseña para Variety, el crítico Tony Scott escribió que, teniendo la ventaja de ser emitido en la franja horaria entre las exitosas Mad About You y Seinfeld, Friends debía ajustar sus guiones para hacerlos más graciosos. Además sugería que la historia del primer episodio pregonaba la promiscuidad y una apertura mental que bordeaba con la vacuidad. “No es un gran ejemplo para los jóvenes”, ponderaba la prestigiosa publicación especializada. El público, claro, no le prestó especial atención a las reseñas y empezó a seguir con interés la serie. Los productores ya habían sospechado que la popularidad estaba a la vuelta de la esquina cuando le sugirieron al elenco que antes de la emisión del primer capítulo se hicieran una escapada a Las Vegas para celebrar y experimentar el anonimato por última vez. Un optimismo que, según contó Kauffman el año pasado a la revista Rolling Stone, nació en el primer ensayo: “Cuando los tuvimos a los seis juntos en el estudio por primera vez y pasaron la letra de la escena inicial de la cafetería se me puso la piel de gallina. Pensé: ´esto es especial’. Algo con estos seis, con el guion, todo te hacía prestar atención. Un tiempo después, creo que hacia la segunda temporada, estaba caminando un día por la calle con mi campera que decía Friends y alguien me paró en la calle para preguntarme qué iba a pesar entre Ross y Rachel. De repente, todas las revistas tenían al elenco en tapa. Hasta mi rabino me preguntó por el programa y ahí estuve segura: habíamos creado un éxito”.
4. Una negociación solidaria del elenco hizo a todos millonarios. Cuando se trata de medir la repercusión que tuvo la serie en términos económicos algunas cifras dan cuenta del fenómeno. Por ejemplo: en las dos temporadas finales del programa, todos los protagonistas ganaban un millón de dólares por episodio. Un número que se había acrecentado año a año. Al comienzo cada uno había ganado más de medio millón por los primeros 24 episodios. Con el éxito, antes de comenzar la segunda temporada, había cierta disparidad en los sueldos de los actores, con Schwimmer y Aniston recibiendo un poco más que los demás debido al interés que había generado la historia de Ross y Rachel en el público, la prensa y los anunciantes. Sin embargo, esas diferencias no duraron mucho: a la hora de renegociar sus ingresos, a partir de la tercera temporada, el elenco negoció en grupo, algo que los ejecutivos de Warner querían evitar a toda costa y que sentaría precedente para futuros programas exitosos con grandes elencos protagónicos, como The Big Bang Theory. Así, en 2002 para las temporadas 9 y 10, Kudrow, Cox y Aniston se convirtieron en las actrices mejor pagadas de la historia de la TV hasta ese momento. Los sueldos millonarios parecen exorbitantes hasta que se toma en consideración el valor de la marca Friends: más de una década después, en 2019, Netflix habría pagado entre 80 y 100 millones de dólares a Warner, dueña del programa, para que permaneciera un año más en la plataforma, que finalmente dejó en 2020, para reaparecer ya de manera exclusiva en HBO Max.
5. Los sentimientos de Ross y Rachel traspasaron la ficción. Una de las revelaciones del especial que más llamó la atención fue la confesión de Schwimmer sobre su flechazo con Aniston al principio de las grabaciones de Friends. Una declaración que la actriz contestó con una propia: a ella le pasaba lo mismo con él. Y todos sus compañeros lo sabían. Ambos intérpretes aseguraron que nunca había pasado nada entre ellos fuera de las cámaras, aunque algunos todavía desconfían de que estuvieran diciendo la verdad. Por eso, invitada la semana pasada junto a Kudrow y Cox al popular programa radial de Howard Stern, Aniston volvió a afirmar que su romance nunca se consumó fuera de la pantalla. “Ambos estábamos en relaciones con otras personas. Y no hubiera funcionado entre nosotros. Lo bueno fue que los sentimientos que teníamos el uno por el otro los canalizamos a través de Rachel y Ross. Creo que esa es una de las razones por las que el vínculo de esos personajes impactó tanto en el público”, analizó. En esa charla también le tocó a Cox confesar que se había sentido dolida por ser la única integrante del elenco que nunca recibió una nominación al Emmy. “Aunque me alegraba por ellos, me lastimó y no puedo negarlo”, contó la actriz. Kudrow fue la que más nominaciones recibió del grupo, seis, y la que en 1998 inauguró el medallero cuando ganó la estatuilla a mejor actriz de reparto en comedia (Aniston consiguió cinco nominaciones y ganó en 2002). LeBlanc fue nominado en tres oportunidades como mejor actor de reparto en una comedia por Friends y años más tarde recibió cuatro más por su trabajo en la comedia británica Episodes. Schwimmer y Matthew Perry recibieron una nominación cada uno en el transcurso de las diez temporadas pero nunca ganaron el premio.
