Las señales de alerta incluyen dificultad para hablar y entender lo que otros están diciendo, problemas para ver en uno o ambos ojos, parálisis o entumecimiento de la cara o la pierna, dolor de cabeza repentino, entre otros.
Estos síntomas son los que se incluyen en el test rápido, ya que son fáciles de detectar y reconocer. El paciente solo tiene que responder un sencillo test en caso de estar padeciendo alguna de las señales de alerta.
Cada 40 segundos, algún argentino sufre un ACV, nadie está exento. Si bien existen factores que pueden aumentar los riesgos, todos pueden padecerlo. Es importante poder reconocer los síntomas y así actuar de forma rápida y segura.
“Durante un ataque cerebral perdemos 2.000.000 de neuronas por minuto. Cada uno cuenta, ya que, mientras más velozmente se actúe, los riesgos se minimizan.” Afirma el Dr. Pedro Lylyk, titular de ENERI y Clínica La Sagrada Familia y autor de este proyecto.
El Ataque Cerebrovascular es la principal causa de discapacidad en el mundo. Cuanto más tiempo se demore en tratarlo, mayores serán los riesgos de daño cerebral y discapacidad. Es importante no esperar a ver si los síntomas desaparecen y poder actuar de inmediato.
Los tratamientos avanzados y la rehabilitación permiten que muchos pacientes regresen a sus hogares y a sus familias. Estos incluyen la administración de anticoagulantes, asistencia hospitalaria, rehabilitación y, en casos excepcionales, cirugía.
Pero el mejor tratamiento para el ataque cerebrovascular es la prevención. Si conocemos los síntomas de alerta y controlamos los factores de riesgo, tales como el hábito de fumar cigarrillos o tabaco, la hipertensión arterial, la diabetes y la enfermedad cardiovascular, es posible reducir el riesgo de sufrirlo.
Cuanto antes se actúe, menor es la posibilidad de tener consecuencias permanentes y minimizar las secuelas. Cada minuto cuenta, es importante actuar con rapidez.