El ritual ancestral japonés para ordenar tu casa en 15 minutos.
La cultura japonesa, con sus milenarias enseñanzas, ofrece valiosas lecciones sobre la felicidad y la paz mental en las que explican como el orden y la limpieza desempeñan un papel fundamental no solo en el plano material, sino que también el espiritual y mental.
Uno de los rituales más destacados es el Soji, transmitido por el monje budista Shoukei Matsumoto, en el que describe como ordenar tu casa en 15 minutos y como este acto también promueve el bienestar interior.
El método Soji: purificación para mente y hogar
El Soji no es simplemente una tarea doméstica, es un acto de meditación que libera la mente de distracciones y promueve una mayor armonía interior y exterior. Esta práctica espiritual, arraigada en la cultura japonesa, se convirtió en una herramienta esencial para cultivar una mente clara y enfocada hacia el futuro.
Practicar el Soji no solo mantiene tu hogar limpio, sino que también reduce el estrés, disminuye la ansiedad y fomenta la gratitud por las pequeñas cosas de la vida. Al centrarse en el presente y liberar lo innecesario, ya sea material o emocional, se fortalecen las relaciones saludables con el entorno y con uno mismo.
Pasos para comenzar la práctica del Soji:
- Comenzar con lo pequeño: Dedicá unos minutos cada día a limpiar una pequeña área de tu hogar e intenta incorporarlo como parte de tu rutina diaria para mantener la coherencia.
- La Intención: Enfocá tu atención en cada movimiento, en cada respiración. Es importante sentir la conexión entre cuerpo, mente y el espacio que estás limpiando.
- Celebrar el proceso: No veas la limpieza como una tarea aburrida, concentrate en los aspectos positivos y en la alegría que brinda el cuidado de tu entorno.
- Establecer un ritual personal: Usá velas, inciensos o simplemente respirá profundamente antes de comenzar y encontrá lo que te conecta con el momento presente.
Además, se aconseja reducir la cantidad de objetos que posees, conservando solo lo esencial, liberar la mente deshaciéndote de la suciedad física, permitiendo así una mayor claridad mental. También agradecer a tus objetos y darlos a quienes los necesitan cuando ya no los uses. Con este ritual ancestral japonés, no solo tu hogar, sino que también promoverás tu bienestar emocional y espiritual.
Fuente: Ámbito