6. Hasta los actores invitados fueron memorables. A lo largo de las diez temporadas de la serie, la razón de ser y sentir de Friends fueron sus seis protagonistas. Sin embargo, muchos de los actores invitados lograron ganarse un lugar en el corazón de los espectadores que eran y siguen siendo los grandes protectores de los personajes centrales. Uno de los más queridos por los fanáticos es Hank Azaria, quien interpretó a David, el científico enamorado de Phoebe que debe dejarla cuando se muda a Minsk para continuar con su investigaciones. Azaria, famoso por ser uno de los intérpretes de voz de Los Simpson,había audicionado al comienzo del proyecto para el papel de Joey Tribbiani. Otra actriz que quedó afuera del elenco pero luego volvió al programa como invitada fue Jane Lynch, quien se había probado como Phoebe y en la última temporada apareció como la agente inmobiliaria de Monica y Chandler. El exitoso director Jon Favreau (Iron Man) fue uno de los candidatos para interpretar a Chandler y finalmente fue Peter Becker, el novio millonario de Monica obsesionado con la lucha libre.
Algo más particular fue el modo en el que Bruce Willis llegó a interpretar a Paul, el maniático novio de Rachel en la sexta temporada. Según cuenta la leyenda, cuando Willis estaba filmando con Perry la película Mi vecino, el asesino ambos actores hicieron una apuesta y como venganza por haberla perdido, Willis tuvo que sumarse al programa durante tres episodios. De todos modos, el ganador resultó Willis, que por su participación en el programa se llevó un Emmy al actor invitado. Lo mismo que le sucedió a Christina Applegate cuando interpretó a Amy, la hermana de Rachel (Reese Witherspoon completaba el trío de hermanas Green).
En el caso de la incorporación de Paul Rudd, después de que el actor aceptara reunirse con los productores y Kudrow para leer unas líneas del guion, todos se dieron cuenta de que nadie más que él podía encarnar al tierno Mike, la pareja perfecta para Phoebe.
Entre los cameos de actores con un solo episodio se destacaron estrellas como Julia Roberts y Brad Pitt –por entonces novia y marido de Perry y Aniston– mientras que John Benett Perry, el papá de Matthew, apareció en una escena como el padre de Joshua, el novio de Rachel que era interpretado por otra de las parejas de Aniston, Tate Donovan.
7. El público tuvo mucho que ver con qué historias de amor llegarían a buen puerto. Lejos de tener los guiones “de hierro”, Kauffman, Crane y su equipo de guionistas creían en ajustar los diálogos según las reacciones del público en vivo frente a los cuales se hacían las grabaciones de la serie. Según cuentan en el especial de reunión, uno de los cambios más rotundos de dirección generado por la respuesta de los espectadores fue la relación de Monica y Chandler. Originalmente, la idea era que tuvieran un romance de una noche antes de la boda de Ross en Londres y luego se arrepintieran. Pero el público fue tan entusiasta al descubrir a ambos juntos que decidieron explorar la posibilidad de que se enamoraran. “Nos hicieron dar cuenta de que teníamos que prestarle atención a lo que pasaba ahí”, explica Kauffman.
Los espectadores fueron responsables también de bajarle el pulgar al romance entre Rachel y Joey. El público detestó la idea y el elenco también. Leblanc relató en una nota con Vanity Fair que fue muy claro con su descontento: “Rachel tiene que estar con Ross”, les señaló a los guionistas, uniéndose a los millones de gritos anónimos que opinaban lo mismo (no había redes sociales por entonces). Corregido ese error, el actor aprovechó que el final de la serie estaba cerca para proponerles una línea argumental en la que Joey y Phoebe habían tenido sexo casual durante las diez temporadas. Hasta propusieron volver a filmar escenas históricas de la ficción desde esa perspectiva, pero los guionistas -según reveló Leblanc en la revista Entertainment Weekly- no estuvieron interesados. Tal vez estaban demasiado ocupados buscando el mejor final para Ross y Rachel. “En un momento pensamos que podría ser un final abierto, pero nos dimos cuenta de que el público había esperado diez años para verlos juntos y teníamos que encontrar la forma de contar esa unión de la mejor manera posible”, plantea Crane en el especial.
