En tiempos cercanos se ha conseguido avanzar en la investigación de un relato, porque la historia de su vida continúa exhibiendo numerosos episodios, que emergen todavía desconocidos, con momentos atravesados por elementos que mezclan mito y leyenda, quizás todos, o muchos, impulsados por su autobiografía.
Eleanora Holiday Fagan nació en un barrio de Baltimore (Filadelfia/Pennsylvania/ Estados Unidos), bajo el signo de Aries, el 7 de abril de 1915. Sus padres eran adolescentes y quedó a cargo de parientes, sin buena reputación. Cuando tenía 10 años la enviaron a una escuela católica, luego de admitir haber sufrido una violación. Un amigo de la familia ayudó a que escapara un par de años más tarde. Por 1927, con su madre se mudaron a Nueva Jersey, posteriormente a Brooklyn y, una vez en Nueva York, además de colaborar en lo doméstico, empezó a prostituirse. Una vida corta pero muy dura ya la tenía atrapada.
El mundo la conoció como Billie Holiday y la “premió” con sus apodos: “Lady Day”, “Queen of Song” o “La Primera Dama del Blues”. Cantante de Jazz aclamada, junto a Sarah Vaughan y Ella Fitzgerald”, como las tres voces femeninas más trascendentes e influyentes del género.
También exitosa e importante compositora. Casi de forma unánime la crítica la señaló: “inigualable y posiblemente la mejor cantante del siglo”. Frank Sinatra, por su parte, la tomó como “su mayor influencia” acentuando sin cuestionamientos que fue “la influencia más importante en el canto popular estadounidense de los últimos veinte años”. A su tema “Strange Fruit”, en 1999, la revista Time lo consagró como la mejor canción del Siglo XX. Su talento y valor artístico se unieron, como la capacidad interpretativa con el dominio y manejo del Swing.
La capacidad de adaptar sus cualidades vocales al contenido de cada canción, ponía en ellas una intensidad sin igual. En muchas oportunidades, surgía del fluir de sus propias vivencias directo a las letras. El tono, absolutamente personal, que sumaba a ellas, vinculó su estilo con intérpretes clásicos de Blues como Bessie Smith o Ma Rainey. En su ya mencionada autobiografía, escribió: “Siempre quise el gran sonido de Bessie y el sentimiento de Pops”) y allí confirmó su “deuda” con Louis Armstrong (Pops), y, asimismo, con quien fue su principal acompañante: el saxo tenor y clarinetista Lester Young.
En el inicio de la década del 30 cantaba con frecuencia en varios locales de Nueva York. De esta manera, en poco más de un par de años, creó los cimientos de su popularidad y comenzó la tarea de armar su trayectoria, El productor John Hammond, la descubrió en el Club Monette’s de Harlem, donde estaba ubicada y cantaba en distintos lugares, habló de ella, en su columna de prensa y pronto llevó a Benny Goodman a una de sus actuaciones. Tras una prueba en los estudios de Columbia, se integró a un pequeño grupo dirigido por el propio Goodman y consiguió su debut profesional el 27 de noviembre de 1933 con la canción “Your Mother’s Son-In-Law”.
Sus primeras grabaciones las hizo en el sello Columbia, hasta 1933, para después proseguir un año con Brunswick. En esta época de los “años principiantes” grabó junto a algunos de los mejores músicos históricos, tales como Ben Webster, Benny Goodman, Roy Eldridge, Johnny Hodges o Jonah Jones, entre otros. Teddy Wilson se encargó de reunirlos y formar así valiosos pequeños conjuntos instrumentales. Registra entonces “If You Were Mine” (1935), “These Foolish Things” y “I Cried for You” (1936), en el formato habitual alta calidad de la época: vinilo a 78 RPM. En simultáneo logra sus primeros éxitos, cantó en el teatro Apollo, debut con el pianista y posterior amante Bobby Henderson, relevante para afianzar su prestigio como vocalista, rumbo a las actuaciones en numerosos clubs de la calle 52 y, regularmente, en Manhattan. Grabando importantes Standards y grandes composiciones propias y ajenas en el resto de su carrera transitó por las discográficas, más la ya citadas, Vocalion Records (1936-1939), Okeh Records (1939-1942), Bluebird Records (1938), Commodore (1939, 1944), Capitol (1942), Decca (1944-1950), Aladdin (1951), Verve (1952-1957) y MGM (1958-1959).
Comparada con otras cantantes de Jazz, según especialistas, tenía una tesitura limitada, de solo una octava. Equilibró esa dificultad con un sentido rítmico implacable, una sutil expresión con inmediatez emocional. Hacia adelante trabajó con estrellas de la talla de Lester Young, Count Basie y Artie Shaw, obteniendo, entre sus pares, un gran respeto. Pero… le estaba prohibido utilizar la entrada principal y debía esperar en un cuarto oscuro, lejos del público, antes de aparecer ante el micrófono. Contaba sobre el sentido del efecto dramático que brotaba en sus interpretaciones diciendo: “Yo he vivido canciones como esa”, más aún, cuando joven cantando canciones livianas y populares, su tono único y la participación de su emoción convertía el momento en algo muy especial.
