Una noticia muy triste sacudió hoy al mundo del espectáculo. Con 67 años, Bruce Willis se retira de la actuación, debido a sus problemas de salud. El intérprete, en efecto, sufre de afasia, una enfermedad que afecta sus habilidades cognitivas, y su capacidad de expresarse, desde el lenguaje verbal y físico.
Para recordar, por sui hicera falta, que siempre será una de las mayores estrellas de Hollywood, repasamos algunos de sus roles más emblemáticos, a lo largo de diez films que siempre vale la pena ver y volver a ver.
Duro de matar (1988)
Imposible no comenzar un recorrido por la obra de Willis, sin destacar aDuro de matar. Luego de ganar fama en televisión con Luz de luna, y de cometer algunos pasos en falsos en el cine, esta película lo convirtió en una verdadera estrella de la pantalla grande. Nadie confiaba en que Bruce, más asociado a la comedia romántica, fuera capaz de convertirse en un héroe de acción. No era musculoso, ya lucía entradas y estaba muy lejos de ser un tipo recio. Pero nada de eso le impidió hacer de John McClane uno de los mayores íconos del cine. De alguna manera, Willis envejeció a la par de este personaje, y con el correr de las décadas lo interpretó cuatro veces más. El policía testarudo y el actor se parecían cada vez más, y se revelaban como figuras de la vieja escuela, cuyos métodos aún funcionaban en épocas 2.0. Duro de matar se conserva como una pieza imprescindible, inoxidable, y clave para comprender el cine de acción de ese período. Disponible en Star+.
El último boy scout (1991)
Era cuestión de tiempo que Willis protagonizara alguna buddy movie, o sea, historias centradas en algún tipo de pareja que debe aprender a trabajar en conjunto. Y luego de Hudson Hawk (una comedia de aventuras enorme), el actor se metió en este policial denso, en el que hizo dupla con Damon Wayans. Aquí Willis interpreta a un personaje heredero de la tradición noir, un detective miserable, taciturno, cuya vida íntima y profesional solo parece ir cuesta abajo. Hasta que la posibilidad de resolver un violento asesinato, le significa una inesperada vía de redención. Disponible en HBO Max.
La muerte le sienta bien (1992)
Para la generación VHS, había un sinfín de títulos que eran de alquiler obligatorio. Propuestas que formaban a su alrededor un culto, incluso antes de que se popularizara esa práctica. Y si bien Bruce Willis estaba en muchos de esos films, La muerte le sienta bien sin lugar a dudas era una de las piezas más importantes, para aquellos que querían descubrirlo en el marco de una comedia absurda. En esta historia, él compone a un extravagante cirujano plástico, que termina involucrado en la guerra entre dos divas, interpretadas por Goldie Hawn y Meryl Streep. Obsesionadas con preservar su juventud, las mujeres beben un elixir que las hace inmortales, aunque sufran cualquier tipo de mutilación. Robert Zemeckis dirige aquí una comedia que va mucho más allá del humor negro, y en la que Willis confirma su habilidad natural para el humor, incluso jugándole de igual a igual a íconos como Streep y Hawn.Disponible en HBO Max.
Tiempos violentos (1994)
Una pieza ineludible, una película imposible de esquivar para cualquiera que empiece a formar su paladar cinéfilo. Destacar a Willis en este film es una obviedad (es que su carrera, esta repleta de largometrajes que hay que ver), porque su composición como el boxeador Butch, es uno de sus trabajos más significativos. Una vez más, Bruce se sumerge en mundos rotos, y bebe de púgiles a la Jack London, e interpreta a uno de esos boxeadores abatidos, cuyo destino en la vida se resuelve en base a su personalidad arriba del cuadrilátero. Butch es un hombre perseguido por el peso de sus decisiones, dueño de una nobleza inesperada, en el marco de una galería de personajes dedicados a evaluar si quieren o no, romper sus propios códigos éticos. Disponible en HBO Max y en cines.
