La actriz italiana Gina Lollobrigida, de 95 años, ha decidido volver a probar suerte en la política y se presentará como candidata al Senado en las próximas elecciones generales que se celebrarán en el país transalpino el 25 de septiembre. La diva ha asegurado que se ha lanzado a enfrascarse en esta aventura electoral porque está cansada de contemplar cómo “los políticos discuten entre ellos sin llegar nunca a ningún lado”. “Mientras tenga energía, la utilizo para cosas importantes, especialmente para mi país”, ha explicado.
La estrella del cine, que ha anunciado su candidatura apenas un mes después de su nonagésimo quinto cumpleaños, concurrirá con una nueva lista electoral, denominada Italia Soberana y Popular, que aglutina a varias pequeñas formaciones como el Partido Comunista, Acción Civil o Patria Socialista. Su ideología es, entre otras, antisistema, comunista y euroescéptica. Los líderes del experimento político son Marco Rizzo, secretario del Partido Comunista y Antonio Ingroia, un controvertido antiguo juez italiano, que también es el abogado personal de Lollobrigida. La asiste en la guerra judicial que la actriz de éxito internacional tiene abierta con su único hijo, Milko Skofic, y su nieto, Dimitri, por la gestión de su fortuna. Ambos acusan al secretario personal de la diva, Andrea Piazzolla, de 34 años, de dilapidar su patrimonio aprovechándose de su avanzada edad y de su estado psicológico. Además, los familiares llevan años tratando de inhabilitar a la estrella del cine por ceder gran parte de sus propiedades a su asistente. El joven, tal y como pedían los parientes de la artista y la fiscalía de Roma, está siendo juzgado por derrochar el patrimonio de la diva.
En todos estos años de batallas en los juzgados, Lollobridiga siempre se ha defendido alegando que se encuentra “completamente lúcida”, para saber qué hacer con sus bienes. En medio del cruce de acusaciones, un juez ordenó hace un par de años que el patrimonio de la actriz fuera gestionado por un administrador especial hasta que se resolviera el contencioso. Actualmente, el abogado Ingroia está tratando de devolver a la actriz las riendas de la plena gestión de su ingente fortuna. Aunque, por ahora, la justicia no le ha dado la razón y ha desestimado sus recursos.
Ha sido él precisamente el que ha propuesto a la multipremiada actriz participar en esta andanza política. Asegura que es una prueba de su lucidez mental. “Esta candidatura no debe parecer anómala porque Lollobrigida está, independientemente de algunas medidas judiciales que ya hemos impugnado, perfectamente lúcida”, ha declarado Ingroia a los medios. Y ha agregado: “En su lucidez siempre ha sido una embajadora de Italia en el mundo, de la paz. Y puesto que nosotros, como Italia Soberana Popular, tenemos nuestro propio programa político destinado a reafirmar la soberanía nacional, creemos que ella puede representar bien esta imagen de una Italia que quiere volver a estar por encima del resto, soberana y no sometida. Hay cuestiones de las que ella es testigo directo, como la justicia, o la situación de los ancianos”.
Lollobrigida, en una entrevista con el diario Il Corriere della Sera, ha explicado que ha decidido dar este paso político porque está “cansada de oír a los políticos discutir entre ellos sin llegar nunca a ningún lado”. Y ha prometido que si resulta elegida luchará “para que el pueblo decida, desde la sanidad hasta la justicia”. “Italia está mal, quiero hacer algo bueno y positivo”, ha lanzado. También ha señalado que su inspiración es el considerado padre fundador de la India, Mahatma Gandhi, “por su forma de hacer las cosas”, y por su doctrina de la no violencia. Y ha revelado su cercanía con Indira Gandhi, primera ministra india que fue asesinada en 1984, hija de Jawaharlal Nehru, el primer jefe de Gobierno de la India independiente. “La veía cada vez que venía a Roma. Era una mujer extraordinaria”, ha dicho.
Teniendo en cuenta que la formación por la que concurre Lollobrigida es nueva, que aglutina a pequeños partidos que si no consiguen el 3% de los votos no podrán entrar en el Parlamento y atendiendo a la ley electoral actualmente vigente, hay pocas probabilidades de que resulte elegida senadora. Su candidatura parece, más bien, un golpe de efecto para dar a conocer el nuevo partido.
La carrera de Lollobrigida no solo se ha reducido a la pequeña y gran pantalla, sino que también se ha dedicado a la fotografía y a la escultura. Además, para la polifacética diva, esta no es su primera aventura política. Tras retirarse del mundo del cine en 1997, Gina Lollobrigida decidió cambiar de tercio y presentarse en 1999 a las elecciones Europeas con los demócratas de Romano Prodi. Pese a su fama y a ser todo un mito vivo del cine europeo, la actriz no obtuvo los votos suficientes —se quedó en unos 10.000— para representar a Italia en el Parlamento Europeo. Se tuvo que conformar con ser nombrada Embajadora de Buena Voluntad por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, más conocida por el acrónimo FAO. “Fue una experiencia, en la vida se puede perder y se puede ganar”, ha señalado recientemente al respecto.
Su abogado ha explicado que la actriz, debido a su edad, aunque se encuentra bien, no participará personalmente en los mítines de la campaña electoral, sino que se limitará a enviar comunicados y mensajes en vídeo.
Fuente: El País