Un artículo que publicó la revista Nature Medicine describió el aspecto fundamental por el que una persona debería considerarse “vieja”, según la ciencia. Allí se explica que, a medida que el tiempo pasa, el cuerpo suele presentar diferentes signos visibles, pero lo cierto es que internamente esto sucedería mucho antes, por lo que un análisis sobre más de 4000 personas reveló a qué edad el reloj biológico comenzaría a acelerarse.
La vejez es una transformación física, mental y de salud que muchas veces se interpreta de diferentes maneras, según distintas culturas. Algunas de las características son los signos de en la piel, la aparición de enfermedades, pérdida de memoria y movilidad más lenta, entre otras cosas. “El envejecimiento produce un deterioro de la estructura y función de los tejidos en todo el organismo”, remarcó la revista Nature.
En esta línea, y ante un interrogante sobre cuándo comenzaría a suceder este proceso, un grupo de científicos de la Universidad de Stanford logró determinar cuándo una persona es vieja. Para ello, analizaron el plasma de 4263 donantes entre 18 a 95 años y descubrieron que la proteína sería el indicador más fidedigno para este caso.
El autor del artículo y partícipe de esta investigación, Tony Wyss-Coray, señaló: “Las proteínas son los caballos de batalla de las células constituyentes del cuerpo y cuando sus niveles relativos experimentan cambios sustanciales, significa que vos también cambiaste”. Lo cierto es que esto se produce cuando los niveles comienzan a disminuir o a padecer alteraciones sustanciales.
Luego de analizar más de 3000 proteínas de cada individuo, se identificaron que 1379 variaban según la edad. Con tan solo 373 de ellas, se alcanzó a predecir la edad de los participantes del proyecto. Según Tony, “después de nueve o diez proteínas, agregar más proteínas mejoró su precisión de predicción solo un poco más”.
Incluso, esto repercutió en la edad de los órganos, en donde las proteínas plasmáticas señalaron que “para cada individuo, un modelo de envejecimiento produce una ‘brecha de edad’, una medida de la edad biológica de ese individuo en relación con otros pares de la misma edad en función de su perfil molecular”.
Según el artículo, a partir de los 34 años un sujeto empezaría a mostrar cambios de un deterioro en su estado físico. Es por ello que los científicos lograron dividir en tres etapas el proceso: de los 34 a los 60 años, se lo catalogó como edad adulta; de los 60 a los 78 años, madurez tardía y de los 78 años en adelante, vejez. En cada uno de estos estratos, las proteínas pasan de ser constantes a disminuir lentamente al punto de dejar de producirse. Esto se debería a la baja capacidad de reparación del ADN (ácido desoxirribonucleico).
En este caso, Wyss-Coray explicó algunas de las marcas que definen a la vejez y que se repitieron como patrón en todas las personas:
- El metabolismo se vuelve más lento.
- La estructura ósea se debilita.
- Poco a poco recordar las cosas se vuelve un hecho cotidiano.
- Se modifican los patrones del sueño.
- La visión y audición disminuyen.
- Inicia una pérdida de masa muscular.
- Aparecen las primeras manchas y arrugas en la piel.
- La movilidad se torna más lenta.
Fuente: La Nación