El problema de adicción a las drogas psicoactivas (nunca se supo con seguridad) lo tuvo usándolas casi toda su vida. Marihuana desde los doce o trece años. Pero la heroína la destruyó. Sin claridad de quién o cómo, se estima que el consumo abusivo fue partir de 1940, Muchos de los sucesos fueron dañados por la dependencia que incluyó el alcohol. Su voz se afectó en sus grabaciones posteriores, el espíritu joven trocó por un matiz de remordimiento que, a pesar de todo, golpeó en otros artistas sin duda. Aún luego de su muerte la influencia llegó a Janis Joplin, Nina Simone, Mariah Carey y Amy Winehouse. En el 1972, Diana Ross protagonizó el film “Lady Sings the Blues”, basada en la obra autobiográfica. En el 87, U2 lanzó “Angel of Harlem”, para rendirle homenaje.
La turbulencia de su vida privada está emparejada con la de sus realizaciones. Se casó con el trompetista Jimmy Monroe en 1941.A la par, mantuvo una relación con el trompetista Joe Guy. Finalmente, divorciada, en marzo del 52, concretó un matrimonio con Louis Mckay, un “justiciero” de la mafia. Como otros en su existencia, era violento, aunque trató de sacarla de las drogas antes de divorciarse. Declaró, sin ataduras, su bisexualidad, lo que animó rumores con consecuentes desmentidos.
Fue arrestada por posesión de heroína y estuvo encarcelada ocho meses; su permiso de trabajo en los clubs neoyorquinos (New York City Cabaret Card) fue revocado, lo que la mantuvo los últimos doce años de vida fuera de esos escenarios. Luego fue víctima de una estafa sobre sus ganancias.
En 1958 se publicó “Lady in Satin”, su trabajo más conocido y penúltimo álbum que completó y publicó en vida. El lanzamiento de “Strange Fruit”, en contra de los linchamientos, con textos como “Southern trees bear strange fruit” (“los árboles sureños cargan extrañas frutas”) le otorgaron un puesto destacado, no sólo en la historia de la música, sino también en la del país. Sus últimos discos (para MGM), destacan “All The Way”, “All Of You y Baby”, “Won’t You Please Come Home?”.
De la voz, descripta cariñosa, dulce, aunque desgastada, experimentada, triste y sofisticada de un tiempo temprano, a medida que creció, con los abusos, cambió el registro en una algo más ronca y sin poder ocultar las limitaciones.
Murió con solo 70 centavos de dólar en su cuenta bancaria y 750 dólares en efectivo. Sobre fines del mes de mayo de 1959, debió ser hospitalizada en Metropolitan Center Hospital por dolores hepáticos vinculados con cirrosis y problemas de corazón, que produjeron estados de coma. El 12 de julio, días antes de su final, la condenaron a arresto domiciliario, nuevamente, por el tema narcóticos, entonces la adicción era calificada legalmente como un crimen. Estuvo bajo custodia policial hasta el 17 de julio, cuando falleció a la edad de 44 años.
La discografía exhibe 46 ediciones en distintos formatos desde cuatro discos 78 rpm, en 1946 para Commodore, hasta el álbum “Billie Holiday” en MGM, 1970. 38 simples/singles: De “Riffin’the Scotch” (1934) a “Lover Man (Oh, Where Can You Be?)” en el 45. Compuso 20 canciones, de las cuales siete nunca se grabaron. Su primer opus fue en 1936 «Billie’s Blues aka I Love My Man» y la última, 1957, «Who Needs You (Baby)».
En la pantalla de los cines apareció en 6 películas desde 1933. La última “Chelsea at Nine”, en 1959. En televisión participó en distintos programas, cantando o como entrevistada. Vale destacar su presencia en varias oportunidades en el original “The Tonight Show, NY”, con Steve Allen con anfitrión.
Entre los premios tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, el ingreso al Grammy Hall of Fame, 6 Grammy más otros cuatro (Mejor álbum histórico) desde su introducción en 1979. En forma póstuma, de igual manera, 6 entradas en el Salón de la Fama y 2 en la Carrera Artística. Ya en el Tercer milenio, fue incorporada al salón de la Fama de las Mujeres de Maryland, el Salón Nacional de la Fama de Mujeres y en el año 2000, incluida en el Salón de la Fama del Rock. Con motivo del Día de la Mujer, por iniciativa She Built NYC, que tiene como objetivo honrar a las mujeres pioneras, en 2019, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció que “La Gran Manzana” instalará una estatua de Billie Holiday.
A un clic de distancia, un video en que Billie Holiday interpreta “Fine And Mellow (Fino y Suave)”, un Standard de Jazz de su autoría, grabado por primera vez el 20 de abril de 1939 para el sello Commodore, aquí registrado en vivo en 1957, con su (Her) All-Start Band integrada por Ben Webster, Coleman Hawkins y Lester Young (saxo tenor), Vic Dickenson (trombón), Gerry Mulligan (saxo barítono), Roy Eldridge y Doc Cheatham (trompeta), Danny Barker (guitarra), Milt Hinton (contrabajo), Mal Waldron (piano) y Osie Johnson (batería). Estas Estrellas ejecutan, alternando con la voz de Billie, “Solos” instrumentales de gran brillantez en una estructura típica del Blues. El “producto” de esta reunión es considerado una de los más relevantes de la historia del Jazz. Publicado en su canal de YouTube por Stephanie Cozy.
Este lunes se cumplen 64 años del día en el que Lady Day emprendió su Gira Eterna. Una manera de tenerla siempre presente.
Cuídense.
Norberto Tallón