El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que este año conmemora los 40 años de democracia ininterrumpida en nuestro país, ofrece una vez más una variedad de estrenos nacionales e internacionales de directores de renombre como Aki Kaurismäki, Michel Gondry, Radu Jude y Hong Sansoo, entre otros, según dieron a conocer sus organizadores este miércoles por la noche al presentar la programación.
Este importante aniversario da a pie a numerosas actividades durante el festival, que se realiza entre el 2 y el 12 de noviembre, como un foco dedicado al cine de Adolfo Aristarain. El director de Un lugar en el mundo iba a ser incluso homenajeado durante la presentación en la Cancillería argentina, pero no pudo asistir debido a razones no precisadas. Sin embargo, recibieron la distinción en su nombre su hijo, Bruno Aristarain, el productor Osvaldo Papaleo y su amigo, el músico Fito Páez.
“Adolfo es uno de los artistas de fuste que ha dado la República Argentina. Y es un tipo de artista en extinción, porque ha sido un ácrata toda su vida, poniendo sus ideas más salvajes por delante de las coyunturas. De hecho ha atravesado todo el ‘periodo Tato’ con mucha inteligencia y mucha astucia para nombrar las cosas más fuertes de la condición humana”, afirmó Páez, quien también es cineasta, en referencia a Miguel Paulino Tato, quien ejerció la censura desde el Ente de Calificación Cinematográfica entre 1974 y 1980.
Al igual que el año pasado, cuando el festival quedó inaugurado con la proyección de Sin aliento, del francés Jean-Luc Godard (1960), en esta oportunidad volvió a subir el telón un clásico. Se trata de la versión restaurada de una producción nacional de 1962, Hombre de la esquina rosada, de René Mujica, basada en el cuento homónimo de Jorge Luis Borges. La clausura, en tanto, será con Fallen Leaves, la historia de amor proletario del finlandés Kaurismäki que ganó el Premio del Jurado en el Festival de Cannes.
El principal invitado es Juan Antonio Bayona, director de películas como El orfanato y Lo imposible, quien acompaña en La Feliz el estreno de su última película de cine-catástrofe. Se trata deLa sociedad de la nieve, basada en la tragedia de los rugbiers uruguayos en los Andes de 1972 y que, además de haber clausurado el pasado Festival de Venecia, es la candidata de España para representarla en los Oscar y llegará a Netflix en enero próximo.
Por su parte, Fernando Juan Lima, presidente del festival, destacó que si bien se trató de un “año difícil”, el único festival clase A de América latina está “más vivo que nunca”. “Hay algunas obviedades que vale la pena decir y que además queremos decir: el cine no existe en ningún lugar del mundo sin apoyo y sin presencia del Estado. Un festival como este no existe en ningún lugar del mundo sin el apoyo y la presencia del Estado”, destacó. “Les guste o no les guste, hay muy larga vida para el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata más allá de quienes estemos circunstancialmente ahora en él”, aseguró durante el acto realizado en la Cancillería argentina, al que asistieron su titular, Santiago Cafiero, y las autoridades de las entidades organizadoras del festival: Tristán Bauer por el Ministerio de Cultura de la Nación y Nicolás Batlle por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), entre otros funcionarios.
Por su parte Pablo Conde, director artístico del festival, señaló que este año recibieron una cantidad récord de películas para su evaluación: unos 5.000 títulos, aproximadamente 800 más que el promedio habitual, de los cuales 300 fueron largometrajes argentinos. “Esto habla de una cantidad de producción increíble a nivel mundial y también del interés que hay sobre el festival, que es mucho y muy fuerte. Pero también de una necesidad de contar y de hacer contra todas las circunstancias que puedan vivirse en el mundo actual, y de un universo creativo increíble, que es el del cine argentino”, afirmó.
El festival contará como siempre con siete competencias, la internacional, la latinoamericana de largometrajes y cortos, la argentina de largometrajes y cortos, la “competencia en tránsito” (work in progress) y “Estados alterados”, que incluye las apuestas cinematográficas más arriesgadas.
La puja por el Astor de Oro a la mejor película estará conformada por producciones de España, Alemania, Perú, Estados Unidos, Corea del Sur, México, Canadá, Portugal y tres de Argentina, entre ellas Elena sabe, el esperado nuevo trabajo de Anahí Berneri basado en la novela de Claudia Piñeiro, en el que Mercedes Morán interpreta a una mujer con Parkinson que investiga la muerte de su hija. Las otras dos son la ópera prima Las almas, de Laura Basombrío y el documental Partió de mí un barco llevándome, de Cecilia Kang.
En la competencia latinoamericana habrá también tres películas argentinas: El castillo, de Martín Benchimol; Las cosas indefinidas, de María Aparicio (que el año pasado ganó la competencia argentina con Sobre las nubes), y El viento que arrasa, adaptación de Paula Hernández de la novela de Selva Almada, con el chileno Alfredo Castro en el papel del reverendo itinerante y la joven actriz argentina Almudena Fernández en el de su hija. A ellas se suman títulos como la brasileña O dia que te conheci, de André Novais Oliveira o la chilena Otro sol, de Francisco Rodríguez Teare.
