Luego de una larga espera para los fanáticos, la quinta temporada de The Crownya se encuentra disponible desde el miércoles 9 de noviembre a través de la plataforma de streaming Netflix. Esta nueva entrega presentará, tal vez, una de las épocas más escandalosas por la que ha atravesado la familia real británica; entre ellos, la guerra mediática entre el príncipe Carlos y la princesa Diana.
No obstante, si hay un episodio que ha quedado en la memoria del mundo es aquella icónica entrevista a Diana de Gales -interpretada por la actriz Elizabeth Debicki- por parte de la cadena británica BBC, la cual también se verá reflejada en la serie ficticia de Netflix. Pero, ¿qué es lo que sucedió en la vida real en dicho encuentro periodístico con la princesa?
Una caza a la princesa
En noviembre de 1995 empezó el movimiento por parte del conductor del programa Panorama de la cadena británica BBC, Martin Bashir, para conseguir una entrevista exclusiva con la Princesa Diana de Gales. La transmisión de la conversación privada entre la alteza y el periodista se dio el 20 de noviembre; aunque fue grabada días antes en absoluto secreto. A pesar de que Lady Di ya no formaba parte de la monarquía británica, porque estaba separada pero no divorciada del Príncipe Carlos, ella decidió hablar de lo que llevaba ocultando por varios años.
La emisión de la entrevista en Panorama fue vista por 23 millones de personas en todo el mundo e inició con un relato muy sincero por parte de la princesa sobre las presiones que sufrió tras convertirse en parte de la monarquía. “A los 19 años siempre piensas que estás preparada para todo y crees que sabes lo que se avecina. Pero, aunque en ese momento estaba intimidada ante la perspectiva, sentí que tenía el apoyo de mi futuro esposo.Quería desesperadamente que funcionara, amaba mucho a mi esposo y deseaba compartir todo con él. Pensé que formábamos un muy buen equipo”, precisó.
Aunque Diana de Gales no se intimidó ante la gran responsabilidad que conlleva formar parte de la realeza británica, sí esperaba que la prensa detuviera el acoso a la familia. Nada de eso sucedió. “En cuanto a convertirme en reina, nunca estuvo en mi mente cuando me casé con mi esposo. Estaba muy lejos de ese pensamiento. El aspecto más abrumador fue la atención de los medios, porque a mi marido y a mí nos dijeron cuando nos comprometimos que los medios se callarían, y no fue así. Y luego, cuando nos casamos, dijeron que sería tranquilo y tampoco lo fue”, contestó.
Asimismo, dio detalles de lo que era -en ese momento- su matrimonio con el Príncipe Carlos. Siempre recalcando el peso de la prensa sobre sus espaldas, siguiéndolos en cada paso que daban. “La presión de los medios sobre nosotros como pareja fue increíble, y malinterpretada por una gran cantidad de gente. Estábamos visitando Australia, por ejemplo, y todo lo que se oía era ´oh, ella está al otro lado´. Si eres un hombre orgulloso, como mi marido, te molesta si lo escuchas todos los días durante cuatro semanas. Y te sientes deprimido por ello, en lugar de sentirte feliz y compartirlo”. También, aceptó que no se sentía cómoda sobre la preferencia que tenían los periodistas por ella sobre su marido. “Con la atención de los medios llegaron muchos celos, una gran cantidad de situaciones complicadas surgieron debido a eso”, agregó.
Frente a todas las responsabilidades que implicaba este rol en la monarquía británica, Diana de Gales tuvo que hacerle frente y adecuarse al papel. Para ello, aprendió a moldearse para el rol. “Tengo la suerte de haber encontrado mi lugar y soy muy consciente de ello y me encanta estar con la gente. Recuerdo cuando me sentaba en las camas de hospital y tomaba la mano de la gente. Ellos se sorprendían porque decían que nunca habían visto algo así antes, y para mí era algo bastante normal”.
Ella, entre líneas, refirió que al saber que tenía hijos varones, se quitó un problema de encima. “Vengo de una familia en la que éramos cuatro, así que nos divertimos mucho. Y entonces llegaron Guillermo y Harry, afortunadamente dos chicos. Habría sido un poco difícil si hubieran sido dos chicas. Por otro lado, conlleva responsabilidades criarlos, siendo el futuro de Guillermo el que es, y el de Harry como forma de respaldo”, precisó.
Mientras corrían los minutos de entrevista, Diana se mostraba aún más triste y adolorida. Ella tuvo que lidiar con la depresión, la baja autoestima y la bulimia, que repercutieron en su rol como Princesa de Gales. ¿El origen de todo? La situación con su esposo, el Príncipe Carlos. “Había mucha ansiedad entre nuestras cuatro paredes”, sintetizó.
El momento cumbre de dicha entrevista, que sucedió hace casi 27 años, llegó cuando la Princesa Diana contó que su salud, específicamente el problema de bulimia, se incrementó al enterarse que su esposo había retomado su relación con Camilla Parker Bowles, la actual Reina Consorte. De allí surgió la frase que aún hoy se recuerda: “Éramos tres en este matrimonio, así que estaba un poco abarrotado”.
Aun conociendo la situación, Diana optó por continuar con la farsa y mostrarse fuerte ante la prensa; aunque por dentro estaba evidentemente destrozada. “Los medios de comunicación estaban muy interesados en nuestro ‘montaje’. Cuando viajábamos al extranjero teníamos apartamentos separados, aunque estábamos en el mismo piso, así que por supuesto eso se filtró, y causó complicaciones. Pero Carlos y yo teníamos que cumplir con nuestro deber y eso era primordial”, puntualizó.
