La Navidad es uno de los eventos más importantes del año no solo para los católicos de la Argentina, sino también para los no religiosos del país. Es por eso que los preparativos para la jornada suelen cobrar especial relevancia. Uno de los elementos fundamentales es el árbol de Navidad, que se arma cada 8 de diciembre, y otro es el pesebre, que se coloca junto al arbusto.
Si bien un pesebre es el recipiente donde comen los animales, en la época navideña adquiere un significado especial, dado que es el lugar donde nace Jesús, el hijo de Dios según la creencia cristiana.
Del nacimiento de Jesús no se conocen ni el día, ni el año ni el sitio específico en que ocurrió. Por los Evangelios de Mateo y de Lucas, que son los únicos dos que narran el suceso, se sabe que Cristo nació en la ciudad de Belén. Sus padres, María y José, habían llegado desde Nazaret. Según el Evangelio de Lucas, José llevó a su esposa hacia Belén poco antes de que diera a luz y debido a un censo ordenado por Augusto César.
La pareja no tenía donde quedarse y fue así como el niño Jesús nació en condiciones humildes y fue colocado en un pesebre.
Cómo surgió el pesebre de Navidad
El pesebre navideño es una tradición originaria del siglo XIII, cuando San Francisco de Asís habilitó el primer “Belén”. Según los evangelios San Mateo y Lucas, se llamó así por el lugar de nacimiento de Jesús. Este 2023 se cumplen 800 años de la Navidad de 1223, que fue la primera en la que el creador de la orden de los franciscanos desplegó el pesebre.
Según la Agencia Católica de Informaciones (ACI), la representación del pesebre se realizaba con personas del pueblo y de forma real. La actividad tenía el nombre de créche, término francés que quiere decir “cuna” y más adelante se traslada a las representaciones —grandes y pequeñas—, que se pueden ver en la actualidad.
Qué elementos forman parte del pesebre de Navidad
El pesebre debe estar conformado por los siguientes elementos:
- El Niño Jesús: es el Hijo de Dios y Redentor de la humanidad, quien trae la luz al mundo es el personaje principal.
- La Virgen María: es la madre de Jesús. Representa la fidelidad, la pureza y el amor.
- José: es el padre de Jesús que simboliza la fortaleza y la obediencia.
- Los tres Reyes Magos: Gaspar, Melchor y Baltasar representan la sabiduría. Son quienes traen obsequios y quienes revelan la naturaleza divina de Jesús. El 6 de enero se colocarán más cerca del Niño Jesús.
- La Estrella de Belén: ilumina la fe y la esperanza que guía la vida de los cristianos.
- Los animales: la mula, el buey, las gallinas, ovejas y cabras son propios de un pesebre, que es el lugar donde se alimentan los animales.
Las claves para armar el pesebre de Navidad
- Dónde se coloca el pesebre de Navidad: debe ubicarse cerca del árbol de Navidad y que sea visible para los regalos de Noche Buena y Reyes Magos.
- El tamaño del pesebre: debe ser mediano, para que no impida ver el árbol de Navidad. Las figuras deben coincidir con la medida de la casa de madera para no opacar el mismo elemento.
- El suelo del pesebre: existen varias alternativas. Algunas personas usan pasto artificial o natural. Las virutas con las que se guardan frutas en los cajones de las verdulerías, es otra de las opciones. En caso de que utilicen arena, pueden representar de forma más real el paisaje desértico de la ciudad de Belén.
- La casa del pesebre: el material puede ser de madera o plástico. Incluso, se puede armar una a mano para tener una versión más original de la escena.
- Cómo se colocan las figuras: a la hora de poner las figuras, se respeta el cargo de cada personaje para ubicarlos dentro del pesebre. La imagen del Niño Jesús debe colocarse en el centro de la escena y sus padres, María y José, a los costados. Los tres Reyes Magos se ubican un poco más lejos mirando al recién nacido. Los animales y el resto de las figuras se colocan en una tercera línea.
- Las luces: se pueden poner por encima del techo del pesebre junto a las guirnaldas que los decoran. Además, muchas personas resaltan una luz que representa a la Estrella de Belén.
- Queda totalmente desaconsejado encender velas para prevenir incendios.
Fuente: La Nación