El árbol de Navidad principal, confeccionado con 15 mil botellas de plástico, necesitó ser armado con la ayuda de una grúa. Se incendió, pero quieren reconstruirlo
Cada diciembre, el pueblo misionero de Capioví se transforma en un escenario navideño vibrante y lleno de vida gracias al esfuerzo colectivo de sus vecinos. La tradición, que comenzó como un modesto proyecto de catequesis familiar en 2009, evolucionó hasta convertirse en una de las celebraciones más esperadas del año en la zona. Esto le valió la distinción del “pueblo más navideño de Argentina”, donde su decoración, compuesta por árboles de Navidad, figuras gigantes de Papá Noel, arreglos florales y luces LED, atrae a miles de turistas.
En la última edición de la celebración, el diseño de la ornamentación general y el árbol principal estuvieron a cargo de la artista Úrsula Kleiner. “Los adornos tienen un profundo significado. Las velas simbolizan la paz, la luz y la vida espiritual en este mundo revuelto, mientras que las mariposas monarcas representan la perseverancia, la transformación y la renovación”, explicó Kleiner antes de encender sus luces, el pasado 30 de noviembre, en la Plaza de Los Pioneros.
La estructura de 14 metros de altura, elaborada con aproximadamente 15.000 botellas plásticas recicladas, bolsas de leche en polvo y focos LED en desuso, representa no solo la esencia de las fiestas en el pueblo, sino también el esfuerzo colectivo y la promoción de la sustentabilidad que caracterizan a esta tradición desde hace 16 años.
El 30 de comenzó la celebración con la presentación del árbol de Navidad de Capioví. Por la madrugada, se prendió fuego a raíz de un cortocircuito. Hoy, toda la comunidad trabaja contrarreloj para tener un árbol renovado antes de las fiestas
Su instalación no fue tarea fácil, ya que el árbol fue creciendo en tamaño con los años y actualmente está compuesto por cuatro partes. Por eso, tuvo que ser armado con la ayuda de grúas y máquinas especiales. “Fue trabajo arduo, pero valió la pena por el significado que tiene para nuestra comunidad”, afirmó Kleiner.
La Parroquia San Luis Gonzaga, en el corazón de Capioví, es el punto de partida de la celebración. Sus alrededores se llenan de color y magia gracias a la dedicación de niños, jóvenes, adultos y -principalmente- personas mayores de 60 años, que trabajaron arduamente para darle forma a este esperado evento.
Cabe recordar que toda la decoración tiene un aliado fundamental: las botellas de plástico. Gracias a ellas, los organizadores desplegaron toda su creatividad y con la ayuda de los voluntarios las transformaron en ángeles, estrellas, arbolitos, mariposas, arreglos florales y pesebres.
“La decoración no es solo una cuestión estética, sino un reflejo de los valores que mantienen unidos a los vecinos», dijo Carolina Silva Ramos, directora de Turismo de Capioví
Con el correr de los años, la decoración fue abarcando distintos sectores del pueblo. En 2010, por ejemplo, se extendió por toda la avenida San Luis Gonzaga y la plaza principal, donde se montó un árbol de Navidad de apenas 10 metros de altura.
En 2012, debido a tanta repercusión a nivel provincial, se creó un grupo llamado “Decoración Navideña en Capioví”, al que le asignaron un lugar exclusivo para fabricar los adornos con el apoyo del Instituto Nuestra Señora de Itatí y la Municipalidad de Capioví.
A partir de 2013, los adornos se volvieron más espectaculares. Se incorporó un trineo de Santa Claus -construido con 13 mil botellas de plástico- acompañado de renos de tamaño real, que se convirtió en el centro de atracción de la festividad. Ese mismo año, las farolas de la Ruta Nacional 12 y los edificios más emblemáticos del pueblo, como el hospital, la sede de la policía y la del municipio, también se iluminaron a todo color.
En esta época del año, la calles, edificios, parques y plazoletas de Capioví permanecen decoradas con figuras gigantes, arreglos florales y luces LED
Entre 2014 y 2019, la atmósfera navideña se apropió de nuevos rincones del pueblo. Se colocaron regalos gigantes sobre la ruta, se construyó un tren decorado y se diseñaron rosetones y esferas enormes que adornaron las plazas y las avenidas. Si bien el uso de las botellas continuó siendo clave, se incorporaron otros materiales reciclados, como tapas de bidones, lo que le dio un toque único y original a cada pieza.
Entre las innovaciones se destacan el pesebre tradicional con figuras de la sagrada familia, una oveja decorada con más de 16.000 argollas de desodorante, más de 30 casas de madera hechas con tapitas y la figura de Papá Noel de 4 metros con luces LED, que hoy puede ser vista desde varios kilómetros de distancia.
“La decoración no es solo una cuestión estética, sino un reflejo de los valores que mantienen unidos a los vecinos. Y la reutilización de materiales reciclados promueve una conciencia ecológica que se transmite a las nuevas generaciones”, dijo a Infobae Carolina Silva Ramos, directora de Turismo de Capioví.
Capioví ha sido designado como el pueblo argentino más navideño
Cada año el pueblo se enriquece con nuevas ideas y materiales con un mismo objetivo: crear un ambiente de alegría y esperanza para todos los habitantes de Capioví. En la actualidad, los adornos tradicionales se mezclan con cupcakes iluminados, coronas de adviento, flores como la estrella federal y mariposas. Todos esto se despliega por los alrededores del pueblo, incluyendo la rotonda, los parques y la terminal de micros, mientras que las veladas navideñas y la feria de artesanos se convierten en una cita obligada para los habitantes y visitantes de Capioví.
Más allá del clima festivo que se vive en esta época, la funcionaria municipal contó que el domingo pasado un cortocircuito en el sistema de luces prendió fuego el árbol durante la madrugada. “Las llamas comenzaron en la mitad del árbol y se propagaron rápidamente debido a los materiales inflamables que lo componían”, se lamentó Ramos, quien al mismo tiempo destacó que más de 5.000 personas asistieron a la inauguración.
Candelabros con arreglos florales y figuras del pesebre decoran las plazas del pueblo
Ahora, en el lugar donde se erigía el árbol, se instaló una decoración simbólica con flores blancas y mariposas monarca -elegidas como temática central del árbol este año-.
“Lo que pasó con el árbol es lo que sucede en la vida misma. Si uno se cae, se vuelve a levantar. Obvio que duele lo ocurrido porque sabemos el entusiasmo que le puso la comunidad a este festejo. Hay que tratar de continuar”, afirmó la directora de Turismo, quien además contó que ya se puso en marcha un operativo provincial para volver a armar el árbol.
Las figuras con forma de ángeles y osos también están presentes por distintos rincones de Capioví
“La iniciativa involucra a escuelas técnicas y colaboradores que llegan desde Posadas y otras localidades. Aunque se espera que la nueva estructura sea más sencilla que la original, el objetivo principal es mantener vivo el espíritu de unión y celebración”, enfatizó Ramos.
A pesar del percance, Capioví sigue decorado. Y mientras los espectáculos artísticos navideños continuarán hasta fin de año cada sábado y domingo, aportando alegría y esperanza a la comunidad. Sus habitantes, orgullosos de la tradición, trabajan contrarreloj para que el pueblo vuelva a brillar con un árbol renovado.
Fuente: Infobae