Una de las parejas más adoradas de Hollywood se reencontró y demostró que su cariño persiste a pesar de los años transcurridos desde su historia de amor. Antonio Banderas viajó a Los Ángeles, donde este domingo presentó una de las categorías de los Oscar, y conmovió a sus seguidores al compartir en sus redes sociales una foto “de familia” con quien fuera su esposa, Melanie Griffith, y la hija de ambos, Stella del Carmen.
En la descripción, el actor español, de 62 años, escribió: “Reencuentro con Melanie. Almuerzo en el Polo Lounge del Beverly Hills Hotel con nuestra hija, Stella”. La sorpresiva imagen se volvió un éxito instantáneo y cosechó comentarios de los fans, admiradores de ambas estrellas: “Me alegro mucho que los exesposos se lleven bien. Nunca se sabe cuando se pueden necesitar, como el caso de Demi Moore con Bruce Willis”, escribió un usuario.
La historia de amor y desamor de Antonio Banderas y Melanie Griffith
La ahora expareja fue, en su momento, una de las más amadas y celebradas de Hollywood. El romance entre la protagonista de Secretaria ejecutiva y el ‘Chico Almodóvar’ comenzó en 1995, cuando se conocieron durante las grabaciones de Two Much. Se casaron un año después y como fruto de su relación nació Stella del Carmen. Durante el tiempo que estuvieron juntos se consagraron como uno de los matrimonios más queridos del ambiente. Era habitual verlos compartir momentos familiares con los hijos mayores de Griffith, la también actriz Dakota Johnson y Alexander Bauer, que la estrella concibió con los actores Don Johnson y Steven Bauer, respectivamente.
Por eso, cuando anunciaron, en 2014, que pondrían fin a su relación después de 18 años, la sorpresa desencadenó varios rumores. Se apuntó a los problemas con el alcohol de Griffith, pero después ambos reconocieron que simplemente “se había detenido el motor” entre ellos.
El año pasado, Antonio Banderas fue invitado al programa español de TV Las tres puertas, presentado por María Casado, donde se sinceró sobre sus procesos. También reconoció haber sido muy feliz durante su matrimonio con Griffith y estar orgulloso de la gran familia que habían formado. “Yo reconozco en Stella, en Melanie, en mi hija Dakota, en mi hijo Alexander, en Jesse, a mi familia americana. Mantenemos contacto. A veces siento añoranza”, reveló. Tras su divorcio, el actor se refugió en su trabajo, algo que terminó pasándole factura en 2017, cuando tuvo un ataque al corazón. “Hubo un momento en que vivía montado en un caballo que se llama adrenalina. Y, cuando paré, llegó la bofetada”, aseguró en la entrevista.
También en 2014 conoció a la empresaria Nicole Kimpel, su “nuevo amor”. En mayo ese año, en Cannes, Banderas fue a la fiesta de la firma de joyería De Grisogono en el Hotel du Cap-Eden-Roc. Ahí, las cámaras lo captaron mientras compartía un baile con Kimpel, quien todavía no era conocida en el medio. En una entrevista para Hola!, el actor abordó este encuentro: “Yo era todavía un hombre casado, aunque las cosas estaban abocadas a lo que después ha sido. Una vez los papeles del divorcio estuvieron ya en su sitio, fue cuando empezamos a conocernos, y al tiempo surgió una relación”.
En los Oscar
La última vez que Antonio Banderas y Melanie Griffith habían aparecido juntos fue en 2019, en el estreno de la película Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar, con la que el español también había logrado no solo estupendas críticas, sino repercusión en la entrega de los Oscar del año posterior, cuando fue nominado al Mejor Actor Protagónico por su papel de Salvador Mallo. Su hija Stella del Carmen lo acompañó en esa noche especial, así como su actual pareja.
En la edición de los Oscar 2023, Banderas tendrá un papel importante pero como presentador, al lado de otras estrellas hispanas, como Salma Hayek, con quien compartió los créditos de doblaje en la nominada a Mejor Película Animada: El gato con botas: el último deseo.
Precisamente, el colorido personaje también estuvo entre los últimos posteos del actor en Instagram, quien compartió que en el mismo restaurante donde había almorzado con Melanie y Stella le sirvieron “un interesante capuccino”, con el diseño de El gato con botas sobre la espuma del café.
Fuente: La Nación