En la icónica entrevista, Diana de Gales reveló que había permitido que sus familiares y amigos hablaran con el escritor Andrew Morton sobre ella para el libro Diana: una historia real. Ella sentía que, de alguna manera, esto podría ayudar a otras mujeres que se encontraran en una encrucijada similar. “Estaba perdiendo la paciencia, estaba desesperada. Creo que estaba muy harta de que me vieran como un caso perdido, porque soy una persona muy fuerte y sé que eso causa problemas en el entorno en el que vivo”. De igual manera, optó por continuar con los compromisos reales junto a su marido, a pesar de que sus vidas privadas eran un desastre.
Pero la situación se volvió insostenible. Las palabras “separación” y “divorcio” eran constantes en los medios de comunicación. Así que la pareja real decidió firmar una separación en diciembre de ese mismo año, poco antes de que sus hijos regresaran del internado: “El cuento de hadas había llegado a su fin y, lo más importante, nuestro matrimonio había dado un giro diferente”.
Una vez que se transmitió la entrevista completa de Panorama a través de la cadena BBC, los rumores empezaron. Se decía que la conversación con Diana de Gales, donde abrió su corazón de la manera más sincera posible, se había obtenido de manera “deshonesta”. Y, lo que agregó aún más drama a la situación, fue la firma del divorcio de la pareja real tan solo un mes después de la transmisión del programa.
Una jugada sucia
Los rumores alrededor de que la conversación con la Princesa de Gales había sido conseguida a base de mentiras se materializaron después de 25 años. El exjuez de la Corte Suprema, Lord Dyson, lideró una investigación independiente comisionada por la cadena BBC. El resultado, difundido en 2021, fue claro: el entrevistador Martin Bashir fue “deshonesto” y mostró pruebas falsas para conseguir la entrevista.
“Lo que hizo el señor Bashir no fue un acto impulsivo realizado de forma espontánea. Fue planeado cuidadosamente”, se lee en el reporte de 127 páginas. El inicio se dio con el contacto del periodista con Charles Spencer, el hermano menor de Diana. El comunicador le dio a entender que tenía acceso a pruebas que demostrarían una supuesta conspiración contra la princesa, él mismo y la familia Spencer.
El indicio era que su jefe de seguridad, el exsoldado Alan Waller, recibía pagos por espiar a la Princesa de Gales y a su familia. Le entregó, como evidencia, unos extractos bancarios falsos hechos por un diseñador gráfico de la BBC. Asimismo, le aseguró que el secretario privado del Príncipe Carlos grababa las conversaciones privadas de Diana.
Pero, al parecer, Charles Spencer no estaba seguro de la reputación del periodista; por lo que se contactó con un directivo del programa Panorama y este le dijo que Bashir era uno de sus “mejores trabajadores”. Es así que, con dicha confirmación, el hermano de Diana organizó un primer encuentro entre el entrevistador y su hermana para conocer de primera mano la información sobre la supuesta conspiración.
Solo bastaron unas pocas semanas para que Diana de Gales aceptara hablar con la verdad en televisión nacional, desde su apartamento privado en el Palacio de Kensington. Frente al evidente cuestionamiento sobre la táctica utilizada por Bashir para obtener la entrevista con la princesa, la BBC realizó una investigación interna en 1996; pero Martin fue exonerado. Poco después, se enterarían de que el periodista mintió. La última investigación alrededor del actuar del periodista finalmente reveló la verdad y evidenció el encubrimiento de los directivos y la falta de acciones para llegar al fondo del hecho.
Aunque también confirmó que la princesa ya se encontraba muy interesada en dar una entrevista meses antes de establecer contacto con Bashir. “Ella probablemente habría aceptado ser entrevistada por cualquier reportero experimentado con buena reputación en quien confiara, incluso sin la intervención del señor Bashir”, sostiene otra parte del reporte.
La respuesta por parte de los hijos de la Princesa Diana no se hizo esperar. “La forma engañosa en que se obtuvo la entrevista influyó sustancialmente en lo que dijo mi madre. La entrevista fue una gran contribución para empeorar la relación de mis padres y desde entonces ha lastimado a innumerables personas “, subrayó el Príncipe Guillermo. “El efecto dominó de una cultura de explotación y prácticas poco éticas finalmente le quitó la vida”, finalizó Enrique.
Disculpas tardías
Tras emitirse los resultados de dicha investigación, Tim Davie, director general de la cadena BBC, emitió unas disculpas públicas por la manera “engañosa” en la que se consiguió la exclusiva con Lady Di “Quiero aprovechar esta oportunidad para pedirle disculpas públicas a ella, al príncipe de Gales y a los duques de Cambridge y de Sussex por el modo en el que la princesa Diana fue engañada y el posterior impacto que tuvo en sus vidas”, anunció en un comunicado.
“Lamentamos profundamente que la BBC no llegara al fondo de los hechos inmediatamente después de la emisión del programa, donde hubo visibles señales de peligro de que [la entrevista] se había obtenido de manera inapropiada. En cambio, como dijo el propio duque de Cambridge, la BBC falló a la hora de pedir explicaciones más serias. Si hubiéramos hecho nuestro trabajo de forma apropiada, Diana hubiera sabido la verdad en vida. Pero la defraudamos a ella, a la familia real y a nuestra audiencia”, agregó.
Asimismo, remarcó que la cinta de la entrevista a Diana de Gales seguirá formando parte de las grabaciones históricas de la cadena BBC y se utilizará en ocasiones en las que esté justificado. “Serán pocos y separados entre sí, y tendrán que ser autorizados por el comité ejecutivo y estar en el contexto en el que hoy día sabemos que se obtuvo la entrevista”, indicá Tim Davie. Desde este 9 de noviembre se podra ver la forma en que el gigante del streaming Netflix representará este episodio en la historia de la monarquía británica.
Fuente: El Comercio (Perú), La Nación