«He tenido la suerte de estar trabajando siempre y en general con obras que me gustan, que he elegido los personajes o las obras», afirmó Norma Aleandro en Teleshow. (Grosby)
1. Nació el 2 de mayo de 1936. Sus padres, Pedro Aleandro y María Luisa Robledo, y su hermana, María Vaner, también eran actores. Su tío, Pepe Aleandro, fue el célebre Payaso Pepino.
2. De madre española y padre de familia italiana, Norma nació en Buenos Aires porque sus padres llegaron, con su hermana mayor que acababa de nacer, huyendo de la Guerra Civil española.
3. Con tres años subió por primera vez a un escenario junto a sus padres, que sustituyeron con la niña a la actriz que debía hacer de su hija y que estaba enferma. “Nunca había visto una cosa tan rara”, dice: el ruido de los aplausos, “aquel salón lleno de sillas, eran las butacas”, contó para la agencia EFE.
4. Aleandro todavía recuerda la escena: “Mi mamá decía: ‘Aquí está tu hija’, pero mi padre le contestó: ‘Esa no es mi hija’, -yo que era la mimosa de mi papá-, y yo gritaba ‘Papá, papá, que soy yo’. Al final, moría mi madre en el escenario y yo creí que me iba a dar un infarto. Cogí pánico al teatro. Mirá cómo empecé. Y después me enamoró, quién iba a decir que luego sería mi vida”.
5. “El trabajo de mis padres incluía giras muy largas. Una vez se fueron por ejemplo durante todo un año a Chile y otros países de América. Pero a pesar de todo, mi hermana y yo teníamos una vida bastante normal. La abuela Pepita se encargaba de que conservásemos las rutinas. Pero al mismo tiempo que tenía ese orden, mi vida era muy diferente de la de otros chicos. En mi casa se reunían actores y directores de teatro que para mis compañeras eran muy famosos, y para mí solo eran los amigos de mis padres. En el comedor de casa me podía encontrar con Luis Sandrini, Lydia Lamaison, Elsa O’Connor…”, recordó en una entrevista para la revista Selecciones.
El padre de Norma Aleandro murió en 1985 poco tiempo después de que su hija recibiera el premio a mejor actriz en el Festival de Cannes por su trabajo en La historia oficial
6. En la infancia jugaba conLatinguia, Bisunci y El Soldado, sus tres amigos imaginarios.
7. A los siete años debutó en La pasión de Cristo, una representación que realizaban sus padres para la fecha de Corpus Christie. Su papá hacía de Jesús, su mamá de María y ella, de Ángel de la Anunciación.
8. Lo hizo hasta los 12 años. Sus papás la dejaban actuar porque era sacro y luego de eso se dedicaba al colegio durante todo el año. Era muy tímida e introvertida en lo que fuera ajeno a su familia, pero dentro de su casa era muy payasa.
9. Estudió en el Normal 9. Aunque era un colegio estatal tenían clase de religión. En ese momento a tres compañeras de la comunidad judía las echaban del salón y Norma, siendo católica, se iba con ellas porque le indignaba estar en una clase donde no las dejaran entrar.
10. “Era un colegio muy fascista y había un grupo de alumnas judías a las que hacían salir del aula en la clase de Religión, supuestamente para recibir clases de Moral en otro salón. Pero en realidad las tenían toda la hora sentadas en un aula, sin hacer nada. Entonces me rebelé y le dije a mi abuela que quería que me hiciera una autorización para ir a las clases de Moral junto con las chicas judías. Las autoridades del colegio, de mala gana, finalmente me permitieron ir y me aburrí tremendamente con mis compañeras en el aula vacía. Al final quedé libre y le dije a mi abuela que no quería ir más a la escuela, que prefería ser autodidacta, como ella. Así fue cómo comencé a estudiar por mi cuenta”.
