Planes para niños hay miles en estas semanas de vacaciones, pero el desafío a la hora de elegir es que también interesen a los grandes. Las artes visuales son paseos para todo público, sorprendentes, emocionantes y que invitan a pensar a cada uno según su edad. Además, se vuelven tema de conversación por largo tiempo. En todos los museos hay que consultar en sus respectivas páginas web los horarios de actividades específicas para chicos, pero las muestras tienen amplio rango horario, generalmente la entrada es gratis y una ventaja más: permanecen abiertas más allá de estas dos semanas.
Rebelión de escobillones
En medio del gran hall, crece un arrecife de cepillos que se puede recorrer. En el jardín de invierno la araña fue reemplazada por una nube de cepillos de techo que se usan para sacar telas de araña. En otra sala, aparecen dos ñandúes de plumeros. En la sala de baile, desfilan trajes hechos con repasadores, franelas, trapos de piso. La retrospectiva de Gaspar Libedinsky en el Museo Nacional de Arte Decorativo, Casa Tomada, es divertida, sorprendente, disparatada, creativa si se piensa desde la mirada de un chico. “La muestra trata sobre cómo invadir un palacio intocable”, dice el artista.
A los grandes, los invita a pensar en cómo los objetos pueden cambiar de función y de valor, según cómo se los mire. “Intento revelar el deseo intrínseco de los objetos cotidianos por una vida más elevada”, explica. Todos los días se izan los 19 trajes de vestir del Monumento al Hombre Común, una pirámide de trajes que está en la entrada. A las 17, se puede ver cómo colapsan sus nueve metros.
Miércoles a domingos, de 13 a 19. Taller de Creación de Especies Extraordinarias, 20 y 27 de julio a las 15. Taller Experimental de Nubes, 22 y 29 de julio, a las 15.
Lo que esconde la lava y la tierra
Caminar alrededor de una erupción volcánica, donde crece una nube negra. Descubrir figuras humanas en el magma. Una experiencia inquietante y de fábula propone Eduardo Basualdo en Pupila, la instalación que se puede ver en el Museo de Arte Moderno. El paseo fantástico sigue en el subsuelo, donde la artista Delcy Morelos creó un laberinto con 23 toneladas de tierra. Hay perfume a canela, clavo de olor y café. La obra se llama El lugar del alma, y está compuesta con turba de Tierra del Fuego con la misma técnica milenaria que se usa para construir casas de adobe. “Cuando estamos en diálogo con la naturaleza, podemos acceder a sus secretos”, aconseja la artista.
Entrada general: $50; miércoles gratis.
El misterio del infinito
“¿Qué es el infinito?”, se pregunta el artista y escritor Pablo Bernasconi. “Es el ojo de un artista justo antes de empezar a dibujar”, responde en su libro El infinito que ahora es también muestra en el Centro Cultural de la Ciencia. Están los collages y dibujos del autor y también artefactos e instalaciones que intentan acercar a esa pregunta inasible: una incontable sopa de letras, una mirilla para asomarse a un cubo de espejos eternamente repetido…
“Cuando el intelecto intenta describir el infinito, los números no alcanzan, las fórmulas se despedazan, surgen las paradojas, y sobreviene la angustia. La poesía, en cambio, propone un acercamiento a escala humana”, explica el artista que dedicó tres años de trabajo, buceando en las profundidades de la ciencia, el arte, la mitología, la religión, la poesía y la abstracción.
Hasta el 9 de octubre, los viernes, sábados y domingos, de 12 a 19. Entrada gratis.
De cuadros a esculturas
La nena descalza de La Urpila, pintura emblemática de Ramón Gómez Cornet, salta de la pared al piso y agarra un carrito de cartonera, carga a su perro, sus cacharros, una bolsa de choclos y un pequeño obelisco. El prodigio ocurre en la muestra del maestro Juan Carlos Distéfano, que lleva a esculturas en poliéster reforzado y resina las grandes pinturas de la historia del arte. En La memoria residual, en el Pabellón de Exposiciones Temporarias del Museo Nacional de Bellas Artes, hay obras muy reconocibles, como el jarrón de girasoles de Van Gogh, que se corporiza y se estrella en el piso, o la sillita amarilla de El dormitorio en Arlés. En la pared hay figuritas de las obras de referencia.Después, recorrer las muestras permanentes del museo mayor es siempre el mejor plan. En el segundo piso, además, hay una muestra de Ides Kihlen, la artista que este mes cumplió 105 años.
Hasta el 31 de julio, con entrada libre y gratuita.