8. Los diálogos eran tan desopilantes como difíciles de recordar. Durante los años que Friends estuvo en pantalla, nadie pensaba demasiado en su proceso de producción. No eran tiempos en los que los espectadores tuvieran un amplio conocimiento sobre el detrás de escena de la industria de la TV. Los programas llegaban al mundo en latas pero el modo en que se hacían era un misterio para la mayoría. Ahora, claro, se sabe hasta qué tipo de lente usó el director de fotografía de una ficción finlandesa, pero Friends seguía guardando sus secretos hasta que el renovado furor de los últimos años los sacó a la luz. Así, en el especial con los seis actores reunidos en el reconstruido decorado del programa, Leblanc recordó que Cox solía escribir los parlamentos más largos de su personaje en la mesa del departamento de Monica o en las frutas puestas como decoración: cuando descubrió el truco, solía borrarle los machetes para hacerla enojar. Leblanc también reveló que la única vez que el elenco no se abrazó en bambalinas antes de comenzar a grabar, tuvo un accidente en el set y se dislocó un hombro. Nunca más volvieron a saltearse el ritual.
En el especial se hace especial énfasis en que Friends se grababa con público en el estudio y a cuatro cámaras, el planteo tradicional de las sitcoms desde la época de Yo quiero a Lucy. Por ello, las cámaras debían hacer una especie de coreografía planificada al milímetro para captar los movimientos de los personajes. Algo que Schwimmer llegó a aprender cuando terminó dirigiendo diez capítulos de la serie. Lo que no se cuenta allí es que había capítulos que se rodaban sin público, como cuando se grababan los episodios de final de temporada con alguna intriga. El más emblemático: el capítulo de la boda de Ross y Emily en Londres, en el que el personaje de Schwimmer nombraba a Rachel al momento de dar el sí. Y, según contó alguna vez Maggie Wheeler, la actriz que interpretaba a la vociferante Janice, para evitar que el público supiera antes de tiempo de la aparición de su personaje –quien se negaba a dejar el círculo de los amigos– los días que le tocaba grabar se mantenía escondida en su camarín hasta el momento de tener que hacer su escena.
9. Todavía sigue siendo fuente de competencias de trivia. Entre el merchandising del programa que se sigue vendiendo hace más de dos décadas, uno de los artículos más curiosos es la edición especial de Trivial Pursuit dedicado al programa. Cualquier fanático que se precie podría ganar una partida con datos peculiares como que Courteney Cox es dos años mayor que David Schwimmer (aunque en la serie interpretara a su hermana menor), o que el famoso sillón de los personajes en el Central Perk había sido rescatado de un depósito de los estudios Warner por los responsables de la escenografía del ciclo (que se filmó en el estudio 24 del complejo de Warner en Burbank, en las afueras de Los Ángeles, ahora conocido como “el estudio de Friends”). Y que allí se grabó también la apertura de la serie. Los expertos en la serie también sabrán que el perro blanco de cerámica que Joey compra con el dinero que cobra por su papel del doctor Drake Ramorey en la novela Days of Our Lives en realidad le pertenecía a Aniston. Había sido un regalo que le hizo un amigo cuando consiguió el trabajo en Friends. Y para sumar rarezas a la leyenda del programa, el comentado mono Marcel, al que Schwimmer recuerda con poco cariño en el especial, era interpretado por dos monos actores, Katie y Monkey, que también aparecieron en la serie 30 Rock y la película Todopoderoso.
Y quienes se consideran especialistas en Friends también se enteran allí que, aunque el decorado del Central Perk era uno de los favoritos del público, fue desarmado aun antes de terminar de grabar el último capítulo (incluida la máquina de café que jamás se puso en funcionamiento por ruidosa), para instalar allí el decorado de la escena del aeropuerto cuando Rachel se toma el avión a París.
10. El final de la serie fue emocionante para todos. En el momento en que los productores y el elenco decidieron que la serie terminaría con su décima temporada, se toparon con un problema: Aniston, con una carrera floreciente en el cine, sentía que ya no tenía mucho más que contar como Rachel y no estaba segura de querer seguir interpretándola. Para convencerla, según ella misma contó en su momento, los guionistas le propusieron reducir el número de episodios de la última temporada de 24 a 18, y ella aceptó. De hecho, fue la que más se emocionó en la última grabación. Como se ve en el material de archivo reunido en el especial, cuando terminaron el capítulo final, se armó una fiesta espontánea en el estudio en la que todos los integrantes de la producción y el elenco firmaron la parte de atrás de los decorados. Lo que nunca se vio fue que ese día Kudrow se llevó el jarro de galletitas del departamento de Monica y que Leblanc, que por el estrés del final había empezado a fumar de nuevo, se llevó en su bolsillo la pelotita del metegol del departamento de Joey y Chandler. El juego se había terminado.
Fuente: Natalia Trzenko, LA Nación