Para vestirse, Norma Aleandro elige la ropa clásica “con buen corte y buenas telas. Que las pueda usar mucho tiempo y eso quiere decir muchos años”. Tampoco le gusta llevar joyas o bijouterie que llamen las atención “más que la persona” (Instagram)
11. De su infancia recuerda con cariño las colecciones de figuritas, el chocolate caliente, creer todo lo que decían los adultos, la certeza de que el bien siempre triunfa sobre el mal y la mirada de su abuela.
12. A los 12 años se presentó sola y sin que sus padres lo supieran para un papel en Radio del Estado. Ganó y a los tres meses de estar en la radio, la convocaron para actuar en un auto sacramental para representar en el teatro La Catedral, de La Plata. Ensayó un año para hacer solo dos funciones.
13. A los 14 años tomó clases con Simone Garma, una francesa que fue la primera que trajo ejercicios de improvisaciones del método Stanislavsky. Una vez la hizo subir para una improvisación y le preguntó: “¿Usted quiere ser actriz?”. Norma contesto: “Sí”. Su respuesta fue letal: “No sirve”.
14. “Yo era muy religiosa y entonces fui a la Iglesia de la Piedad, en la calle Bartolomé Mitre. Ahí estuve rezando y llorando delante del Cristo. Luego caminé unas diez cuadras hasta la Costanera Sur con la idea de tirarme al río. Cuando llegué, me paré sobre el borde de la costanera, pero no me animé a saltar. La vida me retuvo y no me tiré”, recordó en la revista Selecciones.
15. Norma decidió no contárselo a nadie. Se sintió dañada pero aún así decidió salir de ese pozo depresivo “Voy a ver si logro seguir engañando a todos. Voy a seguir trabajando como si sirviera para esto”. Y siguió.
Norma Aleandro en Almorzando con Mirtha Legrand, junto a Sergio Renan, Raffaella Carrà, Jorge Porcel y Chiquita
16. Estudió teatro en el Instituto de Arte Moderno. Era la alumna más joven: no había cumplido 15 años y todos sus compañeros superaban los 20. Luego hizo el Seminario Dramático en el Teatro Cervantes. Además tomó clases de baile y danzas clásicas.
17. En la década del 70 integró el grupo Gente de teatro, liderado por David Stivel. Ya se perfilaba como una actriz brillante.
18. Le gusta mucho dibujar, “algo que me entretiene horas y horas” y siente como “una descarga momentánea”.
19. Conoció a Alfredo Alcón cuando ella tenía 14 años y él, 20. Se hicieron amigos. Ya más grandes fueron pareja cuatro años, pero amigos toda la vida.
20. En la década del 70 trabajó en teleteatros diario y obras famosas comoCuatro mujeres para Adán, Gran teatro Universal yCosa Juzgada.
21. El 24 de marzo de 1976 con Federico Luppi protagonizaba Nosotros dos, bajo la dirección de Agustín Alezzo en el entonces Canal 11. El 24 de junio le pusieron una bomba lacrimógena en su casa.
Norma Aleandro junto a Graciela Borges. Ambas protagonizaron «El espejo de los otros» (Foto: Verónica Guerman / Teleshow)
22. En su casa le dejaron un mensaje: “Tiene 24 horas para abandonar el país”. “No militaba, de modo que para mí las bombas y las amenazas eran un riesgo imposible de calcular”. Se marchó a España, volvería cuatro años después.
23. Al llegar a España le preguntaron si quería ser exiliada política pero dijo que no. “Toda la gente del ERP y Montoneros se presentaban como exiliados políticos, con quienes nosotros estábamos en total desacuerdo. Nos quedamos completamente solos y España te tiraba a la frontera cuando se cumplían los plazos. Nos han maltratado mucho a todos los sudacas”.
24. Para conseguir cierta estabilidad tuvo que renunciar a la ciudadanía argentina, tomar la española y jurar por el Rey. Tardó tres horas en hacer un trámite que duraba diez minutos porque no podía parar de llorar. Al volver al país retomó la ciudadanía argentina.
