Manu Chao en Brasil. De fondo, un mural de Marielle Franco.
Manu Chao acaba de anunciar la fecha de salida de su primer disco de estudio en diecisiete años. Será, para sus fanáticos, el mejor preludio a la primavera austral, ya que el álbum, Viva tu, llegará a las plataformas digitales (y a las bateas analógicas), el próximo 20 de septiembre.
Para acompañar el anuncio, Manu publicó “São Paulo Motoboy”, un nuevo adelanto del álbum, que rinde homenaje a todos los repartidores de São Paulo que cada día se juegan la vida sobre dos ruedas en la megalópolis brasileña.
“São Paulo Motoboy” está construida sobre la base de “Bongo bong”, el clásico de Clandestino (1998) que sentó las bases de la carrera solista del exlíder de Mano Negra. Pasó más de un cuarto de siglo, desde entonces, y Manu parece haber construido una discografía con dinámica de soundsystem cortazariano: “todas las canciones, la canción”.
Hay empatía con los trabajadores, hay dulzura en sus frases, hay una mirada sobre São Paulo, como un ejemplo del paisaje que se repite en las grandes ciudades del continente y de todo el mundo, una multitud de trabajadores precarizados que como aquel cantante con sus músicos de “Se fuerza la máquina”, ese clásico del Gato Pérez que el propio Manu suele versionar, se juegan la vida.
Poeta de la sencillez y de la zurda, Manu Chao evocó sus años como repartidor en París, antes de iniciar una carrera musical y participó en la dirección del clip de la canción, un documental inmersivo, en coautoría con la realizadora Sofia Dowbor.
Fuente: Rolling Stone