“Lo sentimos, Disney. Super Mario Bros. podría consolidar a Universal como el nuevo líder de la animación”, dice el título de una de las notas de análisis más recientes sobre el comportamiento de la taquilla cinematográfica, publicada en el influyente sitio de información de Hollywood, The Wrap.
El texto explora todo lo que hay detrás de los impresionantes números alcanzados en muy poco tiempo por la adaptación al cine del popular videojuego creado por Nintendo. Por más que estemos apenas en la mitad del cuarto mes del año, la respuesta del público a la llegada de Super Mario Bros: la películaa la pantalla grande es tan extraordinaria que ya podemos hablar de uno de los títulos del año, al menos desde su repercusión.
Las características globales de funcionamiento que adquiere el mercado cinematográfico cada vez que entran a jugar los grandes estudios de Hollywood con sus títulos más ambiciosos extienden este fenómeno a una geografía sin fronteras. Y esas cifras colosales que asombran a los analistas estadounidenses se replican en el resto de los mercados, inclusive aquellos de menor escala frente a los más poderosos, como el argentino. Aquí, en apenas diez días, los primeros desde su estreno, Super Mario Bros: la película alcanzó el millón de entradas vendidas.
Es tan fuerte el actual poder de convocatoria de Super Mario Bros.en el mundo (lidera la taquilla en 25 países, entre ellos el Reino Unido, Australia, México, Italia, España y los Países Bajos) que el fenómeno deja a la vista, como se sugiere en el análisis de The Wrap, un sorprendente giro en el comportamiento de los principales actores de uno de los espacios de la industria del cine más relevantes y productivos: el de la animación.
Mientras Disney, el tradicional y hasta ahora casi invicto dueño del liderazgo histórico en este terreno, enfrenta las consecuencias de una serie de estrenos decepcionantes para su audiencia clásica familiar (las animadas Lightyear y Un mundo extraño, junto a la más reciente producción de Marvel, Ant Man and the Wasp: Quantumania), Universal atraviesa un momento dorado desde 2019 gracias a la seguidilla de éxitos iniciada el año pasado con Minions: nace un villano, continuada desde comienzos de 2023 con Gato con Botas: el último deseo, y ratificada ahora con la llegada de Super Mario Bros.
Alcanza para comprobarlo una mirada a los números de la taquilla argentina. Con 4.565.000 entradas vendidas, Minions: nace un villano ocupa desde 2019 el tercer lugar de la estadística histórica de las películas más vistas en nuestro país desde 1997, año en la que el mercado local comenzó a manejar estadísticas confiables. Solo la superan en convocatoria Toy Story 4 (2019), con inalcanzables 6.635.000, y el primer largometraje de los Minions (2015), con 4.935.000.
Como se ve, el reinado indiscutido de Disney concluyó con la llegada de la cuarta aventura de Toy Story. Desde allí todo fue para Universal, el estudio al que pertenece Illumination Studios, la usina creativa de producciones animadas creada en 2007 por el productor Chris Meledandri. De allí nacieron las andanzas de los Minions y, ahora, de la primera película surgida de una alianza con la compañía japonesa Nintendo. Los números de Super Mario Bros: la película son tan elocuentes que todo el mercado descuenta que de aquí en más esa alianza aportará unos cuantos títulos a la producción animada más importante de Hollywood.
La convocatoria de Super Mario Bros. logró que durante su primera semana en cartel, que incluyó el feriado extendido de Semana Santa, los cines argentinos alcanzaran un total de 1.199.761 entradas vendidas. De ellas, casi el 70% fue para la producción animada que lideró la taquilla. En este segundo fin de semana que estamos atravesando, de características más normales, la concurrencia se mantiene alta en nuestro país para esta película, mientras en el resto del mundo se estima que Super Mario Bros. conseguirá a fines del domingo una recaudación global estimada de casi 660 millones de dólares. Quiere decir que en menos de dos semanas sextuplicó sus costos de producción, estimados en 100 millones. El negocio más redondo de los últimos tiempos en el mercado cinematográfico planetario.
¿Cómo se explica semejante atracción? Los analistas estadounidenses comprobaron que la película va más allá de sus destinatarios naturales en términos de convocatoria. La paleta de colores fuertes y brillantes que identifica a las películas de Illumination, así como una inclinación muy visible hacia las secuencias con abundancia de chistes visuales, parece a priori pensada exclusivamente para los más chicos. Pero los números de boletería indican que una generación más adulta, sobre todo quienes crecieron al contacto con el videojuego original de Super Mario Bros., también se muestra atraída por la película y reconoce en ella las conexiones con la tradición del personaje y su entorno.
Hay un dato que lo comprueba y suele pasar inadvertido. Además, aparece en el mercado argentino. Es casi imposible encontrar en los cines locales, y mucho más a partir de su segunda semana, funciones programadas de los estrenos animados pensados sobre todo para el público infantil en versión subtitulada. Ni siquiera los medios especializados pudieron ver antes del estreno la película con las voces originales de Anya Taylor-Joy, Chris Pratt y Jack Black, entre otros, reemplazados por desconocidos doblajistas de origen mexicano.
Pero en la mayoría de los complejos multipantalla de la ciudad de Buenos Aires y algunos pocos puntos estratégicos del conurbano se mantiene durante la segunda semana en cartel al menos una función diaria de Super Mario Bros: la película en su versión original hablada en inglés y con subtítulos en español.
Algo así no ocurrió en el caso del otro gran éxito del cine animado de Hollywod estrenado este año en nuestro país, Gato con Botas: el último deseo. Al menos nos queda el consuelo en este caso que a Antonio Banderas, el dueño de la inconfundible voz del personaje, también podemos escucharlo en las copias dobladas a nuestro idioma que todavía ocupan la cartelera de algunos cines argentinos.
El éxito de convocatoria de esta última película también merece ser analizado en detalle. Hasta el viernes 14 sumaba en la Argentina, según los números de Ultracine, un total de 2.439.783 entradas vendidas. Gracias a ellas es la más vista en los cines argentinos en lo que va de 2023, superando con bastante holgura a Avatar: el camino del agua, que aparece segunda con 2.143.791. ¿Cuál le sigue en la estadística anual? Super Mario Bros: la película, la tercera en superar el millón de entradas vendidas este año. Llegó a ese lugar en menos de dos semanas, respaldada por un cambio de tendencia que, de continuar, puede convertirse en histórica.
Fuente: Marcelo Stiletano, La Nación