Dónde se encuentra la calle que homenajea a “Doña Petrona”, la gran cocinera argentina que recibía 400 cartas por día

Petrona Carrizo de Gandulfo es todo un símbolo de la ‘cocina en vivo’ y, desde el año pasado, una iniciativa barrial logró que una calle lleve su nombre

Solo el 6% de las calles porteñas llevan nombres de mujeres, y la mitad de los barrios de la Ciudad de Buenos Aires carecen totalmente de ellas, asegura Felipe Pigna en las páginas de Calles: para perderse y encontrarse en la historia argentina, publicado en 2022. Los resultados de un estudio realizado por Lucía Cavalo, socióloga enfocada en la subrepresentación de las mujeres en el espacio urbano, son (todavía) menos alentadores y concluyen que apenas el 3% de los caminos –que incluyen calles, avenidas y senderos– tienen nombres femeninos. Los varones se quedan con el 61%; los lugares con 16%; el 5% es para la naturaleza y un 4% lo conforman ‘otros’.

Cómo surgió la calle en homenaje a Doña Petrona
Cómo surgió la calle en homenaje a Doña Petrona

Las heroínas y sus calles

Gracias a una ordenanza del año 1893, las primeras mujeres en darle su nombre a una calle fueron heroínas de la independencia hispanoamericana como Juana Azurduy de Padilla, Manuela Pedraza y Policarpa Salvatierra. Con el tiempo, de manera espaciada, se sumaron nombres como Eva Perón, María Teresa Ferrari, Alfonsina Storni, Manuela Hurtado, Alicia Moreau de Justo, Azucena Villaflor, Azucena Butteler, Eva Estela Carrizo, Matilde Isabel González y Carola Elena Lorenzini; una gran mayoría en el joven barrio de Puerto Madero –creado en 1995–, donde casi todas las calles tienen nombres femeninos: una propuesta de Leticia Maronese, quien fuera directora general de la Comisión de Cultura y coordinadora de la Comisión de Nomenclatura Urbana del Concejo Deliberante porteño.

“Cada calle tiene una historia, cada historia una calle”, dice Pigna, pero hay que tener en cuenta que no existe una ley nacional que decide sobre estos nombramientos porque las calles dependen de cada municipio. Es tarea de los Consejos Deliberantes o Legislaturas de cada localidad, y muchas veces de los propios vecinos, que pueden presentar sus iniciativas o votar a un favorito. Es el caso del pasaje peatonal Petrona Carrizo de Gandulfo, que bordea las vías del Tren de la Costa y conecta las calles Ricardo Gutiérrez y Wineberg, a metros de la estación Borges, en la localidad norteña de Olivos, donde la gran cocinera argentina pasó gran parte de su vida.

La calle de “Doña Petrona”

La calle del partido de Vicente López era la única sin nombre, hasta que Nicolás Ciciliani, un vecino de la localidad, decidió impulsar esta iniciativa desde su cuenta de Instagram, @rinconesdeolivos: un sitio que recorre la historia, los paisajes y los rincones más pintorescos de Olivos, sus callecitas y límites geográficos. Fue él quien presentó la idea de que los olivenses eligieran el nombre del pasaje (a través de la red social) ante las autoridades del municipio, el Concejo Deliberante y la mismísima intendenta, Soledad Martínez. La selección final quedó en manos de unos 2000 usuarios que debieron optar entre cuatro figuras reconocidas del barrio: el actor y comediante Juan Carlos Altavista; la médica y fundadora del Partido Feminista Nacional Julieta Lanteri; el Padre Pablo Tissera y Petrona Carrizo.

En una votación “muy pareja”, donde no había un candidato favorito, según contó el propio Ciciliani, Doña Petrona salió victoriosa, bautizando una de las pocas calles con nomenclatura femenina de la zona, y agregando una nueva capa de reconocimiento retroactivo para las grandes mujeres de la historia y la cultura argentinas. “Creo que en esa elección final entró a jugar la memoria afectiva. Hay mucha gente que cocina con sus recetas, o lo hacía su mamá o su abuela. También sus libros van pasando de generación en generación y eso, para mí, influyó en el por qué la eligieron a Petrona”, contó el promotor del proyecto a un medio local, cuando el sábado 9 de septiembre de 2023 se realizó el acto inaugural oficial, encabezado por la intendenta Martínez, la nieta de Doña Petrona, Marcela Massut, y los vecinos que hoy disfrutan de un pasaje peatonal con mejoras y un mural que lo recorre de punta a punta, cortesía del programa Viví Arte.

El cartel que da nombre al pasaje en homenaje a Doña Petrona
El cartel que da nombre al pasaje en homenaje a Doña Petrona

“El sueño se convirtió en realidad. Un sueño que dejó de ser solo mío y pasó a ser compartido por cientos de vecinos que participaron, de alguna u otra forma, para hacerlo posible”, declaró el entusiasta Nicolás, orgulloso de este pequeño gran logro que ya forma parte de la historia del barrio, unida a la de la pionera gastronómica.