En la competencia argentina se estrenan la película animada Lava 2 (el nuevo Show del Narciso), del historietista, animador y guionista Ayar Blasco; Carla se pierde en el bosque, de la actriz y escritora Camila Fabbri, y Elda y los monstruos, una historia sobre identidad, amistad y transiciones de Nicolás Herzog. También se podrá ver El empresario, de Germán Scelso, en la que el director, cuyo padre está desaparecido, se junta a conversar con los hijos y los nietos del empresario que su progenitor ayudó a secuestrar en 1976. A ellas se suman, entre otras, La mujer hormiga, de Adrián Suárez y Betania Capato y el documental Lagunas, de Federico Cardone, en el que llegó a participar la referente de la literatura fantástica argentina Liliana Bodoc antes de morir.
Estados Alterados, en tanto, contará con títulos como Orlando, ma biographie politique, la adaptación de Orlando de Virginia Woolf del filósofo español trans y no binario Paul B. Preciado. La competencia también incluye las argentinas El auge del humano 3, de Eduardo Williams, y El polvo, de Nicolás Torchinsky.
Fuera de competencia, la sección Autoras y autores reunirá los últimos trabajos de los españoles Víctor Erice (Cerrar los ojos, su primer largometraje en más de 30 años), Fernando Trueba (el film jazzero de animación Dispararon al pianista, codirigido con Javier Mariscal) y Gonzalo García Pelayo (La próxima película de Carmen Trevilla). También estarán presentes películas de los franceses Michel Gondry (El libro de las soluciones) y Bertrand Bonello (La bestia). Asimismo formarán parte de la selección In Our Day, del coreano Hong Sansoo, La chimera, de la italiana Alice Rohrwacher, y la ganadora del León de Oro en Venecia, la excéntrica Pobres criaturas, del griego Yorgos Lanthimos.
Los directores argentinos también tendrán una amplia presencia en esta sección, que cobijará los estrenos de La práctica, la primera película en casi diez años de uno de los padres del nuevo cine argentino, Martín Rejtman; Mixtape La Pampa, de Andrés Di Tella, en la que el cineasta sigue la huella dejada por el naturalista y escritor inglés Guillermo Enrique Hudson en nuestro país; y Dueto, trabajo conjunto del escritor y cineasta Edgardo Cozarinsky. También será la oportunidad de conocer Eureka, la segunda colaboración entre el cineasta argentino Lisando Alonso y Viggo Mortensen tras Jauja.
En Hora Cero, la sección preferida de los cinéfilos más valientes y noctámbulos en la que se proyectan películas de género, se podrá ver Cuando acecha la maldad, con la que el argentino Demián Rugna acaba de ganar en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña – Sitges y que, tras su estreno en Estados Unidos, llega el 9 de noviembre a las salas comerciales del país. También forman parte del menú dos películas del francés Quentin Dupieux, cuyo trabajo se hizo conocido entre muchos de los seguidores de Mar del Plata en la edición de 2022.
Además, habrá focos como Cine y comics, primera parte, Fantásticas: nuevas voces del cine británico de género y Érase una vez en Georgia, curado por el director georgiano Alexandre Koberidze con algunas de las películas de su país que más lo impactaron. El director de What Do We See When We Look at the Sky? presentará además todas las funciones. A ellos se suman otros, como uno sobre la obra de la actriz y cineasta española de posguerra Ana Mariscal y otro sobre la del argentino Esteban Sapir. También habrá espacio para una historia del cine francés con películas de Jean Vigo, Ousmane Sembene y Agnes Varda, entre otras, así como homenajes a Ana Katz, Bayona y la Cinemateca Uruguaya. Por otra parte, Graciela Borges y Bayona dialogarán con el público en el marco del ciclo Charlas con maestros.
Los amantes del festival encontrarán decenas de títulos más en secciones no competitivas como Panorama argentino, Banda Sonora Original, Las venas abiertas, Súper 8/16mm, Mar de chicas y chicos y ¿Cuánto tiempo es un siglo?, aunque con algunas mermas significativas en cantidad de títulos en algunas de ellas (este año también será bastante menor el número de salas disponibles para las proyecciones). La sección ¿Cuánto tiempo es un siglo?, por ejemplo, inaugurada con gran éxito de público el año pasado y en el marco de la cual se proyectaron en el Teatro Colón películas mudas con un acompañamiento musical en vivo, pasó de cuatro funciones en 2022 a solo una en esta edición. Se trata de la proyección de la copia restaurada de Le Retour a la raison, de Man Ray, con la banda sonora compuesta por el cineasta Jim Jarmusch pero sin acompañamiento musical in situ.
Sin embargo, más allá de esto, el equipo de programación liderado por Conde y conformado por Marcelo Alderete, Paola Buontempo, la periodista de LA NACION María Fernanda Mugica y Francisco Pérez Laguna logró darle forma una vez más a un programa variado y atractivo. Resumiendo: si esta fuera una nota de gastronomía, y no de cine, podría decirse que si bien puede que este año la porción sea más pequeña, el plato se sigue preparando con ingredientes de calidad.
Fuente: Astrid Riehn, La Nación