El boom de las redes sociales no es ninguna novedad. Tampoco el hecho de que una enorme cantidad de artistas, comediantes e influencers generan contenido en sus sitios de Internet y de esa forma cosechan a diario miles y miles de seguidores con los que intercambian información y “generan comunidad”. A medida que crece su popularidad digital buscan convertir esos seguidores virtuales en personas de carne y hueso dispuestas a comprar un ticket, sentarse en una butaca y disfrutar en vivo de sus shows. Poco a poco la experiencia analógica retoma su magia y el cara a cara entusiasma a las celebrities de YouTube. Cada vez son más los que con su ingenio traspasan las redes sociales y se animan a probar suerte en el teatro convirtiéndose en performers ante un público real.
Más que cualquier generación anterior de estrellas, estos actores tienen una conexión cotidiana e íntima con sus públicos. Comprenden lo que sus fanáticos esperan de ellos y se los dan en YouTube y plataformas de redes sociales como Instagram y TikTok a diario.
Este fenómeno incluye también a figuras que cuentan con varios años de tablas en su haber, pero que fue el impacto de sus redes lo que impulsó sus carreras, su popularidad y su reconocimiento: usaron sus perfiles digitales como un medio y no como un fin en si mismo. Tal es el caso de Federico Cyrulnik que conversó con LA NACION sobre su experiencia en las plataformas digitales. Con trayectoria dentro del stand-up y la televisión define a las redes como un lugar que le brindó comodidad y libertad para explorar ideas y destacó la satisfacción de encontrar contenido que divierte tanto a él como a su audiencia. “Es un espacio adecuado para simplificar lo que hago en el teatro”, asegura.”Como instagramero empecé muy desde los comienzos de la red social. Soy curioso y trato de renovarme año tras año. Eso es algo que me mantiene divertido y creo que a mi público también. Aunque no hay nada como el aplauso en vivo y en directo”, comenta Cyrulnik. Las fechas de sus próximos shows pueden consultarse en su sitio web, en federicocyrulnik.com.
Laila Roth comparte un carril parecido. Estudió improvisación, clown, teatro y se presentó en la tele varias veces en programas como Bendita TV, Hora de reír y Comedy Central y si bien lleva una década presentando sus shows de stand-up en distintas salas, las redes sociales le permitieron aumentar su popularidad de manera exponencial. Hoy, además de publicar videos para sus seguidores en Instagram agota funciones en Madrid, Barcelona, Ámsterdam y Londres y tras vender todas las localidades para los shows que dará en septiembre en el Teatro Maipo, anunció una nueva fecha para el 25 de noviembre. “Trabajo más para el escenario que para las redes. De los shows salen recortes que subimos de a fragmentos y eso termina siendo el contenido. Las redes se van nutriendo de lo que sale en los shows. Yo siempre voy a preferir el vivo porque tiene eso único del presente”. Mucha gente llega a su perfil, conecta con su humor y luego no duda en ir a verla al teatro: “Creo que muchos del público que me viene a ver buscan compartir un lindo momento y divertirse con alguien con quien ya se divirtieron de manera online”. Las fechas de sus espectáculos pueden consultarse en lailaroth.com.ar
Otro es el caso de actores de Reels y TikTok, posicionados como verdaderas estrellas de las redes y el streaming, que suman millones de espectadores virtuales sin siquiera haber experimentado la adrenalina del escenario. Dieron sus primeros pasos en la virtualidad y con un gran caudal de seguidores se animan a dar el salto al vivo. Saben que el ritmo, la espontaneidad y el swing que requiere el teatro los puede expulsar o, por supuesto, enaltecer. ¿El mismo carisma que traspasa las pantallas de los celulares logrará cautivar a las butacas de una sala? A muchos, les preocupa probar su propia performance ante el público de carne y hueso.
