He leído bastante sobre la vida de Linda Eastman, esposa fallecida de Paul McCartney, pero en ningún caso he encontrado referencias sobre una parte de la misma transcurrida en el distrito de Tres Arroyos y específicamente en la localidad de Micaela Cascallares.
Se trata de una historia oculta de amor y tragedia que no ha quedado registrada en documento alguno, pero que ha sido confirmada totalmente, con algunos matices, por múltiples vecinos del lugar y hasta familiares directos.
Micaela Cascallares es una pequeña población, otrora floreciente, que se encuentra a la vera de la ruta 3, a unos 20 kilómetros de la planta urbana de Tres Arroyos.
Casi rozando su ejido poblado, existe un establecimiento rural perteneciente a una familia de antigua radicación y reconocida inserción comunitaria y que previamente había pertenecido a un descendiente de inmigrantes daneses.
En ese lugar se desarrolló buena parte de la historia que me dispongo a contar y que casi con seguridad podrá completar todos los buenos relatos biográficos escritos sobre Linda Eastman cuando acaban de cumplirse 25 años de su fallecimiento.
La historia
Era la década del 60; el surgimiento del movimiento hippie y del amor libre.
Lucio G. E. (doble apellido) integraba una familia adinerada. Unos dicen que quiso experimentar aquello que se plasmaba en Estados Unidos. Otros, que fue a estudiar a un colegio de Ciudad de Méjico.
Como sea, fue en esas circunstancias que conoció a Linda Eastman y el amor surgió como un torbellino a la par que la revolución hormonal de ambos.
Consecuencia, Linda queda (¿o ya estaba?) embarazada.
Ambos viajaron a la Argentina con la intención de casarse, estableciéndose en el campo familiar, aunque testigos privilegiados también me confirmaron que alternativamente ocuparon una vivienda en Brandsen 880 de Tres Arroyos.
La intención de la pareja de formalizar su relación, encontró una fuerte oposición de la madre del varón, al parecer muy crítica de la “vida disipada” de Linda.
Por algún tiempo, esta se trasladaba en una moto Triumph a comprar los víveres a la planta urbana de Cascallares, recuerdan vecinos del lugar
Mientras tanto, el embarazo continuaba su curso. Al llegar a término se produjo el nacimiento de una niña, procedimiento que tuvo por escenario la mencionada localidad con la asistencia de un reconocido médico de Tres Arroyos, Luciano C.
Al parecer un reconocido y prestigioso escribano, además funcionario público e integrante de la familia, habría elaborado y ordenado toda la documentación manteniendo la reserva que imponía la situación.
Ante la imposibilidad de concretar el propósito de la pareja, la joven con su hija, abandonó el país.
Luego conocería a Paul, pero toda esta parte de la historia ya es conocida en detalle.
Tragedia
Con el viaje de Linda y su hija, no concluye, sin embargo la historia.
Lucio G. E. intentó superar la frustración sentimental, lo que no le fue posible.
Terminó suicidándose.
Algunos conocedores de la historia me dijeron que se arrojó desde un octavo piso de un edificio donde la familia tenía un departamento en la ciudad de Buenos Aires.
Otros, que se pegó un tiro.
Cualquiera sea la circunstancia, el final fue el mismo.
De todas formas los informantes admiten tener dudas sobre los motivos que llevaron al suicidio y se preguntan: ¿sería solo consecuencia del amor frustrado o porque se habría enterado que la niña nacida no era en realidad su hija?.
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