La popular escuela de samba Salgueiro, escogió como tema de su samba y de su desfile el ‘Hutukara’, como los yanomami llaman al «cielo original del que se formó la tierra», que les permitió escenificar en el sambódromo un grito en defensa de la supervivencia de la etnia y de la propia Amazonía.
La samba escenificada, que contó entre sus compositores con conocidos músicos brasileños como Dudu Nobre y Arlindinho Cruz, exaltó la lucha de los yanomami por sobrevivir «en una guerra sin fin» en la que se niegan a rendirse ante el «orden y el progreso», el lema exhibido en la bandera de Brasil.
Pese a que el desfile destacó principalmente la mitología, las costumbres y las leyendas de los yanomami, no faltaron alusiones a una matanza de indígenas de la etnia en 1991 que la justicia calificó como el primer genocidio en la historia de Brasil y a la eterna crisis provocada por mineros ilegales que invaden su reserva, devastan la Amazonía y contaminan sus ríos con mercurio.
Tampoco faltaron alusiones a los planes de la dictadura brasileña que perjudicaron la etnia y a las retroexcavadoras que destruyen la selva amazónica.
Salgueiro aprovechó que la tragedia de los yanomami ganó actualidad el año pasado, cuando el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva fue obligado a declarar una emergencia humanitaria por la hambruna, la malaria y la desnutrición que provocó la muerte en 2022 de al menos 99 niños de la etnia de menos de 5 años.
El tema, por lo mismo, ganó rápidamente el apoyo entre las 80.000 personas que llenaron el sambódromo para acudir a la primera noche de desfiles de las escuelas de samba del llamado Grupo Especial, considerado el mayor evento del mundo al aire libre y principal atracción del carnaval carioca.
La Tierra Yanomami, con 9 millones de hectáreas en la Amazonía en la frontera entre Brasil y Venezuela, es la mayor reserva indígena del país, y alberga a 27.000 indígenas que prácticamente viven en las mismas condiciones que hace 500 años.
El desfile también rindió homenaje al periodista británico Dom Phillips y al indigenista brasileño Bruno Araújo (cuya viuda participó en el desfile), asesinados en 2022 en medio de la Amazonía por su defensa de las etnias no contactadas, y a otros pueblos indígenas de Brasil que también han sufrido largas tragedias por la defensa de sus tierras, como los guaraní.
El principal consultor para el desfile de Salgueiro fue el chamán yanomami Davi Kopenawa, uno de los principales líderes indígenas de Brasil y que desfiló en la última carroza alegórica de la escuela al lado de varios caciques de otros pueblos.
Kopenawa incluso ayudó a los compositores a incluir palabras yanomami como «napé» (forastero) y «yoasi» (malhechor) en una samba según la cual los indígenas aprendieron el idioma portugués del «opresor» para hacerle ver su dolor.
En la carroza que cerró el desfile había trece destacados indígenas yanomami, algunos de los cuales nunca habían salido de la reserva y entre los que destacaban Ehuana Yanomami, primera mujer de la etnia en escribir un libro en su lengua, y Morzaniel Iramari, primer cineasta yanomami.
El tema indígena también estuvo presente en el desfile de la escuela de samba Grande Río, que escenificó en el sambódromo el mito tupinambá de la creación del mundo a partir del jaguar.
Los desfiles del primer día impresionaron al público por algunos trucos tecnológicos, como las 55.000 pulseras con luces led distribuidas por la escuela Grande Río, el enorme jaguar de luces de neón del mismo grupo que se levanta y ruge, las gigantescas bolas de jabón exhaladas por la última carroza de Beija-Flor o la danzarina izada por la cabeza que levitó a 12 metros de altura.
Y tampoco faltaron los accidentes, como el provocado por una carroza de Porto da Pedra que atropelló y dejó herida a una mujer en la entrada del sambódromo.
Otras seis escuelas desfilarán entre la noche del lunes y la madrugada del martes, y la vencedora entre las doce del Grupo Especial y nueva campeona del carnaval será anunciada el miércoles de ceniza, así como la que desciende a la segunda división.
Fuente: Infobae