Hay enemistades entre estrellas de Hollywood que se convirtieron en mito. La mala relación dentro y fuera del set entre Bette Davis y Joan Crawford ocupó un espacio destacado en los medios durante años y con el tiempo se convirtió en el argumento principal de la serie Feud. Sin embargo, hubo otras peleas igual de relevantes que, quizá por tratarse de caballeros y no de damas, o porque cuando ocurrieron sus protagonistas todavía no habían alcanzado la cima de sus carreras, pasaron casi desapercibidas. Ese es el caso de dos de los actores más importantes de finales del siglo pasado y principios de este: Sylvester Stallone y Richard Gere.
Exactamente una década antes de que se estrenara Reto al destino, el film que lo catapultó a la fama, Gere tuvo una gran oportunidad en la pantalla grande. En 1974, el actor recibió la propuesta de participar de The Lords of Flatbush, un film coral centrado en las vivencias de un grupo de jóvenes motoqueros de la década del 50. Entre sus compañeros de elenco se encontraban jóvenes actores con prometedoras carreras como Stallone, Henry Winkler y Paul Mace. Por supuesto que Gere aceptó, pero la experiencia no terminó como él esperaba.
Según explicó Stallone en una entrevista, desde el momento en que vio a Gere por primera vez sintió una “aversión inmediata” por él. “Se pavoneaba con su chaqueta de motociclista de gran tamaño como si fuera el tipo más malo de la mesa redonda”, describió.
Stallone, que todavía no le había prestado su cuerpo ni a Rocky Balboa ni a Rambo, también buscaba hacerse un lugar en Hollywood. Por eso, más allá de que su compañero de elenco no era exactamente su persona favorita en el mundo, intentó que la convivencia en el set fuera lo más armónica posible. La paz se terminó pronto y, en este caso, la causa no fue una guerra de egos, sino un simple trozo de pollo.
“Estábamos ensayando en Coney Island y llegó la hora del almuerzo y decidimos tomar un descanso. Hacía frío, así que me senté en el asiento trasero de uno de los autos de la producción. Mientras yo comía mi pancho, él se subió con medio pollo cubierto de mostaza y con grasa casi goteando del envoltorio de aluminio”, recordó el actor de Los indestructibles. “Esa cosa va a chorrear por todos lados… Si me cae en los pantalones, te vas a enterar”, le advirtió a su colega. Gere lo miró, le sonrió y le respondió. “No te preocupes por eso”.
Al ver que, efectivamente, la salsa cayó sobre su pantalón de jean, Stallone enfureció. “Le di un codazo en la cabeza y básicamente lo empujé fuera del auto”, recordó el actor, sin remordimiento. Y continuó. “El director tuvo que tomar una decisión: uno de nosotros tenía que irse. Y yo fui el que se quedó”. Efectivamente, Gere fue despedido y reemplazado por el actor Perry King.
El tiempo pasó y el destino quiso que ambos se convirtieran en estrellas. Tal vez por propia decisión, o quizá también porque brillaron en distintos géneros, no volvieron a cruzarse en los sets. Pero en 1994 se vieron nuevamente las caras en una ocasión muy particular.
Según relató Elton John en Me, su autobiografía, Gere y Stallone terminaron nuevamente a los golpes, y esta vez, fue por una mujer: nada menos que Diana Spencer, la princesa de Gales. El episodio ocurrió en la casa del músico, en medio de una cena en homenaje al encargado de Walt Disney Studios, Jeffrey Katzenberg, quien le había encargado realizar la música de la película El Rey León.
“Richard y Diana entraron en confianza rápidamente”, escribió el músico, asegurando que en ese entonces Lady Di ya estaba separada del príncipe Carlos y que Gere también había terminado su relación con la supermodelo Cindy Crawford. “Mientras el resto de nosotros conversaba, no pude evitar notar una atmósfera extraña en la habitación. A juzgar por la forma en que los miraba, la floreciente amistad entre Diana y Richard no le estaba cayendo muy bien a Sylvester”, rememoró. “Creo que él llegó a la fiesta con la intención de conquistar a Diana, pero se dio cuenta que sus planes estaban arruinados”.
Cuando llegó el momento de sentarse a comer, John recuerda que tanto Gere como Stallone desaparecieron del lugar. Fue el actual esposo de Elton, David Furnish, quien encontró a los dos actores “enfrentándose el uno al otro, con la intención de disputarse la atención de Diana con los puños”.
Si bien Furnish logró separarlos, Elton asegura que la tensión entre los tres se mantuvo el resto de la noche. “Después de cenar, Diana y Richard volvieron a ocupar sus lugares en los sillones frente al fuego, mientras que Sylvester se fue a su casa”, escribe John y asegura que le escuchó decir a Stallone lo siguiente: “Nunca hubiese venido si sabía que el maldito príncipe encantador iba a estar allí”.
Fuente: La Nación