Tras seis años de relación, Oriana Sabatini y Paulo Dybala se convirtieron este sábado en marido y mujer. Con la organización del evento a cargo de Claudia Villafañe y en una exclusiva estancia en Exaltación de la Cruz, a 82 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, los novios compartieron con sus seres queridos este nuevo paso en su relación.
Los amigos, familiares y allegados de Sabatini y Dybala fueron citados a las 16 y la ceremonia, que estaba pautada para las 16.30, comenzó un poco más tarde. Según trascendió, la cantante entró del brazo de su padre, Osvaldo Sabatini.
El encargado de unirlos fue el mismo sacerdote que casó a los padres de la novia. “Lo llamé y le dije que no practico la religión, pero que quiero que venga como un amigo a hacer la ceremonia. Simbólicamente, quería que fuera la misma persona que los casó a mis papás. Mis amigas y las familias lo conocen, es alguien súper cercano a nosotros”, había revelado Oriana en LAM.
Después de intercambiar anillos, vendrá la cena y por último el baile. Los tortolitos bailarán el vals y, según anticiparon, habrá muchas sorpresas a lo largo de la velada. Se supo que el vino que tomarán durante toda la noche es el de Leandro Paredes, que tiene su propia marca. Además, habrá un importante menú veggie para quienes lo prefieran.
Después de dar el sí, Oriana se acercó a la prensa y se sacó los guantes para mostrar su flamante alianza de casada, mientras que Claudia Villafañe, la organizadora del evento, manejó el auto de colección que llevó a los novios hasta la entrada del salón. Villafañe también se encargó de sostener el largo velo que lució Sabatini.
El vestido de Oriana es un diseño exclusivo de Dolce&Gabbana. Además, la artista fue maquillada por Bettina Frumboli y peinada por Zarcarías Guedes, el mismo estilista de Tini Stoessel y Nathy Peluso. Por su parte, Dybala eligió a Battistoni, una sastrería italiana que se encargó de diseñarle un modelo artesanal.
La previa de Oriana
Respecto al vestido de la novia, solo se sabe que Oriana tendrá dos cambios [quizás tres] a lo largo de toda la fiesta. El primero, que usó para el “sí, quiero”, es de la firma Dolce & Gabbana; el mismo que su madre la acompañó a buscar a Milán, semanas atrás. El segundo, uno para bailar más cómoda, es de un diseñador argentino. “Ya tengo el primer vestido, pero me gustaría tener dos, para ponerme uno cómodo y perrear tranquila, y me lo quiero hacer acá”, comentó la novia tiempo atrás.
Catherine Fulop se mostró muy emocionada con la gran boda de su primogénita y le dedicó en sus redes sociales un sentido mensaje: » (…) Deseo con todo mi corazón que Paulo te ame tanto como tu papá me ha amado a mí, a nosotras, todo este tiempo. Me queda bendecirte hija, Dios y la virgencita te bendigan a ti y a tu futuro esposo, Paulo. Dios bendiga esta unión. Te amo para siempre, hija mía. Mamá”, escribió la madre de la novia.
Sin dudas, el casamiento de la cantante y el futbolista es uno de los eventos mediáticos del año. En octubre pasado, y con la ayuda de sus amigos Leandro Paredes y Camila Galante, el deportista sorprendió a su novia con un anillo frente a la Fontana di Trevi; finalmente, este sábado llegó el gran día.
La lista de invitados
Dentro de la lista de invitados hay muchas caras conocidas. Además de algunas figuras del mundo del espectáculo, entre las que destaca Tini Stoessel, que viajó especialmente para asistir a la boda, también se hicieron presentes varias estrellas del deporte; en especial algunos de los campeones del mundo. Si bien no todos los integrantes de la Scaloneta fueron invitados, quienes confirmaron su asistencia son Ángel Di María, con su mujer Jorgelina Cardoso; Enzo Fernández, con su novia Valentina Cervantes; Cristian “Cuti” Romero, con su mujer Karen Cavaller; Giovani Lo Celso con su pareja Magui Alcácer; Leandro Paredes junto con su esposa Camila Galante (quienes son íntimos amigos de los novios) y Rodrigo De Paul.
Damián Betular confirmó que, además de preparar el pastel de bodas, también participará de la fiesta. Otros de la partida son Emilia Mernes y Duki, los MYA (Máximo Espíndola y Agustín Bernasconi), Ricky Montaner y Stefi Roitman, Manuela Viale, Lizardo Ponce y Carolina Domenech.
Quienes llegaron a la Argentina desde Venezuela con algunos días de anticipación fueron los familiares de Cathy Fulop. Sin embargo, la madre de la actriz no pudo viajar por temas de salud. “Tuvo una caída hace unas semanas y está un poco débil, por eso preferimos preservarla y que guarde sus energías para recuperarse. Lamenta no estar con ánimos para tomar un avión y hacer un viaje tan largo, pero está bien. Espero poder ir pronto a visitarla”, reveló la actriz.
Otra de las personas del núcleo íntimo que finalmente no forma de la partida es Gabriela Sabatini, quien hace unos días se la vio por Wimbledon. Fue el propio Osvaldo Sabatini el que lo confirmó: “No va a venir. Para mí es un tema muy, muy triste, pero quiero estar enfocado en la felicidad. Tengo que aceptar el hecho y seguir adelante. Ya se solucionarán las cosas y volverán a ser como antes”, reveló el padre de la novia dando a entender que existe un conflicto familiar latente.
Una estancia de ensueño
La pareja decidió dar el “sí, quiero” en Buenos Aires, más precisamente en una estancia ubicada en las afueras de Exaltación de la Cruz, frente a 300 invitados. En el exclusivo salón de fiestas del Dok Haras oficializaron su amor. El lugar es un imponente centro de convenciones.
El complejo tiene distintos edificios que pueden funcionar independientemente o en conjunto y, aunque exteriormente todos tienen el mismo estilo, sus interiores también atesoran una impronta personal. Inicialmente, se trataba de un haras de caballos árabes, con sus boxes, padrillera, pulpería y picadero. Luego se creó el Club de Polo frente a la cancha y finalmente el predio se reconfiguró bajo el nombre Dok Haras Eventos con una renovación de sus edificios y la construcción de una capilla.
Uno de los particulares requisitos del evento consiste en la prohibición del uso de celulares por parte de los presentes, ya que el deseo de los novios es resguardar la intimidad del festejo.
Fuente: La Nación.