Luchi Numer, Jorge Lozano H y Daniela De Lucía
Cuando Mario, un economista de 41 años -que entonces estaba en sus 35 se separó después de un largo noviazgo, de pronto se encontró con que todos sus amigos estaban en relaciones de pareja y pasaba solo la mayor parte de sus momentos libres. Eso lo llevó a crearse un usuario en Tinder con la idea de conocer gente y, si tenía suerte, tal vez, volver a formar una pareja. Por entonces, Vanesa (43 años, médica) estaba soltera y buscaba un compañero, en general mediante presentaciones, pero una amiga la convenció de crearse un perfil en la famosa app.
Un día hicieron match y comenzaron a hablarse hasta que acordaron un encuentro en persona y sucedió la magia. Hoy, seis años después y con dos hijos, constituyen lo que podría considerarse un “caso de éxito” en el universo de las citas online. Resume Vanesa: “¡No nos separamos desde la primera cita! Nos conocimos personalmente en un bar, ambos pedimos Cynar con pomelo y quedamos enamorados. Al poco tiempo nos mudamos juntos y luego nos casamos en Las Vegas.”.
Ghosting, curving, multidating y otras viscitudes
Pero el final feliz para Mario y Vane llegó luego de un arduo camino en el intrincado mapa de las aplicaciones online. Al comienzo las citas no salían como lo esperaban y en varias oportunidades estuvieron a punto de desertar.
Sufrieron ghosting, curving y chats interminables que nunca derivaban en un encuentro real. “La experiencia fue bastante salvaje. Las personas con las que hablaba no mostraban compromiso ni le daban importancia a la relación que se generaba. La intolerancia primaba y por cualquier motivo de discrepancia -político, social, de clase, por mínimo que fuera- la conversación se suspendía indefinidamente. Esto me parece que es una mala experiencia para una persona que se encuentra sola, ya que sufre estos desprecios gratuitos”, relata Mario.
Está claro que las tecnologías digitales cambiaron para siempre la forma de enamorarnos y que, tanto las redes sociales como las apps de citas se volvieron herramientas privilegiadas para las búsquedas de pareja. Ya sea para un encuentro sexual pasajero o para iniciar una relación con aspiraciones de futuro, la posibilidad de hacer match desde la comodidad de un mensaje de chat, se volvió un ritual efectivo pero con reglas que es preciso aprender antes de perder tiempo y autoestima.
¿Cómo cambiaron las reglas de juego en el amor o, para nombrarlo en términos más actuales, en las relaciones sexoafectivas?
La o las respuestas son una incógnita. Lo único que podemos decir con certitud es que las cosas ya no son como antes. Esto hace que en estos tiempos no sea fácil para los buscadores de un compañero de ruta saber muy bien a qué atenerse. Aunque hay algunas claves, al menos, ellos, los coaches de citas llegaron para alumbrarles el camino.
Una cruzada contra los “vivarachos cucarachos”
Una de las expertas en el tema, Daniela De Lucía, coach y autora best seller de los libros “Desbloquea” y “Estás para más” responde: “Necesitamos entender la nueva forma de vincularnos. Antes, para conocer a alguien, teníamos que salir a un bar, a un restaurante, o al cumpleaños de un amigo, y nos tenían que presentar, o pegar onda, y uno intercambiaba el teléfono. Pero hoy, con las apps de citas, uno podría tener una cita por día, si así lo quisiera.”.
El comportamiento de tener varias citas a fin de conocer a mucha gente hasta elegir a la persona indicada es uno de los códigos aceptados en estos tiempos y se conoce como multidating. Como todo, que tiene sus pros y sus contras. Dice la coach: “Por experiencia propia y por experiencia de mis coachees, estoy a favor de usar apps de citas porque lo que hacen es ampliar las oportunidades. Pero necesitamos saber utilizarlas de una forma segura, y de una forma que potencie mis resultados en lugar de caer siempre en un vivaracho cucaracho que no quiere compromiso.”.
Con ese término humorístico, De Lucía se refiere a un estereotipo muy particular de personas generalmente del género masculino heterosexuales que se manejan en base a mentiras y falsedades, sin revelar sus verdaderas intenciones. “Así como en un bar uno tiene que saber elegir con quién hablar, en las apps de citas también, y hay que tener ciertos recaudos a la hora de vincularse para no caer en estafas emocionales. El coaching de citas sirve para cuidarnos de estafas, de desilusiones a las que estamos expuestos por no conocer las herramientas o los códigos que hoy se manejan con las apps de citas,”, refiere la experta y declara: “Yo estoy en una cruzada para vencer a los vivarachos cucarachos”.
