Secretos de viaje: Brigitte Bardot, Luis Miguel y otros famosos que descubrieron 6 destinos del mundo a los que todos quieren ir

Giselle Bundchen, Elizabeth Taylor o Calvin Klein con sus elecciones de viaje convirtieron a una serie de puntos turísticos en objetivos deseados entre los viajeros.

Cual Indiana Jones de los mapas, la búsqueda de esos sitios que parten la vista con su belleza y dejan sin aire cada vez que los ves, es cada vez más compleja. La globalización no sólo llegó para conectarnos, sino también para compartir esos datos secretos que desde las antípodas llegan a tu teléfono en el mismo momento en que otro los disfruta. Andar la muralla China, poner tus pies en la secreta playa cuasi privada de La Samanna, o desayunar casi mojándote los pies en Cap Juluca, dejó de ser un secreto. Son sitios que se transformaron en deseos de viajeros curiosos y disfrutones, más que es recursos escondidos y conocidos por pocos.

Mykonos
MykonosShutterstock

Muchas de las perlas más apreciadas en las agendas de los turistas fueron una vez destinos desconocidos, sitios sin infraestructura hotelera suficiente para atraer a las masas, pero bastó la presencia de una celebridad que, buscando huir de los flashes y del acoso del público, recurrieron a expertos para encontrar ese sitio que se convirtiera en su refugio para unas vacaciones tranquilas. Con la llegada del astro, el mundo de los paparazzis se preguntaba ¿qué sitio era ese?. Indefectiblemente, los cientos de imágenes publicadas llevaban al punto del mapa al estrellato.

Aquí una ruta de esos sitios, una vez secretos y guarecidos de los flashes, pequeñas locaciones donde habitaba la calma mansedumbre del estilo pueblerino, ahora devenidos en clásicos que se llevan todos los premios cada temporada.

El rincón de BB

Buzios cuajaba perfecto con su inicial para la buena fortuna que la célebre Brigitte Bardot adjudicaba a las suyas. Descubrió sus arenas claras y su mar esmeralda en 1964, cuando soñaba con un tiempo al sol sin demasiados intrusos. La elección del destino estuvo en manos de su por entonces novio, Bob Zagury. Su llegada catapultó al destino al mundo y la antigua villa de pescadores se transformó inesperadamente frente a los ojos de sus humildes habitantes en la Saint-Tropez brasileña.

El perfil de la ciudad incluía a algunos hippies que buscaban una convivencia con la naturaleza y algunos adinerados empresarios de Río de Janeiro que construyeron allí su refugio tratando de huir de los grandes centros urbanos.

Para entonces todo el jet set se quiso hacer una escapada. El sitio casi inhóspito y con hospedajes limitados, se reconvirtió en un punto de turismo internacional capaz de recibir de Bono a la familia real de Noruega.

Todas las celebrities se tomaron su imagen en la tradicional Rua das Pedras y dejaron sus huellas por por el malecón, justo donde hoy una estatua de Brigitte le rinde homenaje.

En sus orígenes Buzios proponía encantos rústicos de Buzios, algo de adrenalina que era bienvenida para los personajes que todo lo tenían. De hecho, todos recuerdan que la limusina que transportó a Mick Jagger en 1976 quedó varada en las calles de arena.

La famosa Rua das Pedras
La famosa Rua das PedrasShutterstock

A pesar de todos los progresos, algo de ese espíritu se conserva en sus más de 20 playas que lograron dotarse de personalidad propia. Los visitantes gozan de posadas y hoteles cinco estrellas, hay deportes acuáticos de todo tipo, taxis que llevan a un recorrido costero y a acceder a aquellos sitios más remotos, se hace ala delta y paracaidismo, golf en un campo de 18 hoyos, Chez Michou sirve los chapes más disputados por los visitantes y los famosos DJs de Ibiza terminan su contra temporada es discotecas como Privilège que define la noche.

