En la lucha contra el paso del tiempo, muchas estrellas recurren a cirugías y tratamientos estéticos que les permitan detener el envejecimiento natural del cuerpo. Sin embargo, muchas veces lo que parece ser una solución, termina convirtiéndose en un problema cuando el retoque no queda tal cual se esperaba. A lo largo de los años, fueron varios los famosos que se arrepintieron de haber pasado por el cirujano y expresaron públicamente su deseo de verse más naturales, y disfrutar con orgullo de las arrugas y marcas que deja la vida.
Jane Fonda, la última arrepentida
A sus 85 años, la actriz, activista y reina del aeróbic Jane Fonda ha sido la última de las famosas en hablar del arrepentimiento de someterse a un tratamiento de cirugía estética. “Me hice un estiramiento facial y paré porque no quiero verme distinta. No estoy orgullosa, en realidad, de habérmelo hecho”, confesaba en una entrevista publicada este mes en la edición estadounidense de la revista Vogue. En un alegato a favor de cumplir años, la intérprete se ha confesado porque le gustaría que los jóvenes empezasen a perder el miedo a envejecer: “Lo que importa no es la edad, no es un número. Lo que importa es tu salud”.Ads by
Courteney Cox: “No me di cuenta que se me veía rara”
Courteney Cox ha hablado abiertamente sobre su arrepentimiento tras pasar por el bisturí. En una entrevista para The Sunday Times, la inolvidable Mónica de Friends se sinceró sobre cómo intentó perseguir la eterna juventud de forma infructuosa a través de tratamientos estéticos: “Hay un momento en el que dices: ‘Ay, estoy cambiando. Empiezo a parecer mayor’. E intentas perseguir esa juventud durante años”, reconoció. “No me di cuenta de que se me veía realmente rara con los pinchazos y haciéndole todas esas cosas a mi cara que nunca debí hacerme”. Incluso explicó que, una vez retirados esos implantes, se planteó colgar unas fotos en Instagram para comparar el antes y el después. “Pondría el siguiente mensaje: ‘El día en que te das cuenta de lo que están hablando tus amigos’. Porque la gente hablaría sobre mí, imagino. Llegó un momento en que dije: ‘Tengo que parar. Esto es de locos”.
Nicole Kidman: “Probé el bótox desafortunadamente”
La actriz Nicole Kidman, ganadora de un premio Oscar por su interpretación de Virginia Woolf en la película Las horas, confesó a regañadientes en el diario italiano La Repubblica haber utilizado bótox en el pasado, pero no estar contenta con el resultado: “Nada de cirugías”, expresó pero admitió: “Probé el bótox, desafortunadamente, pero lo dejé y ahora, por fin, puedo mover mi cara de nuevo”. Sobre sus secretos de belleza, la australiana aludió a remedios que no incluían pasar por quirófano: “Siempre llevo crema solar, no fumo y me cuido mediante el ejercicio, estoy muy orgullosa de ello”.
Jessica Simpson y sus labios voluminosos
La cantante Jessica Simpson reconoció en una entrevista con la edición estadounidense de la revista Glamour en 2016 que se arrepentía de haberse sometido a un tratamiento de “restylane”, un gel inyectable para dar volumen a los labios cuyos efectos se diluyen con el tiempo: “Me pareció falso”, comentó la cantante, “No me gustó. Pero… desapareció en torno a cuatro meses después. Mis labios volvieron a ser lo que eran. ¡Gracias a Dios!”.
Cameron Diaz y una experiencia que no piensa repetir
La actriz Cameron Diaz siempre ha abogado por la importancia de aceptar la edad. Prueba de ello es su libro El libro de la longevidad. Vive fuerte, vive mejor; El arte de envejecer bien, que publicó en 2016. En sus páginas animaba a mirar la vejez de manera positiva. Sin embargo, la intérprete confesó en Entertainment Tonight en el año 2014 haber probado en una ocasión el bótox, algo que, como Nicole Kidman o Kim Kardashian, no piensa repetir: “Cambió mi cara de una manera tan extraña que pensé: ‘No, no quiero esto’. Prefiero ver mi cara envejecida a una que no me pertenece en absoluto”. En esa misma entrevista dijo que estaba encantada con sus arrugas de expresión, ya que eran una muestra de lo mucho que se ha reído y se continúa riendo en la vida.
Los sí y los no de Gwyneth Paltrow
La actriz y gurú de estilo de vida Gwyneth Paltrow relató en una entrevista con Harper’s Bazaar que del único tratamiento estético del que se arrepentía era del bótox: “Ya he probado un montón de cosas, me da un poco de miedo pasar por el bisturí, pero pregúntamelo de nuevo cuando cumpla 50 años”, confesó en aquel momento la oscarizada intérprete de 29 años, que en el momento de hablar del tema acababa de cumplir los 40. “Voy a intentar lo que sea. Lo único que no volveré a usar es bótox, porque parecía una loca, ¡parecía Joan Rivers!”, señaló.