- Su visión: En caso de que uno de los dos busque una relación con compromiso pero el otro viene y va, es un “casi algo”, aparece y desparece o dice que no sabe lo que quiere, Daniela tiene un tip bien claro para ahorrarse disgustos: “¿Qué hacer si me dice que está confundido? Vaya a pensar a su casa y vuelva con una respuesta. Beijinho, chau chau.”. Pensar lo siguiente: “Amor es saber que podés estar enamorado de una persona, podés amarlo con todo tu corazón. Pero saber que si no te hace bien, y te genera más malestar que bienestar, es necesario dejarlo ir. Es necesario decir ‘yo te amo, pero me amo más a mí. Me elijo, elijo mi bienestar y no este amor que estoy viviendo, que me hace sentir en una montaña rusa, subidas y bajadas de emociones. Me sirve por un rato en la subida, pero en la bajada la paso mal’.”
Dejar de “cachorrear”
¿Cómo hacer para poder encontrar una persona que quiera un compromiso y con quien construir un vínculo sano de largo plazo profundo? Esa es la pregunta que buscan responder los entrenadores de citas.
Lucía Numer Belloni es otra de las referentes en la materia. En su búsqueda del amor, quien fue maquilladora y columnista del blog de belleza Pipí Cucú en la revista OHLALÁ! experimentó una cantidad tan grande de citas fallidas que creyó que había algo malo en ella misma. ¿Por qué a tantas otras mujeres les iba bien, eran elegidas, amadas y parecía resultarles tan fácil estar en pareja, mientras que ella nunca pasaba de la primera cita? Por años se dedicó a estudiar el tema apelando a distintas técnicas de autoconocimiento, pero fundamentalmente por la terapia psicológica, también se dedicó a observar el comportamiento de aquellas a quienes ella bautizó “reinonas”, en contraposición a las que siempre salen perdiendo: las “cachorras”. Así descubrió que el gran problema de las citas consiste en tratar de agradar al otro. Así creó su comunidad “Adiós cachorra” que rápidamente se llenó de mujeres que habían atravesado el mismo periplo que ella. Tenían citas pero nunca llegaban a buen puerto. Ahora en sus talleres para aprender a comportarse y su libro “Adiós cachorra”, una novela en clave de ficción que ya tiene una segunda parte liderando los libros más vendidos, Lucía comparte sus aprendizajes, contando cómo logró superar la incertidumbre del juego de la seducción e identificar y salir rápidamente de las situaciones de rechazo.
- Su visión: en una primera cita, Luchi recomienda hablar poco, relajarse y escuchar. En lugar de tratar de agradar, prestar atención a si la otra persona te gusta a vos. Una clave es el lenguaje corporal y ella recomienda el truco de la “espalda en la silla”. “La idea es tratar de ser una misma, pero sin lastimarse porque la cachorra es muy vulnerable y a la cachorra se la hiere muy fácil, porque se abre y está todo el tiempo queriendo agradar y cuando no la aceptan termina herida. Pero si durante la cita una se sienta cómoda en la silla, para atrás y no acercándose tanto al otro, está en una actitud más de respetarse a sí misma, de estar conectada con lo que le pasa a una y puede ver al otro y evaluar.”.
Ingobernable: ¿un nuevo estado civil?
Otro famoso influencer y conferencista internacional sobre relaciones humanas y calidad de vida, que descubrió un nicho fértil de mercado en el mundo de los vínculos románticos es Jorge Lozano H, creador del eslogan y ahora libro Estado civil: Ingobernable.
En clave humorística, con dosis de sarcasmo, suele apuntar directamente a los problemas de la época, incluyendo al igual que Di Lucía, el término “cucaracho” como un arquetipo de varón que saca ventaja de las mujeres ilusionadas con encontrar el verdadero amor. A ellas les habla para empoderarlas y les enseña trucos, reflexiones y estrategias para aumentar la autoestima, triunfar en las citas y evitar caer en las trampas de la seducción. Para eso, Lozano asegura tener las claves que hay que conocer para conquistar los corazones masculinos y así publica contenidos como “Cosas que los hombres encuentran sexy” o “Cómo leer a un hombre al instante”. Oriundo de México, es presentador de televisión y tiene más de 22 millones de seguidores en todas sus redes sociales, se hizo viral cuando en una de sus conferencias tuvo entre su auditorio a la actriz Aracely Arámbula, ex pareja de Luis Miguel, quien usó el término cucaracho para referirse al rey Sol. “¿De un mal amor se puede salir ingobernable?”, le preguntó el conferencista a la celebridad en el Auditorio Nacional de México. “Si yo salí del rey cucaracho, ustedes pueden salir de cualquier muchacho”, respondió ella.