Paraíso piernas largas de Gisele Bündchen

Bahía es ese destino colorido y estratosféricamente sincrético entre lo local, la cultura africana y la carga ideológica hispana. Es el espacio perfecto para dejar rienda suelta a ser quien se es y acompasar la estadía con la cadencia de las caderas locales que lucen ese blanco impoluto mágico de sus polleras. En un acantilado, casi escondiéndose del trueno explosivo de Bahía, descansa Trancoso. Un pueblito encantador prendido de la ladera que cae al mar y que guarece las naves de los pescadores. Allí fue precisamente donde Gisele Bündchen decidió esconderse cuando ya era una estrella. Prefirió un sitio recóndito en su propio país. Pero la voz se corrió y primero llegó su coterráneo Neymar, más tarde lo hicieron sus colegas Kate Moss y Naomi Campbell escondiéndose en alguno de los 40 bungalows entre palmeras diseñados por arquitecto brasileño Isay Weinfeld para Fasano, y finalmente la catarata de celebridades se hizo imparable.

Gisele Bündchen en Trancoso
Gisele Bündchen en Trancoso

Centro estratégico de la vida hippie, el día a día transcurría entre artesanías en el pequeño poblado de calles empedradas y de tierra, y la caminata 15 minutos hacia abajo por el acantilado, para llegar a la playa. El progreso convirtió al sitio en accesible cuando una autopista lo conectó a fines del siglo pasado con el aeropuerto más cercano, el de Porto Seguro. Ahora ya exhibe helipuerto y pista privada para aviones donde aterrizan los millonarios paulistas dispuestos a pagar lo que saldría una mansión en la Costa Azul, pero por un refugio rústico que los conecte con la vida local.

La vida se mueve a contracorriente: el sol adormece el espíritu y todo renace con su caída al atardecer. Sus negocios se abren entonces y permanecen abiertos hasta la medianoche. Hoy es considerada la Ibiza del trópico.

Digna de Cleopatra: la llegada de Marlon Brando y Elizabeth Taylor

Mykonos encarnó el mito del sitio al que los dioses quieren viajar para sentirse como humanos comunes. Para los años ´40 la hoy emblemática isla griega, no tenía electricidad, su puerto estaba preparado sólo para los pequeños botes pesqueros, y los visitantes llegaban sólo en búsqueda de soledad y secreto.

Mykonos
MykonosShutterstock

Para los ´50 el sigilo se había perdido y dos figuras pusieron en el mapa al nuevo destino del Mediterráneo: Marlon Brando y Elizabeth Taylor llegaron para ponerle glamour y sofisticación a sus costas. Un poco gracias al acoso mediático y otro poco por sus propias personalidades, ambos encontraron en el lugar cierta despreocupación por cómo lucir o qué hacer, y se enamoraron de esa belleza auténtica y rústica propia de la naturaleza local. Fueron los que invitaron a sus amigos, y empezaron a convertir a Mykonos en el reino del jet set, compitiendo de igual a igual con la Costa Azul.

Los nombres se sucedieron rápido: Aristóteles Onassis, Maria Callas, Jackie Kennedy Onassis, Brigitte Bardot, Jean Moreau, Barbra Streisand, Audrey Hepburn y Grace Kelly fueron algunas de las tapas de revistas que circularon sus playas. El legendario Remezzo, propiedad de Makis y Paola Zouganelis, tenía una mesa reservada para Paul Newman.

Jackie O y Aristóteles Onassis
Jackie O y Aristóteles Onassis

La isla sólo ha crecido desde entonces. Las villas de lujo se agotan en otoño para las vacaciones de la temporada siguiente. Ha sabido dotar a su día a día de una cadencia amable entre el lujo y la bohemia. Sus emblemáticos molinos de viento, el blanco aturdidor de su arquitectura y la increíble luz del Egeo que todo lo embellece, la mantienen en la trilogía de lo más chic del verano europeo.

Nada hay entre Ipanema y Calvin Klein

Vinicius y Jobim ya le había regalado al mundo una poesía increíble sobre las chicas de la playa de Río de Janeiro, para cuando el magnate de la moda Calvin Klein se enamoró de Ipanema. Andaba en busca de inspiración en sitios no tradicionales y de recorrida solitaria. Nadie reparaba en él, pero él si reparaba en la ciudad.

