Estos días se cumplen 50 años del estreno de ‘El Padrino’, que igual no es la mejor película de la historia pero tampoco es peor que ninguna otra. Su director, Francis Ford Coppola, siempre fue un genio soñador, como Preston Tucker. Si hay que arruinarse, que sea a lo grande. El cineasta olvidado por los estudios pondrá 120 millones de dólares de su bolsillo, unos 106 millones de euros, para darse el capricho de dirigir por fin ‘Megalópolis’, una película que escribió a principios de los 80. Oscar Isaac, Forest Whitaker y Cate Blanchett se perfilan como protagonistas.
El proyecto lleva dando vueltas desde entonces, sin que nadie se haya atrevido a producirlo. «Sé que cuanto más personal sea y más se parezca a mi sueño, más difícil será financiarlo», admite el director de ‘Drácula de Bram Stoker’.
¿De qué va ‘Megalópolis’? Transcurre en una versión utópica de la ciudad de Nueva York llamada Nueva Roma y cuenta «una historia de amor que es también una investigación filosófica de la naturaleza del hombre».
No es tanto dinero
Coppola tiene 82 años y ha acumulado el dinero necesario gracias a sus negocios en el mundo del vino y los hoteles, más que con el cine. Él quita importancia a la cifra: «No es que 120 millones de dólares sea todo lo que tengo. He legado mucho a mis hijos, pero lo más grande que les dejé es su saber hacer y su talento. Ellos no van a tener ningún problema. Son todos son muy capaces. Y les queda Inglenook –la bodega famliar– libre de deudas». Por otro lado, no le preocupa repetir la experiencia de ‘Corazonada’ en 1981, que lo llevó a declararse en bancarrota. «No podría importarme menos. El resultado económico no significa nada para mí», asegura ahora, pero en aquellos años la experiencia fue «traumática». «Estuve deprimido, desconsolado, avergonzado porque mi mujer no tenía crédito en las tiendas. Sentí que había caído en desgracia, que era un fracaso».
En su entrevista con Zach Baron en ‘GQ’, Coppola no puede ser más claro: «Estás conociendo a un tipo que puede decirte honestamente que mi motivo para hacer lo que hice en la vida no fue nunca ganar mucho dinero. Irónicamente, hice lo que quise y también gané mucho dinero». También cuenta que los principales ejecutivos de Hollywood reaccionaron a su presentación de ‘Megalópolis’ de la misma manera que hicieron cuando les contó que quería hacer ‘Apocalypse Now’ en los 70.
Aquellos fueron los años dorados de Francis Ford: después de ganar en 1970 el Oscar al mejor guion por ‘Patton’, Coppola dirigió del tirón ‘El Padrino’, ‘La conversación’ y’ Apocalypse Now’. Si se hubiera retirado entonces, todavía sería recordado.
La verdadera ruina del cineasta
Pero la película que lo arruinó en realidad, confiesa Coppola, fue ‘El Padrino’, porque su éxito fue tan grande que todo lo que hacía después era comparado con la adaptación de la novela de Mario Puzo. A los 36 años ya tenía 5 Oscar y un listón imposible de superar.
Coppola sueña con que ‘Megalópolis’ se parezca a ‘¡Qué bello es vivir!’ y se convierta en otra película que hay que ver una vez al año. Después de mil vueltas y recuerdos, en los que dirige la entrevista como si fuera una de sus películas, el maestro accede por fin a contar algo más concreto sobre su próxima película: «Una mujer está dividida entre su lealtad a dos hombres, cada uno con un principio filosófico. Uno es su padre, quien la crio, quien le enseñó latín tiene una visión más clásica de la sociedad, el tipo de visión de Marco Aurelio. La otra persona es su amante, enemigo de su padre y que piensa en el futuro. Es una persona mucho más progresista».
Pese a todo, no ofrece una descripción en tres líneas, de las que tanto gustan a los ejecutivos de Hollywood. Coppola confiesa que, si hubiera limitado a hacer 15 películas sobre la mafia «sería muy rico», pero probablemente no sabría tanto como sabe. «Aún soy rico y he aprendido mucho más», afirma feliz. La muerte tampoco le asusta. Tenía un tío que vivió 102 años y seguía escribiendo óperas y leyendo en francés a Proust. A él le quedan 20 años de productividad, diez como mínimo, y no piensa estarse quieto.
Fuente: ABC