No siempre es necesario apelar a grandes y costosas reformas para renovar el hogar. Según los diseñadores de interiores, esto puede hacerse apelando a pequeños y efectivos trucos. Aquí te contamos algunos para que puedas cambiar el aire de tu casa.
La alternativa más usada es apelar a una mano de pintura. Esto permitirá realizar en pocos días una renovación de los espacios. El color blanco, gris, negro y los tonos tierra suelen ser los más demandados. A ellos, en los últimos tiempos, se le sumó el magenta, uno de los preferidos tanto entre el mundo de los diseñadores de interiores como de alta costura.
Otra posibilidad es el recambio de las cortinas tanto en los dormitorios como en livings y comedores. El lino blanco es un tipo de tela que suma cada vez más adeptos. Este material permite tapar aberturas o marcos deteriorados y, a la vez, sirve para terminar de vestir cualquier sector de la casa.
Los sofás se merecen un párrafo aparte. Este mobiliario es una de las piezas más importantes del living. Su protagonismo puede deberse a dos condiciones, por un lado la estética y por otro la confortabilidad. Se trata de un mueble al que hay que dedicarle mucho tiempo para su elección, ya que -por lo general- permanecerá por unos años en nuestra casa y, además, de ellos dependerá -en gran medida- el clima de las reuniones familiares y/o con amigos. Los más recomendados son los que cuentan con rellenos de plumón, puesto que son mucho más esponjosos y compactos.
Los especialistas sostienen que es bueno elegir sofás atemporales, de líneas rectas y sobrias, éstos suelen adaptarse a cualquier tipo de hogar. Hay que tener en cuenta que existen una gran variedad de sofás. Están los de dos o más cuerpos, los que se hacen cama -de una y dos plazas-, los imponentes y los minimalistas. Los decoradores afirman que siempre es más sencillo optar por piezas atemporales y de líneas rectas (estas características, nunca suelen quedar fuera de moda).
A la hora de elegir la tela es preciso reparar en la calidad. Si se tiene mascotas o niños se recomienda optar por materiales nobles, de limpieza sencilla (deben tratarse de telas lavables) y de gran resistencia. Por su parte, los colores más convenientes son los neutros (los beige son los que dominan la escena), esto le aporta al lugar una sensación de mayor amplitud.
Los colores claros permiten jugar con almohadones, cuadros, alfombras y mesitas, ratonas o auxiliares. Un dato a tener en cuenta es que los apoyabrazos no deberían ser demasiado altos para facilitar el descanso horizontal.
La iluminación es uno de los puntos que no pueden faltar si se quiere cambiar el aspecto del hogar. Muchos decoradores de interiores recomiendan las luces de posición Éstas se ubican de forma estratégica, buscando generar climas y espacios confortables. Otra opción es apelar a las lámparas de pie o a las que se ubican sobre las denominadas mesas auxiliares.
Fuente: Leandro Murciego, La Nación