Victoria Beckham y lo que no hay que tocarse
En una carta abierta a su yo del pasado, publicada en la edición británica de la revista Vogue en 2017, Victoria Beckham daba una serie de consejos a una joven Victoria, entre los que se encontraba no operarse los pechos: “Deja que tu piel respire, lleva menos maquillaje. Siempre serás adicta a la laca, pero lo moderarás un poco y ya no parecerás recién salida de un túnel de secado. Probablemente debería añadir: no te toques los pechos. Todos estos años he estado en negación. Es estúpido, un síntoma de inseguridad. Simplemente, celebra lo que tenés”, decía la ex Spice Girl y actual diseñadora de moda.
Jamie Lee Curtis, una cirugía y el comienzo de una adicción
Jamie Lee Curtis, la estrella de la saga Halloween, tenía bolsas bajo los ojos: “Siempre he tenido los ojos hinchados. Si ves fotografías mías de niña, siempre parecía que no hubiese dormido”, confesó en una entrevista para Variety. Una noche, rodando una escena con una potente iluminación, el camarógrafo a cargo dijo que no podía rodar ese día debido a las bolsas de Lee Curtis. Debido a esto la actriz se sometió a una cirugía para quitárselas. Durante su recuperación, le recetaron un potente opiáceo para aliviar su dolor y ahí comenzó su adicción. Ahora Lee Curtis lleva más de 20 años sobria y es especialmente crítica con la cirugía plástica y la excesiva presión que se ejerce sobre las mujeres: “Esta tendencia actual de rellenos y procedimientos sencillos, esta obsesión por los filtros, las cosas que hacemos para ajustar nuestra apariencia en Zoom… todo esto está acabando con generaciones de belleza”, confesó en una entrevista en el programa Today. “Una vez que te tocás la cara, no la volvés a recuperar”, remarcó.
Linda Evangelista, irreconocible
La que fuera una de las top model más relevantes de los años 90, Linda Evangelista, se alejó de los focos durante un largo tiempo sin decir nada. Finalmente, en septiembre de 2021, Evangelista decidió contar lo que le había sucedido en un largo texto en su perfil de Instagram: había tenido un problema con un tratamiento estético que la apartó de la vida pública al, según ella, “dejarla completamente deformada” e inhabilitada para ejercer su profesión. “A todos mis seguidores, que se han preguntado por qué no he trabajado mientras que las carreras de mis colegas han ido en ascenso, la razón es que estaba brutalmente desfigurada por el procedimiento de lipoescultura, que hizo lo contrario de lo prometido”. El ‘Cool sculpting’ o lipoescultura es una técnica alternativa a la liposucción -supuestamente menos invasiva y sin postoperatorio- que elimina grasa localizada mediante la congelación de células. En su caso, el tratamiento no funcionó. “Me han dejado, como ha descrito la prensa, irreconocible”. El mes pasado cerró esa etapa al poner punto final a la demanda que interpuso a la empresa que le causó el problema.
Melanie Griffith y un rostro diferente
Melanie Griffith, uno de los rostros más reconocibles de finales de los años ochenta y principios de los noventa gracias a películas como Secretaria ejecutiva o El inquilino, reconoció en una entrevista con la revista Porter en 2017 que todas las cirugías a las que se había sometido “durante más de dos décadas” le habían cambiado completamente el rostro. “No me di cuenta hasta que la gente comenzó a comentarlo. ‘¡Dios mío, ¿qué se ha hecho?’. Eso me dolió mucho. Fui a un médico diferente y él comenzó a disolver toda la mierda que la anterior doctora me había puesto en la cara. Por suerte, ahora me veo más normal”, dijo.
Mickey Rourke y el cirujano equivocado
Mickey Rourke protagonizó titulares tras su resurgimiento con la película El luchador, dirigida por Darren Aronofsky en el año 2008 y que le valió una nominación a mejor actor en los premios Oscar. Años más tarde, numerosos medios alertaron de que Rourke estaba “irreconocible”, convirtiéndose incluso en motivo de burla en las redes sociales. El motivo de este cambio, según él mismo relató al diario británico Daily Mail en 2009, es que durante el rodaje del film se rompió la nariz dos veces: “Tuve que someterme a cinco operaciones para tratar de arreglarme la nariz y un pómulo destrozado”, dijo entonces y agregó: “La mayoría de las operaciones fueron para tratar de reparar el desorden en el que se había convertido mi cara debido al boxeo… pero fui al tipo equivocado”.
Jennifer Grey y “la cirugía del infierno”
Después del éxito mundial de Dirty Dancing a finales de los años ochenta, la actriz Jennifer Grey pasó por el quirófano para operarse la nariz. El problema es que esa nariz se había convertido en una de sus señas de identidad. “Entré en quirófano siendo toda una estrella y salí de allí convertida en una persona anónima”, reveló a The Mirror en el año 2012. “Fue la cirugía del infierno. Siempre seré esa actriz que un día fue famosa y a la que ya nadie reconoce porque se operó la nariz”, señaló.
Fuente: La Nación