El Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires presentó una nota ante la Defensoría del Público de la Nación, respecto a la emisión de un capítulo de la nueva temporada de los dibujos animados Dragon Ball Super en el canal Cartoon Network LA (Latinoamérica) en el que detectó violencia simbólica.
Según se informó en un comunicado, el episodio, que se vio en las pantallas de la Argentina, reproducía el ejercicio de violencia sexual por parte de un mayor hacia una menor, en un contexto de aceptación social, en el que se naturalizaba la vulneración de una niña.
Estas representaciones, transmitidas en la pantalla de un canal que se ubica como la primera señal infantil de cable y alcanza a las y los niños de entre 4 a 11 años con cable (según datos IBOPE Media Argentina), configuraría un acontecimiento que las y los expone a la violencia simbólica.
La jovencita que será acosada por el anciano.
El comunicado detalló que «al tratarse de un canal instalado como referencia en contenidos destinados a la niñez y de gran alcance regional, no se realiza una supervisión exhaustiva por parte de las y los adultos a cargo, quienes depositan su confianza en los criterios de programación de los contenidos para esta franja etaria».
Por indicación de la ministra Estela Diaz, la subsecretaria de Políticas contra las Violencias Flavia Delmas y la directora provincial de Planificación y Gestión Comunicacional Lucía García Itzigsohn, manifestaron en el escrito la preocupación por la difusión de contenido no apto para el público infantil.
El Maestro Roshi, quien pide a un alumno que transforme a una mascota mágica «en una hermosa jovencita».
Qué se veía
En la transmisión a la que se hizo referencia, el personaje del Maestro Roshi, le pide a uno de sus alumnos que le permita utilizar los «servicios» de una de sus mascotas mágicas, la cual puede transformarse físicamente.
Allí le aclara que lo que quiere es «que se convierta en una hermosa jovencita». Y se justifica diciendo «mi punto débil son mis pensamientos pervertidos que deseo superar».
Woolong (el cerdo) cuenta que también sufrió abuso.
Mientras tanto, Woolong (un cerdo) hace un raconto de otras situaciones de abuso que sufrió por parte del hombre.
La Defensoría del Público recibió ésta y otras denuncias, a partir de las cuales estableció un diálogo con todos los actores para generar espacios de intercambio, reflexión, y propuestas de reparación simbólica de los derechos afectados.
En este marco, la Dirección de Análisis, Investigación y Monitoreo de este organismo analizó el capítulo objetado e identificó que contiene una escena de abuso y sometimiento por parte de un varón adulto mayor hacia una adolescente, que resulta sumamente inconveniente en relación con la problemática del abuso sexual en la niñez y adolescencia, ya que naturaliza el abuso, al volverlo parte del intercambio entre los personajes.
El maetsro Roshi, su alumno y la mascota mágica que se convertirá en la adolescente.
Desde la Defensoría consideraron que el capítulo vulnera los derechos de niñas, niños y adolescentes, y entra en conflicto con la normativa sobre la erradicación de la violencia por razones de género.
Según se informó, tanto desde Cartoon Network como desde Warnermedia se mostraron receptivos en relación a los señalamientos, manifestaron gran preocupación por la emisión del capítulo y reconocieron el error en la secuencia de programación ocurrido dentro de los procesos habituales que realiza la señal para evaluar la pertinencia y calidad de los contenidos a emitir.
Respuesta de la Provincia
Luego de que fuera levantada del aire, la ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense remarcó que ese no fue su pedido. «A mí tampoco me gusta que levanten la serie Dragon Ball Super de Cartoon Network. No fue nuestro pedido», remarcó en diálogo con el programa «Pasaron cosas» de Radio Con Vos.
«La escena es realmente una barbaridad y relato una situación de abuso. Nosotros pedimos que se avise que eran contenidos no aptos para niños», comentó Estela Díaz. Y agregó: «La alerta fue de padres que viendo con sus hijos los dibujos se encontraron con esta escena».
Fuente: Télam, Clarín