Entre dos fuegos (1996)
Puede que esta sea una de las películas mal llamadas menores del actor, sin embargo, Entre dos fuegos es uno de sus mejores trabajos. Dirigida por Walter Hill (razón suficiente para figurar en este listado), este pieza adapta Yojiimbo, el clásico de Akira Kurosawa. En esta versión, Willis encarna a John Smith, un hombre que durante la época de la Ley seca, pone en práctica una peligrosa estrategia para sacar provecho de la rivalidad entre la mafia italiana y la irlandesa. Desde luego que ese juego a dos puntas terminará por salirle demasiado caro, debiendo buscar la forma de escapar entero de esa situación. Entre dos fuegos es un brillante cruce entre western y cine de gánsgters, que prueba la versatilidad y el carisma de Willis, al momento de cargar sobre sus hombros el peso de un proyecto. Disponible en HBO Max.
Armageddon (1998)
No importa que sea cursi, no importa que muestre sus hilos todo el tiempo ni que apele a varios de los momentos más forzadamente patriotas del cine catástrofe, porque a fin de cuentas, Bruce Willis alcanza para que en este largometraje funcione incluso el peor de los trucos. La historia es conocida: un meteorito se acerca a la Tierra y amenaza con destruirla, por ese motivo, hacia allí va Harry Stamper, un perforador y curiosamente el hombre mejor preparado del planeta para evitar el apocalipsis. Pero ese verosímil atado con alambre, se consolida gracias al carisma de Willis. Armageddon no es una obra maestra, desde luego, pero irónicamente, es una de las mejores películas del actor, simplemente porque aquí todo está en función de su encanto en pantalla. Y puede que por eso su final, sea inesperadamente emotivo. Disponible en Star+.
Sexto sentido (1999)
Otro título, aunque obvio, imposible de no incorporar en un listado con las mejores películas de Willis. Sexto sentido era un film del que nadie esperaba nada, y al momento de su estreno,su director M. Night Shyamalan era prácticamente un desconocido. Pero este largometraje fue un éxito rotundo, que más allá de su sabida vuelta de tuerca, mostraba al intérprete sumergido en una historia muy atípica al resto de su filmografía. En la cáscara, Sexto sentido era un thriller sobrenatural, pero la calidez de Willis y su dinámica con el pequeño Haley Joel Osment, la convirtió en una pieza de una gran emotividad, que aún perdura. Disponible en Star +.
El chico (2000)
Luego de Sexto sentido, Willis protagonizó otro relato en el que tuvo como coprotagonista a un niño. En este título producido por Disney, Bruce compuso a un amargo asesor de imagen, que inexplicablemente se encuentra con una versión de él mismo, cuando tenía ocho años. Entre ambos se produce un inevitable contrapunto, pero poco a poco el hombre comienza a redescubrir a través del pequeño, dolores de un infancia que no fue del todo perfecta. Como sucede con Armageddon, El chico no es una gran obra, pero permite descubrir la versatilidad de Willis en un relato familiar, un rubro que no abundó en su carrera. Y la trama avanza, y Bruce conmueve en ese retrato de un profesional frío que paulatinamente recupera una humanidad perdida. Sin lugar a dudas, este es un título ideal para que los más pequeños de la casa descubran a Bruce Willis (antes de mostrarles Duro de matar, claro está). Disponible en Disney+.
16 calles (2006)
Este es uno de los grandes largometrajes del actor. Pocos directores supieron capitalizar el talento de Willis, cuando entró en sus cincuentas. Y si bien su presencia en cámara no perdía potencia, los buenos proyectos comenzaron a espaciarse. Pero este policial de Richard Donner, capturó la esencia de un Willis crepuscular, encarnando a un hombre derrotado. La sencillez de la premisa, con un policía que debe escoltar a un detenido a lo largo de varias cuadras, se convierte en un relato apasionante, de personajes finamente delineados. 16 calles es uno de sus trabajos más sólidos, y una película que, de forma violenta, se revela como una carta de amor a una forma extinta de comprender el cine. Disponible en Paramount+.
Glass (2019)
Cuando las películas de superhéroes estaban lejos de ser moda, Willis protagonizó El protegido, un film que reflexionaba con madurez sobre la tragedia implícita de un hombre que se reconoce dueño de un súper poder. Veinte años después, el director M. Night Shyamalan retomó a los protagonistas de esa historia, para un nuevo proyecto que servía como secuela de ese film, y de Split. El resultado, aunque desparejo por momentos, se justificó por la alegría que significó, el reencontrarse con ese atormentado héroe interpretado por Willis, en uno de sus últimos personajes emblemáticos. Disponible en Star+.
Fuente: Martín Fernández Cruz, La Nación