Ipanema
IpanemaShutterstock

Se compró por los años ´70 su primer departamento. Hoy aún tiene uno en Praia do Arpoador. Es un clásico de la ciudad y ama circular por las calles que ondean hasta en el diseño de sus veredas. Es un hombre de toda temporada: le gusta acercarse a oler la playa todo el año. Sus seguidoras Madonna, Victoria Beckham, Kate Moss, Cara Delevigne, Rihanna y Beyonce le siguen los pasos desde la terraza imperdible del reducto oda a la arquitectura brasileña de mediados de siglo, creada por el francés Philippe Starck, al que apodan el “Hotel de las Musas”, el Fasano Río.

La melodía que, junto a Klein, hizo conocida a esta playa invita a hacer lo que se debe aquí: sentarse en la rambla y ver la vida pasar: exóticos, paseantes, locales… todos los estilos sorprenden. Es el sitio perfecto para las puestas de sol en la ciudad desde la mejor terraza frente al mar o el cualquiera de los chiringuitos de la playa. El lugar ya tiene todo, no basta más.

Con la lengua afuera, de Kiss

Cuentan que Gran Turca es uno de los tres posibles puntos a los que arribara Cristóbal Colón en su aventura por llegar al Nuevo Mundo. Sin embargo, las pequeñas Islas Turcas y Caicos, un archipiélago tropical de ocho islas grandes y muchas islas y cayos pequeños, con un total de alrededor de 100 islas, cayos y rocas con nombre, vivieron una existencia osada con piratas y bucaneros, una fuerte industria de la sal, una decena de plantaciones que se poblaron de esclavos provenientes de África que formaron estadounidenses que huyeron luego de la Guerra de Secesión. Para 1980 comenzaron a reconvertirse en destino turístico. Encabezando el éxito que llegaría más tarde fue el cofundador de Kiss, Gene Simmons, quien se hizo habitué. Detrás de él llegaron Penélope Cruz, Justin Timberlake, Julia Ruberts, Bruce Willis y Michael Douglas, todos en busca de las villas privadas de lujo y el entorno pequeño, más manejable a la hora de permanecer anónimo.

Destinos elegidos por los famosos
Destinos elegidos por los famososShutterstock

Grace Bay Beach es la marca registrada de Turcas y Caicos, hoteles de lujo compiten por un pedazo del frente sobre esta playa. Sin embargo, el exclusivo Amanyara Resort en Malcolm’s Road Beach en el Parque Nacional Marino Northwest Point, s reserva para sí un espacio más pintoresco y salvaje. Long Bay Beach es uno de los mejores sitios donde practicar kitesurf, es el sitio favorito de Nicki Minaj y las Kardashian

Fundado desde cero el destino de Luis Miguel

Costa Carreyes fue fundado por el italiano Gian Franco Brignone en 1968. Este turinés, hijo de una familia de banqueros, artista y empresario del real state, sobrevolaba la costa y quedó atrapado por el sitio. Adquirió 12 kilómetros de costa y mil 500 hectáreas de selvas, manglares, acantilados y playas. El primero en adquirir una casa fue el nieto del pintor Henri Matisse, Paul, pero la fama llegó al sitio cuando Luis Miguel a sus 20 años decidió fijar allí su residencia vacacional, sitio que visita al menos dos veces al año.

Costa Careyes en Jalisco, México, es el lugar elegido por Luis Miguel
Costa Careyes en Jalisco, México, es el lugar elegido por Luis Miguel

Curiosas de este idílico puesto, llegaron dos jovencísimas estrellas para hacerse de un pedacito para sí mismas: Cindy Crawford y Salma Hayek.

Sobre el Pacífico mexicano, al sur de Jalisco, fue concebido como un concepto aliado al all inclusive. El aeropuerto más cercano está a una hora de ruta. Desde 1983 funciona allí el Centro de Protección y Conservación de Tortugas Marinas. También esconde un club privado de polo.

Su particular arquitectura es circular, las propiedades han sido inspiradas en las costas europeas, pero exponen los colores típicos de México, con la alegría transmitida en las tonalidades y en las curvaturas generosas de las casas. Aún los herederos de Brignone chequean y aprueban todas las construcciones.

Fuente: Flavia Tomaello, La Nación