El monasterio Benedictino de Los Toldos: recibe visitantes para vivir con los monjes y vende quesos que son un éxito

Fundado por monjes benedictinos en 1948, es un clásico para visitar en el centro de la provincia de Buenos Aires.

Mamerto Menapace y los quesos del Monasterio de Los Toldos. IG Quesos Abadía de Los Toldos

El monasterio recibe visitantes todo el año.
El monasterio recibe visitantes todo el año.Gentileza Monasterio de Los Toldos

Benito se llamaba el italiano que a los 20 años abrazó el credo de la penitencia y la oración. Después de haberse propagado su fama como santo, decidió construir un monasterio en lo alto de una colina; lo hizo a mitad camino entre Roma y Nápoles, en el año 529. Allí redactó la Regla que habría de regir en sus monasterios: una existencia simple basada en la discreción. Para el día a día, asignó unas cuatro horas dedicadas a la liturgia y de seis a ocho horas al trabajo manual. “Ora et labora” es el lema de los benedictinos. Y mucho de eso se respira en el Monasterio de Los Toldos, que está al oeste de la provincia de Buenos Aires y a 350 kilómetros de Capital Federal.

En el monasterio hay espacio para la oración.
En el monasterio hay espacio para la oración.Estrella Herrera

En la localidad de Los Toldos, el monasterio recibe visitantes dispuestos a vivir una experiencia distinta a todo, que promueve el silencio y la reflexión. Entre árboles y en un entorno sumamente calmo, tienen un servicio de Hospedería, para vivir una experiencia espiritual. En ese marco, aclaran que el monasterio “no es un hotel, ni una casa de retiros, ni una clínica… Es sólo un lugar en donde se busca a Dios”. Reciben en habitaciones individuales con baño privado, ofrecen pensión completa y el tiempo de permanencia es de no más de seis días. “Los monjes no predican ejercicios, ni dan charlas. Pero sí atienden espiritualmente a las personas que lo pidan”, apuntan en la web de la institución, que –también aclaran– se reserva el derecho de admisión. Las misas y los espacios de oración tienen horarios pre estipulados, y la participación es totalmente optativa. Entre los monjes se encuentra el célebre, Mamerto Menapace, escritor, promotor de la cultura gaucha y referente de los principios benedictinos.

Hay variedad de tamaños y tipos de quesos.
Hay variedad de tamaños y tipos de quesos.IG Quesos Abadía de Los Toldos

La historia del lugar dice que la vida monástica que la orden religiosa de San Benito inauguró en la pampa húmeda, cuenta con la guía eterna del santo en cuestión y la compañía protectora de una antigua Virgen negra, traída del monasterio de Einsiedeln (Suiza) en 1948 por los 12 monjes que hasta aquí llegaron. El color negro tiene una historia. En sus principios, la representación de la madre María era blanca, pero fue oscureciéndose por el humo de las velas y las lámparas; luego pasó que, durante la invasión de las tropas francesas al territorio helvético (1798), esta figura santa y sus joyas fueron robadas; por suerte, habían hurtado una falsa virgen: alertados en Einsiedeln de la llegada de los franceses, la Virgen auténtica quedó a salvo y reemplazada por una que no era. Tras el largo exilio, su reaparición evidenció un gran deterioro y se decidió restaurarla; quedó impecable, y con los lucidos tonos de origen, pero los fieles se negaron a aceptarla porque en la versión tiznada reconocían a su verdadera Virgen, o sea que hubo que devolverle la oscuridad perdida y la pintaron de negro.

La capilla es sobria y acogedora.
La capilla es sobria y acogedora.Gentileza Monasterio de Los Toldos

Como buenos suizos, los monjes se aplicaron a la elaboración de quesos; influenciados por los colonos holandeses que se habían radicado en la zona prácticamente al mismo tiempo, los monjes modificaron la fórmula de los vecinos e hicieron de la artesanía de orígenes bíblicos una disciplina que les permitió, y les permite, producir y vender. Con leche del tambo propio, libre de brucelosis y tuberculosis, esta comunidad de benedictinos se aplica a la elaboración de quesos de pasta semidura y dura de diferentes tipos –gouda, sardo, cremoso– y hormas, bajo estrictas normas de calidad e higiene. Están a la venta y bien merecen una escapada, gratificante por partida doble: volver a casa con una nutrida provisión de esta especialidad láctea y el espíritu purificado.

Datos útiles

Monasterio de Los Toldos. En el partido de General Viamonte, desde la localidad de Los Toldos al monasterio -y su alojamiento- hay 20 kilómetros. El local de venta de quesos está a 600 metros del monasterio, sobre la ruta. Hay otro negocio en el centro de la ciudad (San Martín 353). RP 65, km 148. T: +54 9 11 64282468.

Fuente: La Nación