Todas las actividades pretenden tener un museo que las represente y cuente su historia. Por eso era raro que en todos estos años a nadie se le hubiera ocurrido instituir uno dedicado al rock nacional, sobre todo por el gran alcance intergeneracional que tiene el género. Esa omisión, en parte, será subsanada a partir de este viernes a las 18, cuando se inaugure El Museo del Rock –provisoriamente- en el entrepiso de la Casa de Santa Fe en la ciudad de Buenos Aires (ubicada en 25 de mayo 178), en el marco de la Noche de las Casas de las Provincias.
El proyecto, que tiene carácter de itinerante y reúne memorabilia de diversos artistas fundacionales del rock de autor en castellano, fue presentado en la sede porteña de Santa Fe. En un acto completamente descontracturado, que fue presidido por el ministro de Cultura de Santa Fe Jorge Llonch, el diputado nacional Roberto Mirabella y los productores de la exhibición Juan Carlos Baglietto y Fernando Piedrabuena, la prensa pudo tener acceso a una vista anticipada de la instalación (que luego estará abierta al público general de lunes a viernes, entre las 10 y las 15). Durante el evento, sus hacedores remarcaron el objetivo de la iniciativa: “contribuir a la difusión, el reconocimiento y la valorización del rock nacional mediante la construcción de una narrativa que tiene como eje a la provincia de Santa Fe y en especial a Rosario, donde todo empezó”, en referencia a Los Gatos, considerado por muchos el grupo padre del rock argentino.
La muestra cuenta con una estética íntimamente relacionada al mundo de la música. Consiste en 12 baúles de transporte de equipamiento, al estilo de los flight cases, abiertos de par en par. Estos baúles/vitrinas sobre ruedas contienen objetos especialmente seleccionados, pertenecientes a distintos artistas, desde partituras e instrumentos hasta discos de oro y prendas emblemáticas. Por ejemplo, los visitantes se encontrarán con la guitarra fileteada con la que León Gieco grabó en 1997 su undécimo álbum de estudio, Orozco; el Wincofón utilizado en 1986 para la tapa de Acné, el sexto disco de Juan Carlos Baglietto; la galera usada por Coti durante su presentación en el Teatro Colón, en 2018; el Yamaha DX7 que Fito Páez usó en 1985 para la grabación de su segundo opus, Giros, y su disco óctuple platino por El amor después del amor, de 1992; y hasta un afiche promocional de Los Gatos para el sello RCA, de 1966. También hay elementos recordatorios de la historia de grupos como Pablo El Enterrador, Farolitos, Los Vándalos, Vilma Palma e Vampiros y Graffiti, todos santafecinos.
Una vez finalizada su etapa inaugural en la Casa de Santa Fe en Buenos Aires, el 16 de diciembre, la muestra itinerante llegará a Rosario y desde allí continuará por todos los departamentos de la provincia de Santa Fe con un criterio federal. “La idea es que circule por todas las ciudades, por todos los pueblos y que con el tiempo se vayan incorporando más objetos hasta completar un panorama realmente vasto del rock en la provincia, de los ´60 para acá”, aseguró el ministro Jorge Llonch. “Este proyecto empezó en la pandemia y la primero que hice fue llamar a Juan Carlos, porque nos conocemos mucho y somos amigos desde hace 45 años y porque nunca me olvidaré que cuando un productor lo descubrió en el Café de la Flor (histórico reducto de Rosario) y lo trajo a Buenos Aires a firmar su contrato con la EMI-Odeón, él se negó a ser acompañado en las grabaciones por importantes músicos de sesión locales. Optó, en cambio, por convocar a los músicos de Rosario. Con Fito Páez, Silvina Garré, Rubén Goldín y “El Tuerto” Daniel Wirtz (baterista, hermano de Manuel Wirtz) entre otros, armó una gran selección que luego trascendió el formato de banda acompañante. Es que Juan Carlos fue como un Caballo de Troya, detrás suyo fueron apareciendo todos y revelándose uno tras otros ante el gran público. Por eso, por su gran generosidad de aquel momento, me parecía que esto no se podía hacer sin él”, remarca Llonch, quien –aunque no lo comente- antes de dedicarse a la política fue bajista e integrante, junto a Baglietto, de la banda rosarina Irreal.
El deseo de Llonch es que esta iniciativa santafecina sea replicada en otras provincias. “Por eso invité a este evento a autoridades del INAMU (Instituto Nacional de la Música). Me gustaría que esto sea sólo el inicio del Museo del Rock y que se llegue a conformar un catálogo ambulante del rock nacional con los aportes de todos los solistas y grupos que existieron y existen a lo largo y ancho del país”, concluye. A su lado, Baglietto asiente y adelanta que el viernes, en la inauguración oficial del museo, participará de un recital compartido con Litto Nebbia, Rubén Goldín y otros talentos, que se llevará a cabo entre las 18 y la medianoche y que será, al igual que el ingreso a la muestra, de carácter gratuito. El final de la jornada tendrá otro perfil, más a tono con el festejo por la Noche de las Provincias que con la historia del rock nacional: cerrará una delegación de la ciudad de Vera –famosa por sus carnavales-, de 20 músicos y 16 bailarines, de distintas comparsas.
Fuente: Gustavo Lladós, La Nación