A sus 88 años, Ralph Nader cree que sus vecinos del noroeste de Connecticut están cansados de los periódicos digitales. Ellos echan de menos la sensación de tener un diario en la mano para leer noticias sobre su ciudad.
Por esa razón y frente a todos los pronósticos que anticipan que los periódicos locales están muriendo a un ritmo alarmante, el veterano activista participa del nacimiento de uno. En febrero, las copias de la primera edición del “Winsted Citizen” circulan por esta antigua ciudad molinera de Nueva Inglaterra. En él, pueden leerse historias sobre una cooperativa alimentaria recién inaugurada, sobre el cierre de una iglesia metodista tras la escasa asistencia a los servicios y hasta sobre la reparación de un puente centenario.
“Si funciona, será un buen modelo para el resto del país”, afirma Nader, que de joven fue repartidor de un desaparecido diario de Winsted, su ciudad natal. Ahora, el activista divide su tiempo entre Winsted y Washington D.C.
En febrero salió el primer número de The Winsted Citizen (Crédito AP/Jessica Hill)
El último semanario local que se vendió en papel fue el “Winsted Journal” que comenzó en 1996 y debió cerrar en 2017 ya que no logró ganar lo suficiente para mantenerse. Winsted, es una ciudad de unos 8.000 habitantes que ha vivido tiempos mejores. Los lugareños aún hablan del huracán de 1955 que arrasó gran parte de Main Street y acabó con una gran empresa, Gilbert Clock Co. Winsted está rodeado de varias comunidades más pequeñas y más acomodadas, siendo el condado de Litchfield un popular destino de segunda residencia para los habitantes de la ciudad.
Según Nader, desde que cerró el Journal, la gente está perdiendo el contacto con lo que ocurre en el gobierno local y con las noticias que unen a una comunidad: cómo quién se ha comprometido o quién ha dado a luz. “Al cabo de un tiempo, todo se coagula y empiezas a perder tu historia”, afirma y agrega:”cada año que no tienes un periódico local, pierdes esa conexión”.
Nader invirtió 15.000 dólares y contrató a un legendario periodista de Connecticut, Andy Thibault, para poner en marcha el Citizen. Además, trabajan allí 17 periodistas que, según Thibault, “cobran cuando escriben una historia”.
El lema del Citizen es: “Es tu periódico. Trabajamos para ti”. Se publicará mensualmente durante 2023 para luego pasar a ser semanal. Tienen previsto sostenerlo con publicidad, donaciones y suscripciones: 25 dólares durante el resto de este año, y 95 dólares a partir del próximo..
Andy Thibault, editor de The Winsted Citizen, lleva el primer fajo de periódicos (Crédito: AP/Jessica Hill)
“Nader tiene muchas sugerencias, pero no es intrusivo ni marca una postura política”, comentó Thibault, quien ha aprovechado sus contactos para crear un sólido grupo de colaboradores, entre los que se encuentra Bob Englehart, dibujante editorial del Hartford Courant desde hace años. El primer número incluye un extenso perfil de un exitoso entrenador de baloncesto local y una historia sobre un proyecto para pintar un mural de cinco pisos en dos molinos abandonados.
La descripción de Winsted como un desierto de noticias ha molestado a algunos periódicos. Uno de ellos fue Bruno Matarazzo Jr., reportero del Republican-American de Waterbury, quien se burla de Nader recordándole en Twitter que el diario cubre Winsted con regularidad. Waterbury está a unos 45 kilómetros de Winsted.
“Es diferente la cobertura cuando una ciudad tiene su propio periódico que cuando viene un diario a cubrirla”, afirma Janet Manko, editora y redactora jefe de otro semanario de Connecticut, el Lakeville Journal. Ella también escribía en el Winsted Journal antes de que cerrara y afirmó que “el fracaso no se debió a que Winsted no mereciera un periódico”. El Journal es uno de los 2.500 periódicos que han cerrado en Estados Unidos desde 2005, según un informe publicado el año pasado por la Iniciativa de Noticias Locales Northwestern/Medill.
The Winsted Citizen fue muy esperados por los ciudadanos de esta pequeña comunidad (Crédito: AP/Jessica Hill)
“Nader se opone claramente a la tendencia y es digno de elogio”, afirma Penelope Muse Abernathy, autora del informe “The State of Local News”. Ella contó que últimamente recibe con más frecuencia llamadas de personas pidiendo consejo para fundar periódicos. “El enfoque cauteloso utilizado por el Citizen, números mensuales antes de pasar a semanales, ha sido utilizado por otros”, comentó Abernathy y destacó que “hay un mayor reconocimiento de la necesidad de un plan de negocio inteligente, en lugar de un simple proyecto pasional”.
Dado el idilio de Nader con la prensa escrita, resulta extraño que el artículo principal de la edición inaugural del Citizen hable a los jóvenes residentes de Winsted sobre cómo se informan a través de las redes sociales. Según Thibault, tienen previsto desarrollar su presencia en Internet.
La suscriptora de The Winsted Citizen, Ruthie Ursone Napoleone, abre la primera edición buscando el obituario de su padre (Crédito: AP/Jessica Hill)
“Me gusta la prensa impresa. A mis 65 años, todavía me gusta tener un periódico impreso en la mano. La mayoría de las personas de menos de 50 apenas ha tenido uno en las suyas”, afirmó Terry Cowgill, columnista del sitio web CTNewsJunki . Según él, Nader puede aprovechar su fama para obtener subvenciones de fundaciones.
Para repartir el primer ejemplar de doce páginas, voluntarios se desplegaron por la ciudad en un día gélido y una mujer, Ruthie Ursone Napoleone, paró un coche de reparto para pedir más ejemplares ya que el obituario de su padre aparecía en el primer número, su sobrino era citado en otro artículo y en un tercero aparecía su lugar de trabajo. Ella abrazó a la persona que le dio los periódicos extra y afirmó: “ojalá mi padre pudiera leer esto”.
Fuente: AP, Infobae