Pareciera ser que Adele está viviendo uno de sus mejores momentos tanto a nivel profesional como personal. Mientras se enfoca en montar su tan esperado espectáculo en Las Vegas, el cual fue pospuesto de imprevisto a comienzos de este año, la cantante de 34 años afirmó estar más enamorada que nunca y no descartó la posibilidad de volver a convertirse en madre junto a su actual pareja, el agente deportivo Rich Paul.
Durante una entrevista con la revista Elle, cuya portada protagonizará en el mes de octubre, la británica reveló que su sueño es ser una ama de casa. “Soy una ama de casa y soy una matriarca, tener una vida estable me ayuda con mi música”, explicó, aunque también aseguró que hoy su energía está centrada 100 por ciento en el trabajo. “Ahora mismo, todo lo que tengo en la cabeza es Las Vegas. Quiero romperla”, manifestó.
En el mes de enero, cuando faltaban apenas 24 horas para el estreno de su show en la ciudad del juego y del pecado, Adele anunció a través de su cuenta de Instagram que los conciertos programados para enero, marzo y abril se iban a posponer. Para ese entonces, la gran mayoría de los que habían adquirido tickets para las primeras funciones ya estaban en la ciudad o viajando hasta allí, lo que generó una gran ola de críticas y enojos.
“Fue por lejos el peor momento de mi carrera”, le dijo a Elle. “Estaba muy emocionada con esos espectáculos y fue devastador”, añadió. Sin embargo, según contó la artista inglesa, la magia y honestidad que planeaba transmitir durante el concierto no estaba presente en los ensayos. “No había alma”, continuó. “El montaje del escenario no era el adecuado, estaba muy desconectado de mí y de mi banda, faltaba intimidad. Quizá me esforcé demasiado en darle a la gente esas cosas en un entorno tan controlado”, se sinceró.
Durante un ensayo general la noche antes de anunciar la cancelación, la cantante se dio cuenta de lo que pasaba. Frustrada por no hallarse en el espectáculo cortó el micrófono y cantó a capela ante un Coliseo casi vacío. “Esta será la mejor parte del espectáculo”, dijo sobre esa intimidad que percibió de repente. “Para mí, y para ustedes, esto es lo que quiero”, afirmó mirando el enorme venue en donde relucientes efectos especiales estaban preparados para sorprender a la gente. “Y nada de eso pasaba”.
Frustrada tras anunciar públicamente que pospondría los shows, decidió “esconderse”. “Los primeros dos meses fueron muy, muy duros”, dijo Adele. “Me sentía avergonzada, pero en realidad esto hizo crecer mi confianza en mí misma, porque fue algo muy valiente. No creo que mucha gente hubiera hecho lo que yo hice, estoy muy orgullosa de mí misma por defender mis necesidades artísticas”, expresó. “Me sentí extraña al recibir tanto amor cuando había decepcionado a la gente”, añadió sobre lo que sintió al volver a los escenarios.
El mes pasado, Adele compartió las fechas reprogramadas de la residencia: Weekends with Adele, como se llama el espectáculo, comenzará el 18 de noviembre y se extenderá hasta el 25 de marzo de 2023. “Voy a darles lo mejor de mí”, prometió en un posteo de Instagram. “Las palabras no pueden explicar lo extasiada que estoy de poder anunciar por fin estos shows reprogramados”, concluyó hace unas semanas al anunciar cuándo será el debut.
Enamorada
En septiembre de 2021, a dos años de haberse divorciado de Simon Konecki, padre de su hijo Angelo, Adele hizo pública su relación con Rich Paul. Después de fuertes rumores de crisis entre ambos, las especulaciones de que estaban comprometidos comenzaron a circular por los medios. Durante su charla con ELLE, la británica le dijo a la revista que ella “absolutamente” quiere casarse de nuevo.
“¡Bueno! Bueno. Bueno, no estoy casada”, aseguró cuando se le preguntó si el anillo que ha estado usando recientemente es un diamante de compromiso. “¡Estoy enamorada! Soy más feliz que nunca”, expresó para luego hablar sobre su enorme anillo: “No estoy comprometida. Me encantan las joyas de alta gama”.
“Nunca he estado así de enamorada. Estoy obsesionada con él y definitivamente quiero más hijos’, aseguró la estrella.
Fuente: La Nación