«Cuando el director Luis Puenzo me propuso La historia oficial, yo ya había regresado de España y estábamos en el último año del gobierno militar. La primera escena que grabamos fue aquella en la que se ve la represión de una manifestación en Plaza de Mayo. Es una escena totalmente real. Las autoridades no sabían que estábamos filmando. Meses más tarde, cuando se enteraron de la película, empezaron las amenazas en la casa de Puenzo, donde se realizaba la filmación de interiores», recordó Norma Aleandro
25. Al volver, de la mano de Luis Puenzo, la convocaron para La historia oficial. Fue Alicia, la profesora de Historia que sospecha que su hija era apropiada.
26. La historia oficial fue su primer protagónico. Antes de eso los productores le decían “operate la nariz, operate la nariz”. “En ese entonces el modelo era el de caritas americanas. Y si no coincidías con ese modelo no filmabas protagónicos. Así de simple”.
27. Luego de ganar un Oscar con La historia oficial le llovieron propuestas para trabajar en el exterior. Estudió inglés y comenzó a “hacer cosas muy interesantes con gente muy interesante en los Estados Unidos”.
28. Compartió cartel con Liv Ullman en Gaby, con Lloyd Bridges en Cossins, fue dirigida por Joel Schumacher en Un toque de infidelidad y premiada por La señorita de Tacna, de Mario Vargas Llosa, que representó en un teatro de Nueva York.
29. En pleno éxito sintió que vivía en hoteles y colgada de aviones. Aunque seguía recibiendo propuestas decidió que solo trabajaría en la Argentina “con mi gente y en mi medio. Yo puedo estar en un bellísimo lugar, con todas las luces del mundo, pero si no me acompañan las personas que quiero, me aburro soberanamente”. Por esta razón rechazó un contrato de cinco años para grabar una miniserie de televisión en los Estados Unidos.
El 24 de marzo de 1986, La historia oficial protagonizada por Norma Aleandro se llevó un Oscar, el primero para la Argentina. Aleandro pensaba que la película tenía pocas chances: como la habían elegido para anunciar al ganador sería difícil llevarse la estatuilla. En la foto, junto al periodista Alberto Amato
30. Su ciudad favorita es Buenos Aires. “Es como el amor: uno no se pregunta demasiado qué virtudes tiene la persona de la cual se enamora”.
31. No le gusta el fútbol.
32. Le encanta la comida japonesa, la descubrió en un viaje a Japón. También la atrapó la comida tailandesa pero de todo lo que probó destaca unos gusanos que comió en México, “una comida precolombiana riquísima”. Probó víbora y le fascinó y desde chica come caracoles. “Me gustan las comidas de sabores diferentes. Si está bien cocinada no tengo prejuicios”.
33. Para aceptar un trabajo en cine primero tiene que sabe con quién se hace la película, cuál es el tema y cómo está tratado a lo largo de todo el texto, y no solo por su personaje. También se fija con quién trabajará, no por una cuestión de egos “sino porque de ese modo se garantiza cierta calidad actoral”.
34. Curiosa, le interesa el estudio de las religiones comparadas, la antropología, la física matemática y la pintura.
En La historia oficial» Norma Aleandro encarnaba a una profesora; Héctor Alterio, a su marido
35. Hacer humor es lo que más le gusta pero la mayoría de las veces la convocaron para papeles dramáticos.
36. Para trabajar prefiere el cine y el teatro a la televisión, porque “la tele te consume la vida y el tiempo entero. Grabar todo el día no es para mí”.
37. Mira las películas donde actuó una sola vez y jamás las vuelve a ver. Excepto La historia oficial porque a todos los eventos o festivales al que iba invitada se la pasaban.
38. En las entrevistas siempre fue reacia a mostrar su intimidad. “Una cosa es compartir con el público y la prensa algo sagrado: la actuación. Y otra compartir los afectos y la vida, que también son sagrados, pero privados”.
