Adele se encuentra atravesando un gran presente. Mientras que en el plano profesional no para de agotar shows, en el personal está viviendo un apasionado romance con el agente deportivo Rich Paul, con quien planea casamiento y volver a ser madre. Sin embargo, su vida no siempre fue color de rosas. A lo largo de estos años, la cantante se ha caracterizado por ser honesta con su público y hablar de todas esas cosas que la afectan o la afectaron en el pasado. En las últimas horas, una Adele “sin filtro” volvió a aparecer sobre el escenario en uno de sus conciertos en Las Vegas cuando confesó su adicción al alcohol.
“Dejé de beber hará unos tres meses”, dijo la intérprete de “Hello” ante una multitud que la aplaudió por su valentía. Tras confesar que fue “alcohólica al límite” cuando tenía 20 años, la artista confesó cómo es estar sobria en estos momentos de su vida: “Es aburrido. Madre mía, aburridísimo. Quiero decir, estuve literalmente al borde del alcoholismo durante gran parte de mis veinte, pero lo extraño mucho”, indicó en un acto de total sinceridad.
Inmediatamente, la artista explicó cuándo fue que tomó la decisión de tratar su adicción. “Fue tras el confinamiento cuando llegué a beber cuatro botellas de vino antes de las 11 de la mañana. En aquel entonces quería terminar mi disco, pero estaba borracha todo el tiempo”, confesó. Otro de los grandes episodios que la marcaron y la llevaron a tomar las riendas de su vida fue cuando se excedió de bebidas en un bar gay de Londres y terminó bailando en la barra en corpiño.
No es la primera vez que Adele habla de sus problemas con el alcohol. En marzo pasado, casualmente en un concierto en Los Ángeles, la cantante contó que había conseguido perder 45 kilos simplemente dejando de beber. Tiempo antes, le confesó a Oprah Winfrey que había dejado la bebida tras la muerte de su padre, Mark Evans, que falleció en mayo de 2021 a causa de un cáncer de intestino. En ambas circunstancias, la artista admitió que cuando no consume alcohol es capaz de hacer las paces consigo misma aunque “dejarlo” nunca le resultó fácil.
Sin embargo, el alcohol no es la única adicción que padece la cantante y que trata decididamente desde hace un tiempo. El tabaco y la cafeína también se encuentran fuera de su vida desde hace varios meses. “Decidí dejar de tomar café y he tenido migraña toda la semana. Tuve un dolor de cabeza terrible durante dos días. Era como si hubiera un taladro dentro de mi cabeza. Fue más difícil que dejar de fumar, más difícil que cuando querés dejar de beber”, señaló dando cuenta de los síntomas de abstinencia que padeció.
Su hijo, su gran motor
De su matrimonio con el empresario Simon Konecki, nació Angelo, su único hijo que en los próximos días cumplirá 11 años. Por ello, la cantante está planeando una semana de festejos en honor a ese pequeño que cambió su vida para siempre. “Esta semana mi hijo cumple 11 años. ¿Podés creerlo? Tenemos una semana muy ocupada celebrándolo. Él es muy parecido a mí porque me tomo mi cumpleaños muy en serio”, dijo la cantante durante el mismo concierto en el que habló sobre sus adicciones este fin de semana.
Tras asegurar que la celebración durará toda una semana, Adele contó que desde muy pequeño su hijo adoptó esa modalidad “XL” de festejo: “No es tan divertido porque empieza: ‘¿Puedo hacer esto y aquello?’, y yo le digo: ‘Eso es muy caro, tenés 11 años, ¿no deberíamos seguir celebrando una fiesta de té?’. Pero sabés que los niños de 11 años en 2023 son como de 25. Él es más inteligente en todos los sentidos de lo que yo soy y de lo que jamás he sido o seré. Así que supongo que durante esta semana seré una madre acosada”, bromeó quien acaba de reponerse de un cuadro gripal que la mantuvo en cama durante cinco días. “Me enfermé jodidamente. Tengo fobia a los gérmenes. No salí de casa en toda la semana”, agregó la cantante de “Easy on me”.
Fuente: La Nación.