DOC Buenos Aires se enfoca en el cine de lo real y la producción nacional

La 24° edición de la muestra internacional no solo proyecta nuevas producciones, sino que también rinde homenaje a figuras emblemáticas del cine documental y resalta sus aportes en tiempos desafiantes.

Buenos Aires recibe la vigésimo cuarta edición de la Muestra Internacional de Cine Documental DOC Buenos Aires, que se lleva a cabo entre el 20 y el 25 de agosto. Este año, el festival hace una fuerte apuesta por el cine argentino, con una programación donde el 90% de las películas serán producciones nacionales y destacará una notable presencia de directoras mujeres.

«Todo Documento de Civilización», de Tatiana Mazú González

Entre la selección de filmes, destaca Todo documento de civilización de Tatiana Mazú González como la película de apertura. Esta obra, al igual que muchas otras presentadas en el festival, se enmarca dentro de un esfuerzo por reivindicar el cine nacional en un contexto de crisis económica y disminución de apoyos a la producción local. El cruce de avenidas que marca la frontera entre la ciudad de Buenos Aires y su conurbano se convierte cada noche en el escenario de miles de historias humanas. Trabajadores que regresan a casa, estudiantes que se dirigen a sus clases y vendedores ambulantes que buscan ganarse el sustento diario, forman parte de este paisaje cotidiano. Entre los colectivos, semáforos y propaganda electoral, se entrelazan realidades diversas. Pero detrás de esta aparente normalidad, se oculta una historia de lucha y dolor: la desaparición de Luciano Arruga hace quince años a manos del Estado.

El documental Todo documento de civilización explora este contexto y su impacto desde una mirada crítica. La película se desarrolla en este cruce de avenidas y utiliza la disonancia entre la rutina diaria y el relato desgarrador de una madre que perdió a su hijo como herramienta narrativa. La voz de esta madre, que lucha por justicia, se contrapone a la indiferencia del paisaje urbano, repleto de asfalto, hormigón y carteles oxidados.

Carmen Guarini, directora del festival

En palabras de Carmen Guarini, su directora: “Seguimos insistiendo en una curaduría que ejerza su derecho a demostrar que un cine que amalgama lenguaje y realidad, es la mejor defensa ante cualquier ataque a la cultura”.

En la primera categoría, Cineastas del mundo, se exhibirán películas que exploran temas diversos a través de diferentes lentes. Desde RumaniaRadu Jude presentará dos trabajos: Sueño #2 (Sleep #2) y Ocho postales (Opt ilustrate din lumea ideală), esta última codirigida con Christian Ferencz-Flatz. Por su parte, Angela Ricci Lucchi y Yervant Gianikian exhibirán Frente al Guernica de Italia, mientras que Louis Fried de Alemania presentará Hammerbrooks blues. Desde México, Gal. S Castellanos nos trae Mi pecho está lleno de centellas.

En la categoría Cinefilia y Realidad, el festival se centrará principalmente en producciones argentinas que reflejan una mezcla de introspección y observación de la vida cotidiana. Algunas de las obras destacadas incluyen El pensamiento analógico de Paulo PécoraRolle de Tomás Guarnaccia y Las Ausencias de Juan José Gorasurreta. Además, se proyectará La amante de la luz, dirigida por Lucía Torres Minoldo y que fue realizada en 2014.

Por otro lado, la categoría Nuestra realidad no es un espectáculo aborda temas más urgentes y críticos, a menudo reflejando la tensión y el conflicto inherentes en la sociedad. En esta sección, César González presenta dos películas: Al Borde y Ulises plebeyoMarcelo Cugliari trae El enojo del río UruguayLaura BasombríoLas Almas; Natalia FerreyraLa hora del loboManuel EmbalseLas ruinas nuevasSofía BordenavePas Crever; y Melina TerribiliRecuerda. Además, la programación incluye colaboraciones internacionales como Tempus fugit, una coproducción entre Argentina y España dirigida por Luciana Terribili, y otros trabajos como Tú me abrasas de Matías Piñeiro y Una temporada en la frontera de Ile Dell Unti.

Tráiler de «El pensamiento analógico», de Paulo Pécora

“Esta edición del DOC Buenos Aires está centrada, primero, en disputar el rígido concepto que supone un espectador invariable que solamente ve lo que el mercado celebra cuantitativamente y, en segundo lugar, en contrarrestar los efectos de ese silogismo reduccionista que impide la evolución pluralista de nuestra cinematografía. Por esa razón, la mayoría de las películas que exhibiremos serán argentinas”, comentó Roger Koza, director artístico del festival.

El DOC Buenos Aires también celebrará un homenaje a Edgardo Cozarinsky con la proyección del film La guerra de un solo hombre (1982) y realizará una retrospectiva de la obra de José Luis García, incluyendo su más reciente producción Fuck You!, el último show y películas como Cándido López: El campo de batalla (2005)Los Hinchas(1990) o La chica del sur(2012).