Norma Aleandro y Alfredo Alcón protagonizaron Escenas de la vida conyugal. Ella cuenta que él fue su primer novio. Terminaron cuando Alcón partió a trabajar a España
39. Asegura que una de las cosas que más la divierte es pensar.
40. Además de actriz es guionista, dramaturga, directora teatral y poeta.
41. En un tiempo tomó clases de yoga y artes marciales.
42. Los que trabajaron con Norma aseguran que es una persona divertida con una capacidad única de adecuarse a situaciones diversas pero que cuando se trata de trabajar es rigurosa e implacable.
El pasatiempo favorito de Norma Aleandro para un día de lluvia es leer mucho, especialmente novelas
43. Sus personajes históricos favoritos son Buda y Cristo porque “uno y otro contribuyeron a algo tan fundamental como es el cambio de mentalidades”.
44. Asegura que el principal rasgo de su carácter es “el buen humor”.
45. Le hubiera gustado ser antropóloga.
46. Aunque de chica sus padres la mandaron a aprender inglés, solía ratearse y no aprendió nada. Pero antes de la entrega de los Oscar realizó un curso de tres meses en Nueva York y cinco horas diarias para aprender el idioma. Logró hablarlo perfectamente.
47. Cuando estrenaron La historia oficial en Japón recibió una invitación para visitar el país. La rechazó porque quería estar en el nacimiento de Iván, su nieto. Por el mismo motivo no fue a una nueva entrega de los Oscar para los que estaba invitada. “Quería estar al lado de mi hijo. Ningún éxito te puede hacer cambiar los valores de toda la vida”.
Norma Aleandro junto a su nieto, Iván Ferrigno. «Ese chico me lleva de la nariz», escribió en su Twiter (Foto Verónica Guerman / Teleshow)
48. De las figuras internacionales que conoció una de las que más la impactó fue Barbra Streisand. “La conocí en la casa de Jane Fonda. Personalmente y con cara lavada es más linda que en el cine. No es nada superficial, es culta y vive interesada por las cosas latinoamericanas”.
49. Define a Eduardo La Poole, su pareja hace 50 años, como “el gran amor de mi vida”. Fueron amigos durante varios años antes de ser pareja. Cuando le preguntan a La Poole qué es lo que le gusta de Norma responde: “Lo que más me gusta de ella es… ella”.
50. Aunque odia discutir, si ve que la causa es justa “avanzo como un ciclón”.
51. En su camarín no pueden faltar un aromatizador ambiental, agua mineral, fotos de familiares y amigos, y los regalos que le dejan sus seguidores, desde tarjetas hasta ositos de peluche.
Norma Aleandro lleva cincuenta años de pareja con Eduardo La Poole. «Nos queremos, si no, ya no estaríamos juntos. No se hace nada, si hay que hacer algo, mejor separate. Si hay que hacer mucho esfuerzo, es porque la cosa no va. Nos queremos mucho y nos divertimos juntos, nos hemos divertido siempre», contó en Teleshow
52. Detesta los cuestionarios y las palabras cruzadas.
53. Optimista, “nunca estuve de acuerdo con Discépolo en eso de creer que el mundo fue y será un porquería”.
54. A la hora de juntarse con amigos prefiere cualquier lugar siempre y cuando no sea ruidoso.
55. “Me da mucha alegría ir por la calle y que alguien diga: ′Te vi’, con una felicidad como de un familiar. Eso es lo que más alegrías me ha dado mi trabajo, además del hecho de hacerlo. Esa respuesta tan profunda y tan íntima como si nos conociéramos. Es que ellos me conocen, claro. En el momento en que me saludan, me hablan y me cuentan, me da una sensación de familiaridad, me hace muy feliz estar en mi tierra y con mi gente. Es el premio más lindo que tengo”. (Infobae).
Norma Aleandro asegura que su sueño pendiente es «hacer con sencillez el trabajo y que salga bien»
Fuente: Infobae