El Parador La Leona, en Santa Cruz, recibió personajes célebres
Su ubicación no es azarosa. Desde 1894, el parador La Leona está junto al río que le da nombre y donde alguna vez hubo una balsa. Pero vayamos más atrás. Cuentan las crónicas de la época que fue aquí donde el explorador y científico Francisco Pascasio Moreno –más conocido como el Perito Moreno– fue atacado por una hembra de puma en 1877. Era “una leona”, para los patagónicos, y lo sorprendió mientras acampaba en una de sus expediciones. De ahí el nombre del río, que luego le dio nombre a este parador icónico de Santa Cruz.
A pocos kilómetros de dónde el río La Leona se funde en el lago Viedma, el parador nació junto con la balsa que cruzaba a los colonos y sus ovejas a fines del siglo XIX. Santa Cruz era territorio nacional y crecía a fuerza de inmigrantes europeos que fundaban estancias y apostaban a esta lana que el mundo necesitaba. Pero como la balsa cargaba solo 200 ovejas por cruce, los colonos paraban en la zona y hacían una pausa que un dinamarqués vio como oportunidad. Se llamaba Jensen, de apellido, y montó el Parador y Hotel de Campo La Leona que durante décadas le alivió la vida a los viajantes, y que al día de hoy sigue reuniendo espíritus aventureros.
Reemplazada por un puente desde 1974, la balsa ya no existe. El parador, en tanto, se conserva con sus paredes y techos de chapa, tan típicos de nuestra Patagonia. Declarado sitio histórico por la provincia de Santa Cruz, fue adquirido por la familia Petersen y Brodersen, en 1910, tomó forma de pulpería y pasó de tener dos a cuatro habitaciones. Emplazado sobre la RN 40, fue a través de los años oasis para quienes atravesaban la Patagonia austral, muchas veces en dirección desde El Calafate hasta El Chaltén –está a mitad de camino–, sobre todo en tiempos de ripio, cuando la ruta todavía no había sido asfaltada.
Entre los célebres visitantes del Parador La Leona se encuentra el padre Alberto De Agostini, sacerdote salesiano nacido en Italia que se enamoró de la zona y escaló, documentó y fotografió nuestra cordillera austral y su gente a principios del siglo pasado. Así como otros expedicionarios inolvidables, como Lionel Terray, que en 1952 hizo cumbre por primera vez en el cerro Fitz Roy junto a Guido Magnone, ambos de nacionalidad francesa. Y aunque algunos dicen que por el parador pasó Butch Cassidy, el legendario pistolero estadounidense, no hay ningún registro, ni evidencia de aquello que parece ser más bien una leyenda.
¿Cómo está hoy el parador? Hace ya dos décadas lo compró y administra la familia Kargauer con Pablo Quiroz. En sociedad, hicieron una puesta a punto para que el parador no pierda vigencia y siga recibiendo gente como antaño. En algunos sectores conservan las paredes de adobe que están forradas en madera de lenga y los pisos de cedro, pero renovaron baños y los salones principales. Atienden el resto-bar, montaron un museo que repasa usos y costumbres de santacruceños, pusieron un local con venta de suvenires y acondicionaron las habitaciones del hotel. Todo con esfuerzo y pasión, para preservar este ícono que cumple 130 años.
Datos útiles
Parador La Leona. A 110 km de El Calafate, funciona como parada clásica para seguir por la RN 40 en dirección al sur de Santa Cruz. Sirven minutas, café y bebidas. Hay un asador para recibir grandes grupos. Ofrece alojamiento en dos habitaciones que están en funcionamiento. RN 40 y Paso La Leona. T: +54 9 (2966) 27-1695. IG: @laleonaylaestela
Fuente: La Nación