Gustavo Fontán recibirá el Premio a la Trayectoria. El reconocimiento se otorga por primera vez en la historia de la muestra y estará acompañado por el estreno mundial de su nueva película, Los ríos. La película abre con una imagen potente: un hombre golpea la puerta de una casa, y, cuando el dueño pregunta qué necesita, el visitante se limita a mirarlo con ojos grandes y alucinados, sin decir una palabra. Este silencio marca el punto de partida de una exploración profunda y poética sobre la memoria y los elementos naturales que componen la vida humana. La película se adentra en temas de aislamiento y transformación a través de la metáfora del río, destacando momentos de profunda quietud y otros de agitación, casi como en un sueño febril.

Edgardo Cozarinsky será homenajeado (Sutton Hibbert/Shutterstock) Edgardo Cozarinsky será homenajeado (Sutton Hibbert/Shutterstock)

Según la organización del festival, esta edición tiene como objetivo “disputar el rígido concepto que supone un espectador invariable que solamente ve lo que el mercado celebra cuantitativamente”. Esta declaración subraya la misión del DOC Buenos Aires de presentar una cinematografía que amalgama lenguaje y realidad, a pesar de las políticas actuales del INCAA que priorizan películas “bien recibidas por el público en general”, tal como lo expresó el organismo en uno de sus anuncios recientes.

El evento también contará con varias actividades paralelas, tanto presenciales como online. Entre ellas, destaca el diálogo “El archivo y el presente” entre Yervant Gianikian y Radu Jude, moderado por Roger Koza, quien subraya que esta edición está diseñada para “contrarrestar los efectos de ese silogismo reduccionista que impide la evolución pluralista de nuestra cinematografía”.

El festival cerrará con la proyección de La transformación del Canuto de Ariel Kuaray Ortega y Ernesto de Carvalho, una película que explora la mítica transformación en jaguar de un hombre en una comunidad mbya-guaraní en Brasil. Esta obra, junto a muchas otras presentadas, refleja el esfuerzo del festival por incluir producciones que, “cuando no son de nuestro país, proponen una mirada y una sensibilidad que están a tono con las elegidas vernáculas”.

«Fuck You! El Último Show», De José Luis García

Entre los títulos argentinos destacados, se incluyen Tú me abrasas de Matías Piñeiro, y Pas Crever dirigido por Sofía Bordenave. Estas películas, junto con otras como El enojo del río Uruguay de Marcelo Cugliari y Las ruinas nuevas de Manuel Embalse, ejemplifican el vigor y la resistencia del cine nacional ante la adversidad.

El festival no solo se centra en las proyecciones. Habrá varios diálogos y debates, incluyendo uno entre César González y Tatiana Mazú González bajo la moderación de Roger Koza. Estos espacios buscan profundizar en las problemáticas contemporáneas del cine documental con un enfoque crítico y reflexivo. “La lucha por un cine diverso y resistente continúa”, afirma Roger Koza, y el DOC Buenos Aires 2024 es una prueba de ello.

El DOC Buenos Aires se ha consolidado como una ventana que registra las diversas transformaciones en la práctica del cine documental y su relación con la realidad. Este festival, conocido oficialmente como la Muestra Internacional de Cine Documental, intenta operar como un “sismógrafo imaginario” que capta las mutaciones constantes en el cine de lo real, especialmente aquellas vinculadas a la progresiva digitalización de la imagen.

En los inicios del siglo XX, el documental se encontraba en un proceso de mutación significativo debido a la transición de la imagen analógica a la digital. Este cambio no solo modificó las formas de producción y exhibición, sino también las poéticas y la relación de la imagen con la verdad. Fue en este contexto que surgió la necesidad de festivales como el DOC Buenos Aires para seguir de cerca este devenir y prestar atención a los nuevos dilemas impuestos por estos cambios tecnológicos.

Tráiler de «Al borde», de César González y Futurock

El festival ha tenido como objetivo fundamental no dejar de lado las obras y los autores que han construido la tradición del cine de lo real, sino al contrario, integrarlos con nuevos creadores que dialogan con estos grandes maestros. El propósito es claro: elegir películas que estén en consonancia con las incógnitas surgidas de los cambios en el registro y montaje digitales. La organización enfatiza que estos cambios han generado nuevas formas de entender la relación entre estética y realidad en el cine documental.

La programación del festival busca encontrar un equilibrio entre el legado histórico del documental tradicional y las innovaciones contemporáneas. Esto incluye producciones de cineastas emergentes que están explorando y empujando los límites del género, utilizando nuevas tecnologías y técnicas para contar historias reales de maneras innovadoras. La política de programación del festival se centra en este diálogo constante entre lo nuevo y lo tradicional.

*Los horarios y sedes específicas de cada función pueden chequearse en la web de DOC Buenos Aires y en sus redes sociales.

Fuente: Infobae.