La primera ‘influencer’ de la cocina

Antes de que existieran los canales de cocina que transmiten durante 24 horas, incluso mucho antes de los ‘influencers gastronómicos’ que hoy desbordan las redes sociales con sus creaciones instagrameables, Petrona Carrizo de Gandulfo ya sumaba miles de fans desde la pantalla chica con Buenas tardes, mucho gusto, programa que se mantuvo al aire por más de dos décadas. Pero ese no fue el comienzo culinario de Doña Petrona, una verdadera pionera santiagueña que aprendió a cocinar gracias a su mamá Clementina, aunque nunca ambicionó (ni imaginó) lo que el destino le tenía preparado, incluida una vocación que llegó por casualidad.

En el piso de Sábados Circulares, Pipo Mancera entrevistando a Petrona C. de Gandulfo ("doña Petrona") y a su fiel asistente Juanita
En el piso de Sábados Circulares, Pipo Mancera entrevistando a Petrona C. de Gandulfo («doña Petrona») y a su fiel asistente Juanita

Petrona nació en La Banda, a las afueras de Santiago del Estero, el 29 de junio de 1896, siendo la penúltima de siete hijos. Tras la muerte de su papá, su mamá instaló a la familia en la capital provinciana donde abrió una pensión, mismo lugar donde la pequeña dio sus primeros pasos en la cocina, ayudando a preparar las comidas de los huéspedes. Carrizo huyó de su caso a los 15 años, cuando su madre intentó casarla con un militar, y encaró para una estancia de Aguirre, donde trabajó a la par de los peones. Ahí conoció a Atilio Gandulfo, el administrador del lugar, treinta años mayor que ella. Se casaron cuando Petrona cumplió los 16 años y se mudaron a Buenos Aires para cambiar de vida.

Como el sueldo de Atilio en las oficinas del Correo Argentino no alcanzaba, Petrona aportaba lo suyo como costurera, hasta que se le presentó una gran oportunidad: trabajar en la Compañía Primitiva de Gas como ‘demostradora’ de las nuevas cocinas a gas que, por aquella época, eran el artefacto doméstico más demandado en los hogares argentinos. Petrona acompañaba la enseñanza con recetas ricas y fáciles que, a la larga, se convirtieron en las verdaderas protagonistas de sus clases, y en el puntapié para su carrera como cocinera profesional, además de escritora, empresaria y ecónoma.

Doña Petrona y su asistente Juanita
Doña Petrona y su asistente Juanita

Petrona C. nunca dejo de perfeccionarse ni de crear platos nuevos, sofisticados o accesibles, según fuera la ocasión. “Quiero ayudar, de todo corazón, a las amas de casa, porque las sé deseosas siempre de brindar en sus hogares lo más exquisito que puedan ellas hacer para sus seres queridos”, escribió en el prólogo de El libro de doña Petrona editado en 1933: una enciclopedia de cocina con más de 500 páginas y 1500 recetas, secretos culinarios, consejos para la mujer moderna y hasta una sección dedicada a la mujer que trabaja y cuida de su hogar. Un clásico argentino que superó las cien ediciones y los tres millones de ejemplares en ventas, y fue traducido a varios idiomas, incluido el ruso.

Doña Petrona en Buenas Tardes, Mucho Gusto, con Ana María Baldi, Maricarmen y Mercedes Vitón de Doblas
Doña Petrona en Buenas Tardes, Mucho Gusto, con Ana María Baldi, Maricarmen y Mercedes Vitón de Doblas

Petrona y Juanita

El talento de Petrona aterrizó en los medios de comunicación, primero en radio Argentina, en Excelsior y radio El Mundo, para luego saltar a la TV. Su trayectoria en la pantalla chica comenzó en 1952 en el programa Variedades hogareñas del viejo Canal 7, pero la fama llegó en 1960 cuando se incorporó al staff de Buenas tardes, mucho gusto, junto a su inseparable asistente –y ama de casa– Juana ‘Juanita’ Bordoy; todo un sinónimo de las ayudantes de cocina. Doña Petrona fue una pionera de las preparaciones en vivo y llegó a recibir unas 400 cartas por día de sus admiradoras, con las que mantenía una relación especial a través de la pantalla.

Doña Petrona cocinó por más de dos décadas en televisión, por Canal 7, junto a su asistente Juanita
Doña Petrona cocinó por más de dos décadas en televisión, por Canal 7, junto a su asistente JuanitaArchivo

Fue la inspiración de varias generaciones de cocineras y ecónomas como Marta Baines, Choly Berreteaga, Diana Boudourian, Emy de Molina, María Adela Baldi, Chichita de Erquiaga, Mariana Rodríguez Vimo, Chola Ferrer y Blanca Cotta; y jamás abandonó sus pequeños placeres: un whisky on the rocks por las tardes, acompañado por un cigarro puro. Se volvió a casar en la década del cuarenta, tuvo un hijo (Marcelo Francisco Gandulfo) y pasó sus últimos momentos de vida junto a Juanita hasta que falleció el 6 de febrero de 1992 en su casa de Olivos, barrio que la gurda en la memoria con el pasaje que hoy lleva su nombre.

Fuente: La Nación, Jessica Blady