Natalia Pochulu -más conocida como Nati Bravo– tiene 46 años y es hija del locutor Fernando Bravo y la cantante Silvana Di Lorenzo. En la actualidad sigue los pasos de sus padres y así lo dejó en claro en su perfil oficial, donde muestra parte de su talento musical, al mismo tiempo que tiene un vínculo directo con la espiritualidad y el coaching.
Natalia se crió entre los medios de comunicación y la música, algo que nutrió su conocimiento en el tema para desarrollarse como profesional en ese ámbito y hasta darlo a conocer en particulares apariciones públicas junto a su padre.
De este modo, la hija mayor de Silvana y Fernando apuntó su carrera como cantante de música country-folk y al mismo tiempo expandió sus horizontes como tarotista y coach holística. Desde pequeña que tiene un gusto por las melodías y al crecer escuchando a su madre, de tanto en tanto ella practicaba frente al espejo como una artista de rango internacional.
Con el paso del tiempo y luego de su paso por un grupo coral, se animó a probar otros géneros, como el rock y el pop. Desde su cuenta de Instagram a menudo suele publicar algunos reels sobre temas conocidos (y otros no tantos).
Fuera de la fama que supo tener Silvana, como cantautora ítalo-argentina, también separó su camino artístico y se dedicó al cuidado de sus hijos, algo que también destacó en la biografía de la red social antes mencionada. Es madre de Santiago y Sofía, fruto de su relación con Adrián Noriega.
En 2013, eligió crecer en el ámbito de la música y lanzó su propio disco. Su rostro es idéntico al de Fernando (son dos gotas de agua) pero en cuanto a lo vocal se diferencia del locutor e iguala a Silvana en el registro. Su inspiración para cada una de las letras que escribe son las diferentes situaciones de la vida. Incluso, su familia se convirtió en musa y en el cumpleaños 80 de su padre le dedicó una canción frente a todos sus parientes.
La última aparición en la televisión argentina de Natalia se dio en el contexto de la visita de Fernando al programa Los Mammones (América) cuatro años atrás. Allí cantó con su padre y habló de su vínculo con él. En cuanto a su madre, a ella la visita de tanto en tanto, debido a que se instaló en Miami, Estados Unidos, hace siete años, sitio en donde inició una nueva vida.
En una entrevista que ofreció años atrás, contó que sus padres la enviaron desde pequeña a clases de canto para incentivarla a seguir con el camino de Silvana. Según reveló, fue a Collegium Musicum y a los 12 años su profesor fue el que la empujó a cantar. A partir de ello, “descubrió” su voz y se animó a participar de los actos escolares. Eso la ayudó a darse cuenta de que realmente le gustaba y “apasionaba”. Además, complementó esa disciplina con el teatro.
Según aclaró en una oportunidad, sus canciones se basan en la mirada de una mujer que es madre y que lucha por cumplir sus sueños en un entorno que no siempre es fácil. Sobre sus temas, en el canal de YouTube es posible encontrar parte de su discografía y nuevos lanzamientos.
Fuente: La Nación