- Su visión: entre las 8 cosas que los hombres encuentran sexy Lozano destaca: “Que participen en sus travesuras y que vivan aventuras juntos. Nada estimula más la atracción de un hombre que sentir la adrenalina de vivir la vida acompañado Va a decir, con que tú eres una droga, de la que tanto me advirtieron.”. Otro de los tips de seducción infalibles del autor para triunfar en las citas es un clásico de todas las épocas: la atracción visual: “Que te sueltes el pelo o te lo sujetes. Mamacita, suelta esa melena de Mufasa que Dios te dio. Es algo en la posición, en lo recto de la espalda… No sabemos, Mamacita, pero algo hace que a ese hombre se le caiga la baba. Y dile ‘cucaracho, no me veas tanto’.”.
Proliferación de coaches: ¿un fenómeno de esta época?
La historiadora Karina Felitti estudia el fenómeno de las apps poniendo la lupa sobre el coaching sexual, tomando en cuenta las consideraciones feministas sobre el amor – los estudios se enmarcan en un proyecto de investigación sobre las representaciones y experiencias de la liberación sexual femenina en la Argentina contemporánea– y desde esa perspectiva observa la proliferación de los entrenadores de citas que les hablan a las mujeres. “Sus reflexiones y tips se presentan como respuestas a situaciones de destrato y violencia por parte de varones cis hetero, retomando elementos de la cultura terapéutica, los feminismos, la espiritualidad New Age (cuentas en redes sociales y cursos que incluyen elementos de la astrología y el tarot), el valor de la autoestima y el trabajo sobre sí, una cultura del emprendedorismo aplicada a la “gestión” de la vida sexo afectiva”, los describe y pone en duda su eficacia. “La importancia de la cultura terapéutica en las sociedades contemporáneas no es nueva; lo que resulta novedoso es su difusión rápida a partir de las redes sociales y la incorporación de premisas feministas en ella, incluso en discursos que no se inscriben explícitamente en los feminismos”, concluye Felitti.
Glosario de las citas
Curving: este término describe una situación en la que una persona evita directamente rechazar a alguien, pero al mismo tiempo no da muestras de tener un interés genuino en seguir adelante con la relación. En lugar de responder de manera clara y honesta, la persona que practica el “curving” puede dar respuestas evasivas, demorar en responder mensajes o evitar hacer planes con la otra persona.
Multidating: es una práctica en la que una persona sale con múltiples personas al mismo tiempo sin comprometerse exclusivamente con ninguna de ellas. Es una forma de explorar diferentes opciones y conocer a varias personas al mismo tiempo sin estar en una relación exclusiva. Implica honestidad y transparencia con todas las partes involucradas, asegurándose de que todas las personas estén al tanto de la situación y de que no se creen expectativas falsas.
Ghosting o Ghosteo: se refiere a cuando una persona corta abruptamente todo contacto con alguien con quien había estado saliendo o manteniendo una relación, sin explicación ni advertencia previa. Como un fantasma, desaparece de la vida de la otra persona sin dar ninguna explicación ni razón. Esta práctica causa sufrimiento ya que deja a la persona “ghosteada confundida, herida o frustrada.
Breadcrumbing o Migajear. Este término se refiere a cuando alguien da pistas o señales de interés (migajas), pero nunca muestra un compromiso real ni voluntad de alimentar la relación.
Benching o dejar en el banco de suplentes: cuando alguien mantiene a una persona en el banco de suplentes, es decir, en reserva, manteniendo una conexión mínima con ellos sin comprometerse completamente en la relación.
Zombieing: es cuando el ghosteador de repente vuelve a aparecer en la vida de la otra persona como si nada hubiera pasado.
Stashing: Este término se utiliza cuando alguien oculta a su pareja de su círculo social o familiar, manteniendo la relación en secreto y sin hacerla pública.
Cushioning: es cuando alguien mantiene a varias personas como si fueran almohadones donde descansar, como una especie de respaldo emocional mientras está en una relación principal, por si acaso esa relación principal falla.
Love bombing: el halago excesivo puede resultar muy seductor, pero es una gran bandera roja (red flag) para detectar posibles abusadores narcisistas; estas muestras excesivas de amor, afecto y atención al principio de una relación suelen ser técnicas de manipulación que el love bomber utiliza para ganar control sobre la otra persona.
Orbiting: se refiere a cuando alguien sigue interactuando en las redes sociales,-dando “me gusta”, comentando publicaciones, respondiendo a historias o estados- con una persona con la que ya no están en contacto directo en la vida real.
Fuente: La Nación