Aun cuando todavía no se realizaron las exequias de Lisa Marie Presley –la hija del rey del rock, fallecida el viernes, a los 54 años, luego de haber sido hospitalizada por un paro cardíaco- muchos comenzaron a sacar cuentas de su herencia.
Los beneficiarios del testamento de Elvis Presley fueron su padre Vernon, su abuela Minnie Mae y su hija Lisa Marie. Vernon fue nombrado síndico y albacea. Tras su muerte, la exesposa de Elvis, Priscilla Presley, como tutora legal de su hija, se hizo cargo de la administración del fideicomiso junto con Joseph Hanks, el contador de Elvis, y el Banco Nacional de Comercio en Memphis.Ads by
Elvis murió en 1977, pero Lisa Marie recién a los 25 años tuvo acceso pleno a su parte de la herencia. Eso fue en 1994 y la suma rondaba los 100 millones de dólares. Poco después, la heredera dejó los fondos en manos de Barry Siegel, para que se encargara de administrarlos. En 2004, Siegel la convenció de vender el 85 por ciento de esos fondos que hasta ese momento se manejaron desde Elvis Presley Enterprise, además del uso de la imagen y el nombre de astro del rock. Esto incluyó, entre otras cosas, el manejo de Graceland. Porque si bien la mansión de Elvis y todo lo que allí había pertenecieron a los herederos, la explotación quedó en manos de Robert F.X. Sillerman y su empresa, CKX Inc. quien fue el principal inversor en esta nueva etapa de los negocios de los Presley.
Una década después, a Lisa Marie los números ya no le cerraban. Por eso decidió comenzar una demanda judicial en contra de Barry Siegel. Se sintió afectada económicamente por el administrador. El dato más elocuente, que en ese momento ofrecían los medios dedicados a las celebrities, es que más allá de que el patrimonio seguía existiendo, en su cuenta bancaria había solo 14 mil dólares. Además, durante el divorcio de Lisa Marie de su cuarto y último marido, se supo que contaba con deudas que ascendían a los 16 millones de dólares, y que de ese monto total, al menos 10 millones eran sumas por cuestiones impositivas. El dato surgió cuando, en medio del divorcio de Michael Lockwood, padre de sus mellizas Harper y Finley, el músico le pidió 40 mil dólares por mes como cuota alimentaria de sus hijas; fue entonces que Lisa Marie dio a conocer la suma de sus deudas.
En 2020, con la acción judicial culminada, el Daily Mail informó que Lisa Marie tendría que pagar alrededor de 180.000 dólares por ese juicio. Por su parte, Lockwood dijo, a través de presentaciones judiciales, que sus ingresos habían desaparecido debido a la pandemia de coronavirus y que su exesposa debería pagar sus honorarios legales según las leyes de California que exigen equidad en los procedimientos de divorcio. Mientras tanto, el juicio de Lisa en contra de su ex representante, Barry Siegel, entraba en un impasse por la pandemia.
Para 2018 comenzaron a salir a la superficie otros números que daban cuenta de los apremios económicos. Mientras que la falta de pago al fisco habría sido del período 2012-2015, también se contaba las moras de una hipoteca de 6 millones de dólares de una propiedad en Inglaterra. En ese momento, Lisa echó toda la culpa a Siegel, por haber dilapidado el dinero y utilizados sus bienes de manera “imprudente y negligente”. Siegel, por su parte, respondió que había sido ella la que “malgastó su dinero durante muchos años”; además, dijo que tenía pruebas para demostrar todos sus dichos.
Las canciones de Elvis
De ahora en adelante, los hijos de Lisa Marie (Riley Keough, Finley Lockwood y Harper Lockwood) deberán tomar las riendas de las cuentas que dejó su madre, incluidos los derechos de la música que dejó su abuelo Elvis.
Los derechos de la música de Elvis pertenecen a Universal Music (85 por ciento) y a quienes serán los herederos de Lisa Marie (15 por ciento). A principios de la década del setenta, todos los registros previos a 1973 fueron de RCA Records (actualmente parte de Sony Music Entertainment). Esa sesión la había hecho Elvis en vida, junto a su mánager, Tom Parker, para estabilizar sus finanzas, que no eran las más favorables por esos días. En ese momento, las regalías a futuro de aquellas grabaciones previas a 1973 se vendieron en un acuerdo que alcanzó los 5,4 millones de dólares. Lisa Marie nunca tuvo acceso a esos derechos, solo recibió el copyright de las grabaciones posteriores, y si con el paso de los años solo se quedó con el 15 por ciento fue porque esas canciones también estaban incluidas en el acuerdo que hizo con la firma de Sillerman.
Fuente: La Nación