Después de “Patria”, el escritor español Fernando Aramburu volvió al conflicto en el País Vasco con “Hijos de la fábula”, novela sobre un par de jóvenes que se enrolan en ETA justo cuando la banda separatista vasca decide dejar de matar. Parte junto a “Patria” de una serie bautizada por el autor como “Gentes vascas”, la nueva obra de ficción de Aramburu apareció ayer en España y Latinoamérica.
En ella, dos jóvenes vascos, Asier y Joseba, “radicalizados” y “con la cabeza llena de deseos de gloria y de servir al ideal de su ‘patria’, deciden ingresar en ETA”, para lo que se marchan a Francia en 2011, contó Aramburu en la presentación del libro en Madrid. Pero mientras esperan instrucciones en una granja de pollos, donde huelen “a mierda de gallina”, como dice la frase inicial del libro, les llega la noticia de que ETA abandona las acciones violentas.
Eso da pie a “una situación de absurdo inicial, porque no tienen experiencia, no tienen dinero, ni apoyo social y sobre todo no tienen armas, pero tienen mucha ilusión”, por lo que deciden “después de varias reflexiones, continuar por su cuenta con la lucha”, explica el escritor, nacido en San Sebastián hace 64 años. Lo que continúa son las aventuras de estos aspirantes a militantes de una banda armada que se desmorona, contadas a través
de una prosa satírica, alejada de la seriedad de “Patria”.
El relato “por fuerza es humorístico, pero incluso en contra del papel que ellos juegan, porque no hace falta contar chistes, ni provocar situaciones descacharrantes, porque lo que genera humor es su obsesión por ser
racionales en una situación absurda”, explicó Aramburu.
Para encontrar el tono, el autor dijo haber recurrido principalmente a “la literatura antibelicista y paródica centroeuropea”, con escritores como Franz Kafka, pero también del teatro del absurdo de “Esperando a Godot” de Samuel Beckett, ya que Asier y Joseba están a “la espera de algo grande que no saben qué es”. También citó como referencia la película “El gran dictador” (1940) de Charles Chaplin, e incluso la novela picaresca española, al recordar que el “Lazarillo de Tormes” fue una de sus primeras lecturas. De todas maneras, dijo que al abordar con humor un tema delicado como el de ETA, una banda a la que se le atribuyen más de 850 asesinatos y que se disolvió en 2018, tuvo mucho cuidado al escribir para no “causar daño a quien ya sufrió”. Su intención era ejercer “el humor de abajo a arriba, contra el poderoso, el tirano”, explicó. “Es un ejercicio muy sano el satirizar el totalitarismo, la tiranía, la injusticia”.
Autor de una decena de novelas y de varios libros de cuentos, Aramburu dijo que ya se ha reconciliado con el hecho de ser conocido como el “escritor de ‘Patria’”, tanto así que bromeó con haberle sugerido a sus editores que en las portadas de sus libros sustituyeran su nombre con el de la novela que le dio fama. “Voy a mi ciudad natal y no es raro que alguien me aborde y me diga algo amable y entonces sé que mereció la pena”, dijo Aramburu, quien vive en Alemania desde que a los 26 años se mudó por amor. Editada en 2016, “Patria” fue todo un fenómeno literario, tanto en España, donde se mantuvo entre los libros más vendidos hasta 2018, como internacionalmente, ya que fue traducida a 35 lenguas y vendió decenas de miles de ejemplares Alemania, Italia y Francia. “Patria” fue adaptada como serie de televisión por HBO.
Fuente: Ámbito