El animal muestra evidencias de haber sido carneado hace unos 21.000 años por un grupo de seres humanos. «Serían las primeras evidencias de humanos en Argentina y el Cono Sur de Sudamérica», agregó el paleontólogo De los Reyes.
Los restos del gliptodonte, perteneciente al género Neoesclerocalyptus, un antiguo pariente de las mulitas y peludos actuales que se extinguió hace 10.000 años, mostraban marcas de cortes que seguían patrones como los observados en los huesos de animales consumidos por cazadores recolectores en la antigüedad.
«Las marcas que encontramos en principio son marcas lineales sin ninguna otra especificación. Análisis más detallados nos permitieron determinar que eran marcas de cortes y los únicos que pudieron hacerlas son los seres humanos«, dijo Mariano del Papa, licenciado en antropología biológica y primer autor de la investigación publicada en la revista PLOS ONE.
Martín de los Reyes, Mariano Del Papa y Miguel Delgado en el Museo de La Plata junto a un ejemplar de Neoesclerocalyptus.
CONICET
Luego de analizar los huesos hallados en 2015 en Merlo, sobre el río Reconquista, en las afueras de Buenos Aires, los científicos determinaron que este evento sucedió durante los primeros momentos del período Pleistocénico y representan un aporte a la discusión sobre la fecha de la presencia humana en América.
«La particularidad y la trascendencia de este descubrimiento es que en estos animales nunca se habían encontrado estas marcas de cortes de humanos y lo segundo y más importante es la antigüedad del mismo, que es de 21.000 años«, dijo el paleontólogo Martín de los Reyes.
«Para esa fecha, no hay ningún registro en el Cono Sur de América del Sur y serían las primeras evidencias de humanos en Argentina y el Cono Sur de Sudamérica«, agregó De los Reyes, segundo autor de la publicación.
Descubrimientos sobre los primeros humanos en América
Los científicos coincidieron en que este trabajo cuestiona los modelos actuales de poblamiento en América, que sugieren que los primeros seres humanos ingresaron al continente hace unos 16.000 años, aunque desde hace un tiempo empezaron a aparecer evidencias mucho más antiguas en Brasil, Canadá, Estados Unidos y México, entre otros lugares.
«A través de este estudio estamos aportando muchos elementos a una discusión que ya es bastante rica e interesante y cambiando el paradigma tradicional que nos habla de un momento específico de la llegada de humanos a América«, dijo el antropólogo Miguel Delgado.
«Acá estamos evidenciando que para el Cono Sur y toda la región sur del continente no había este tipo de evidencias tan claras como las que manejamos acá», concluyó el investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y docente de la Universidad Nacional de La Plata.
Fuente: Ámbito