La cantante francesa Françoise Hardy (77), aquejada de un cáncer terminal, ha pedido que se le aplique la eutanasia para morir dignamente. En una entrevista en la revista Femme Actuelle Hardy ha revelado el sufrimiento con el que vive desde que se le diagnosticara un cáncer de faringe en 2018 por los efectos secundarios del tratamiento de radioterapia e inmunoterapia que sigue, que han convertido sus días «en un infierno». Sin saliva, con hemorragias nasales y dificultad para respirar, la musa de la canción francesa de los años 60, ha pedido ayuda para poner fin a sus días, como ella hizo con su madre, que sufría una enfermedad degenerativa.
En la entrevista, realizada por escrito, la autora de Tous les garçons et les filles ha contado que su madre murió ayudada por un médico y por ella, previa aprobación y cuando ya no pudo soportar más las secuelas de su enfermedad. «Me gustaría tener esta oportunidad, pero dada mi notoriedad, nadie querrá correr el riesgo de que le expulsen del ejercicio de la medicina». Aunque la mayoría de ciudadanos franceses están a favor del suicidio asistido para los enfermos terminales, la legislación no lo permite. En abril pasado, la Asamblea Nacional rechazó un proyecto de ley para despenalizar la eutanasia.
Hardy ha narrado el «insoportable» sufrimiento que padece. No puede tragar, tiene episodios de asfixia y la radioterapia, además, le ha provocado dificultades para hablar y le ha dejado sorda de un oído. «Ya no tengo nada que funcione con normalidad desde que me aplican estas terapias y las noches son aun peores que los días. No tengo miedo a morir, pero sí tengo mucho miedo a sufrir«, ha declarado.
Su hijo, el cantante Thomas Dutronc, ha manifestado su apoyo a su madre, que recibe la ayuda, también, de su ex pareja Jacques Dutronc.
Fuente: El Mundo