Un hombre toma mate en la entrada del supermercado ChangoMâs, en Catamarca. Junto a él, otros toman vino, tocan la guitarra o comen empanadas. Son los personajes recreados por Alfredo Gramajo Gutiérrez en 1940, en la pintura Día de elecciones en el Norte, ploteados ahora sobre la puerta corrediza que recibe a los clientes. Forman parte de la iniciativa federal impulsada por la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes (Aamnba) junto al Grupo De Narváez (GDN) para llegar a nuevas audiencias con el patrimonio nacional.
“Así es más disruptivo”, observa Juan Pablo Quiroga, director de Relaciones Institucionales de GDN, al dar indicaciones sobre la forma en que debería mostrarse otra reproducción de esa misma obra en el pasillo de ingreso a la tienda. Es lo primero que se ve al entrar, frente a las ofertas de galletitas y gaseosas. Justo al lado, una escena evoca las fotografías de la serie Pop Latino de Marcos López: un cubo de cartón anuncia el título del programa, “Mâs arte en todas partes” –con acento circunflejo en la a, como en el nombre de la empresa–, sobre una pila de mantas polares en venta.
“Lo más importante es que estamos formando nuevos públicos, y es una forma de exhibir piezas que actualmente no se muestran en el museo por falta de espacio”, agrega Andrés Gribnicow, director ejecutivo de la Aamnba. Valora también el hecho de que son los propios trabajadores de los supermercados de cinco provincias quienes realizan las visitas guiadas para dar información sobre las obras y sus autores, tras haber recibido una capacitación especial.
“Buen día soy Mónica, colaboradora de la línea de cajas. Les voy a contar sobre este artista al que llamaron ‘el pintor de la melancolía’, y que buscó captar la luz a partir del trabajo al aire libre. Fue uno de los iniciadores de la pintura paisajística argentina”, dijo ayer una de ellas a un grupo de alumnos de quinto grado de la escuela pública 296, que participaron del lanzamiento del programa que durará hasta fin de julio. Abarcará las vacaciones de invierno e incluye un concurso de dibujos inspirados en las obras exhibidas con un premio que entusiasmó a los chicos: cinco órdenes de compra por un valor de 50.000 pesos cada una.
En su breve clase de historia del arte ofrecida entre cubiertas de auto, alfajores y latas de cerveza, Mónica se refería a uno de los dos paisajes pintados por Walter de Navazio en el siglo XIX e incluidos en el recorrido. Éste completa con otras dos obras: Los membrillos, de Augusto Schiavoni, y Mañana de invierno, de Américo Panozzi, exhibida en el sector de heladeras a modo de “experiencia inmersiva”. “La nieve parece real”, comentó sorprendido uno de los alumnos.
Así como la Pinacoteca de los Genios fue el primer contacto con el arte para la rosarina Nicola Costantino, que definió su vocación al ver La mujer del sweater rojo (1935) en la tapa de uno de esos fascículos coleccionables, un paseo de compras por el supermercado podría abrir nuevos caminos para muchas personas que no suelen frecuentar museos. Quienes se quedan con ganas de saber más pueden acceder a los códigos QR impresos en los paneles para acceder a información sobre las obras y sus artistas.
La idea de este proyecto de “llevar la montaña a Mahoma” surgió en 2021, cuando el acceso a los museos todavía era restringido por la pandemia. La Aamnba impulsó entonces, con McDonald’s y Coca-Cola Argentina, la primera edición de su campaña #museoenmovimiento. La primera acción fue instalar en un Auto Mac, a cielo abierto, reproducciones a gran escala de obras del Bellas Artes realizadas por grandes artistas como Martín Malharro, Benito Quinquela Martín, Víctor Cúnsolo y Panozzi.
Estos dos últimos también fueron incluidos el año pasado en la primera edición de “Mâs arte en todas partes” junto con Prilidiano Pueyrredón, Augusto Ballerini y Atilio Terragni. Se exhibieron en sucursales de ChangoMâs en Mendoza, Chaco, Jujuy, Chubut y la provincia de Buenos Aires. Ahora es el turno de Catamarca, Río Negro, Corrientes, Córdoba y San Juan, con obras que “reflejan el color o los colores más representativos de nuestros paisajes nacionales”.
“Atención señores clientes, los invitamos a participar de la muestra de arte”, se escuchaba decir ayer a una voz femenina por los parlantes del hipermercado de San Juan, minutos antes de que se ofrecieran varios shows de canto y baile protagonizados por los empleados de ChangoMâs. A la hora de la visita guiada, una de ellas señalaba a los alumnos de una escuela local que la pintura de Gramajo Gutiérrez está protagonizada por decenas de hombres y una sola mujer: la que sirve las empanadas.
“Abran sus sentidos y observen: digan lo que les provoca esta imagen”, dijo otra frente a Los Membrillos de Schiavoni. “Hambre”, fue la respuesta de un par de chicos. A continuación fueron invitados a servirse lo que quisieran de una mesa de dulces, con distintos platos preparados con esa fruta.
Fuente: Celina Chatruc, La Nación