En los últimos tiempos, la industria de la hospitalidad experimentó un cambio notable al buscar generar “experiencias” más que simplemente ofrecer alojamiento y servicios tradicionales. En lugares naturales, la autenticidad y la integración con el entorno son más importantes que las grandes estructuras. En medio de este emocionante proceso de renovación, ya son varios los bares y restaurantes optaron por enfocarse en crear lugares que ofrezcan espacios memorables y significativos. En este contexto, los imponentes Cerro Catedral en Bariloche y Cerro Chapelco en San Martín de los Andes se convirtieron en auténticos oasis helados.
Después de cautivar a los visitantes en el Ice Bar de Cerro Castor durante julio, Cerveza Corona inauguró los esperados Ice Bars en estas montañas, creando un espacio donde los amantes de la aventura pueden sumergirse en una experiencia que fusiona la atmósfera invernal con la música de los Corona Sunsets.
Estos Ice Bars o bares de hielo se levantan como puntos estratégicos de la montaña y los centros de esquí, resultado del ingenio de hábiles escultores locales que convierten la nieve y el hielo en auténticas obras de arte congelado. “Trabajamos mano a mano con expertos para poder llevar a la realidad nuestra visión: bares de hielo y nieve a la intemperie, en medio de la montaña”, asegura Catalina Dalton, gerente de marca de Corona Argentina. “La experiencia y expertise de Leonardo Molinari y Roberto Cadenas para la construcción del bar de Cerro Catedral; y de Jorge Belardi para Cerro Chapelco nos permitió montar los bares sin mayores inconvenientes”, señaló la gerente.
Belardi, constructor del Natural Ice Bar de Cerro Chapelco y con más de 25 años de experiencia en la nieve, encontró en este proyecto un emocionante desafío en un territorio familiar pero con un enfoque completamente nuevo. “Las condiciones climáticas y particulares de Chapelco ya las conozco, el desafío era estar por delante de ellas, muy cambiantes en esta zona”, comentó. Desde nevadas bajo cero y lluvias con temperaturas de 5°, hasta días soleados con picos de 15° que podrían derretirlo todo en la montaña, los desafíos estuvieron presentes en toda su diversidad.
En cuanto al proceso creativo, menciona que lo primero fue considerar las referencias de bares construidos en Alemania y Chile, adaptándolos de manera natural a las particularidades del lugar, la vista y el entorno. “Para llevar a cabo este proyecto, mi objetivo fue mantenernos fiel a nuestra experiencia en la construcción de pistas, rampas y circuitos… la nieve manda,” afirmó.
Los detalles de construir con nieve
En cuanto a los elementos de mobiliario, como los sillones, mesas y banquetas, Belardi optó por crear moldes de madera que luego revistió con un material que no permite que la nieve se adhiera, lo que resulta en una experiencia similar a jugar con arena en la playa. Por otro lado, la barra, la cabina del DJ y la pared trasera del bar se construyeron mediante la acumulación de nieve, que luego se esculpió con herramientas específicas, otorgándoles formas distintivas, casi como si fueran esculturas.
Entre los desafíos enfrentados, el constructor destaca la complejidad del planeamiento, la preproducción y la atención constante a los detalles diarios. “Analizar las condiciones de la nieve, interpretar los pronósticos del tiempo y sincronizar todo con el ritmo natural de la montaña requería establecer una fecha límite firme”, asegura.
Por otro lado, Leonardo Molinari, escultor local de la ciudad de Bariloche detrás del Natural Ice Bar de Cerro Catedral, también se basó en un diseño alemán que se había realizado para la marca de cerveza en el invierno pasado.
Con nieve compacta y llevada al punto de congelación como materia prima, el proceso fue guiado por moldes diseñados por Maximiliano Magliano, experto en estructuras. Molinari asegura que el tamaño de los moldes fue crucial para la durabilidad del bar, considerando el desgaste gradual que experimenta debido a las condiciones climáticas. “Dado que el bar está expuesto a la montaña, su volumen robusto prolonga su vida útil”, explica.
En cuanto a los mayores desafíos durante el proceso de construcción, Molinari mencionó que fue “vencer la inercia de animarse”. Y agregó: “Ingresás en un mundo explorado, pero a medias. Hay respuestas que vas encontrando en el proceso, que una vez que se dinamiza es imparable y hermoso”, cuenta el constructor. Destacó que una vez que se obtiene el resultado deseado, la duración depende en gran medida de la temperatura ambiente.
En esta edición especial de los Corona Sunsets en los bares de hielo, el parador Moonplaza en Cerro Catedral cobrará vida el viernes 18 de agosto al son de los DJs Soundexile y Be Saint. Luego, el viernes 25 de agosto, será el turno de Pico Bussoli y Nico Cano. En el parador Pradera del Puma en Cerro Chapelco, el sábado 12 de agosto, Maqui y Maxi Fernández entregarán su energía musical, seguidos por Chapa & Castelo y Axel Sieiro el sábado 19 de agosto. Los eventos comenzarán a las 13:30 hs y concluirán a las 16:30 hs.
Se hace hincapié en la responsabilidad al consumir alcohol, con la entrada solo permitida para mayores de 18 años. Dado el contexto en la montaña, se estableció un límite de tres cervezas por persona, acompañado de agua gratuita.
Fuente: La Nación