Rubén Tuesta es influencer y comenzó creando contenido a través del personaje Cachetes, una inspiración del clásico Quico de El chavo del 8. Hoy cuenta con más de 2.7 millones de seguidores en Instagram y se está presentando en estas vacaciones de invierno en el Teatro Metropolitan, justo antes de emprender una gira por el interior. Sus videos son furor en YouTube Kids y su personaje alcanzó mucha popularidad parodiando las Music Sessions de Bizarrap, en especial con la canción de Quevedo y luego con Shakira. El video de “QuevedoxCachetes”, con su letra, fue todo un hit en la época del Mundial entre los chicos de 6 y 10 años: “Quiero a Messi y me tocó Mbappé”, cantaban sobre la hazaña de conseguir figuritas para sus álbumes. Ese público infantil que sigue su contenido desde el celular lo acompaña ahora con emoción en cada una de sus funciones en el teatro. “Es muy distinto actuar para 600 personas en vivo que hacerlo desde un teléfono. Hay mucha energía puesta en cada segundo de video, pero una puesta teatral es un trabajo que lleva mucha más preparación”, se sincera.
Sobre su experiencia como artista emergente en el mundo digital, reflexiona: “Soy uno de los que pudo darse a conocer en redes sociales y pienso que es una oportunidad que llegó para quedarse. Hay mucha gente pegada al celular en estos tiempos y es una oportunidad de venderte como artista. Ya hay cantantes muy exitosos que nacieron desde un celular. Obvio que todo eso llega después de ser constantes, estudiar, profesionalizar el contenido, ser creativo y empático con la persona que te mira del otro lado”.
De un tiempo a esta parte, dentro de la música urbana varios artistas optaron por producir sus canciones en sus casas. Alcanzaron popularidad primero en el mundo virtual para luego traducir esos seguidores en personas dispuestas a pagar una entrada para verlos en directo. En el caso de la actuación, pareciera no ser tan lineal, ya que no siempre la cantidad de seguidores en las redes sociales se traduce en público de carne y hueso. Hay diferencias entre el consumo de contenido gratuito ofrecido en cantidades innumerables en las redes y el ritual específico que implica asistir físicamente al teatro donde muchas veces se priorizan artistas que han probado su talento en los diversos canales tradiciones.
Mati Spano es uno de los tiktokers más grandes de habla hispana. Tiene 26 millones de seguidores en TikTok y 7 millones en YouTube, pero lo que más lo llena de entusiasmo es presentarse en la sala Pablo Neruda del Paseo La Plaza, que tiene una capacidad para 520 espectadores. “A mí las redes sociales me dieron todo esto, me dieron la oportunidad de mostrarme, me abrieron puertas. Gracias a las redes la gente pudo conocerme. Me parece increíble que en la plataforma puedo ser mi propio jefe sin depender de una castinera ni de una productora. Con las redes puedo armar mi carrerita yo solo y eso lo valoro mucho. Hay muchos artistas que ahí tienen la oportunidad de empezar de cero y crecer cada vez más”.
En tiempos donde el protagonismo de las plataformas digitales parece arrasar con el estatus de los espectáculos tradicionales, el prestigio de pisar un teatro sigue causando su magia. ¿Fugacidad o permanencia? El panorama artístico actual desliza que lo analógico y lo virtual más que dos mundos antagónicos son universos que buscan complementarse cada vez más.
Dónde verlos
Rubén Tuesta
La obra Misión Cachetes cuenta con funciones hasta el 30 de julio en el Teatro Metropolitan. Las entradas están a la venta a través de www.plateanet.com y en la boletería del teatro de lunes a domingo de 10 a 20 horas.
Matías Spano
Mati Spano en vivo se presenta durante las vacaciones de invierno, todos los días a las 17.15 horas en la sala Pablo Neruda del Paseo La Plaza. Las entradas están a la venta a través de www.plateanet.com y en la boletería del teatro.
Fede Cyrulnik
En Buenos Aires se presentará en Paseo La Plaza el 28 de julio y el 11 de agosto. También tiene funciones programadas en Rosario, Mendoza, Santiago de Chile, Montevideo y Paraguay. Las fechas de sus próximos shows pueden consultarse en su sitio web federicocyrulnik.com.
Laila Roth
En Buenos Aires presentará su unipersonal el 21 de septiembre en el Teatro Maipo. Tiene funciones programadas en distintos puntos del país que pueden consultarse en su sitio web www.lailaroth.com.ar
Fuente: Lupe Torres, La Nación