Pareja de artistas
Durante más de 50 años, Yente y Juan Del Prete no solo compartieron su vida como pareja, sino que además intercambiaron ideas en torno al arte. Ver 150 obras juntas de los dos, en la muestra Vida venturosa de Malba, permite leer esos lazos profundos visibles en el diálogo entre sus pinturas, esculturas, tapices, dibujos y libros de artistas. Para los chicos, se sumaron dos obras especialmente para las vacaciones, retratos de familia que estarán en la sala pedagógica para inspirar actividades. Se trata de Retrato recuerdo nº 4. El sulky, mamá y los tres menores, de Yente, de 1972 y La familia, de Del Prete. “Los niños de la computadora: la visita”, se llama el taller en el que los chicos trabajan con las mismas técnicas que la artista. Claro que la colección permanente del museo tiene grandes atractivos, como las obras de Frida Kahlo, Tarsila do Amaral, Antonio Berni y Xul Solar: imperdibles.
De jueves a lunes de 12 a 20, miércoles de 11 a 20. Entrada general: $700. Los miércoles, la entrada general es de $350, y para estudiantes, docentes y jubilados, sin cargo. Visitas guiadas incluidas en el ticket de entrada, los lunes, miércoles, viernes y sábados a las 17.
Ciencia y arte en Tecnópolis
En sus más de 50 hectáreas, el Parque de Villa Martelli recibe con propuestas para aprender sobre arte, ciencia y tecnología. Entre dinosaurios, pistas de skate y cohetes, hay historia argentina con Zamba y Nina, y exploración para los más chicos, en serio: a partir de los seis meses. Hay tres grandes muestras interactivas sobre artes digitales, el mar y el espacio. En el pabellón de Untref, Soberanía de la percepción, curada por el artista y científico Pablo La Padula, va del experimento a la obra de arte suya y de contemporáneos como Andrés Denegri y Gabriela Golder, para desmontar ideas sobre cómo percibimos el mundo. A través de preguntas y ciencia intuitiva con microscopios, linternas, lupas, prismas que descomponen la luz, dibujos con sombras y zoótropos, se llega al arte. “La percepción es subjetiva: no viene dada por naturaleza sino que uno la puede objetivar, manipular y amoldar a la propia vida”, invita La Padula.
En vacaciones, de miércoles a domingos de 12 a 19. A partir de agosto, podrá visitarse de jueves a domingos. La entrada es gratuita.
Salas inmersivas
Imagine Van Gogh, en La Rural,baterécords de espectadores. Caminar envuelto en imágenes es conmovedor. Las entradas, que cuestan tres mil pesos para los adultos y dos mil para los menores de 12 años, se venden en bloques de “funciones” de media hora con aforo limitado.
Pero esa no es la única muestra inmersiva que se puede visitar. En el en el segundo piso del Centro Cultural Kirchner (Sarmiento 151), está la muestra Piazzolla 100, con acceso libre y gratuito. En tributo al centenario del nacimiento del gran músico, se proyectan retratos y bandoneones a gran escala y suena Adiós, Nonino. El sonido envuelve a los espectadores y las imágenes se suceden sin pausa en paredes, piso y una pantalla.
De miércoles a domingos, de 14 a 20. Entrada libre.
Tardes Clave 13/17
El Centro Cultural Recoleta pone el foco en los adolescentes, con sus Tardes Clave 13/17, propuesta creada por y para chicos y chicas de 13 a 17 años, con performances, talleres, lecturas, batallas de rap, poemas, recitales, teatro, danza e invitados especiales. Este mes, charlas, karaokes, Cultura Rap, DJ’s y recitales. Para ver, Terra incógnita es un territorio inexplorado, imaginado por los artistas Renata Schussheim, Emilia De las Carreras, Dana Ferrari, Nazareno Pereyra y Ramiro Quesada Pons, donde se cobijan nuevas mitologías, seres y comunidades.
Martes a viernes 12.30 a 21, sábados, domingos y feriados de 10.15 a 21. Todas las actividades son gratuitas.
Makarius en el Cabildo
Para ver imágenes de la Buenos Aires de ayer hay que ir al Cabildo (nunca está mal visitarlo), en plena Plaza de Mayo, donde La imagen generosa reúne la obra del fotógrafo y artista Sameer Makarius, tomadas entre los años 1953 y 1968. Incluye parte de su obra fotográfica, objetos de su laboratorio, sus cámaras y numerosos documentos.
De miércoles a domingo de 10.30 a 18.
Rock en el Histórico Nacional
“Los 80. El rock en la calle” es una exhibición ideal para las familias con adolescentes y fans de la música nacional. En sus diferentes salas del Museo Histórico Nacional, la muestra recorre los hitos del rock local en la década de 1980. Hay instrumentos, discos, fotografías, vestuario, afiches. La parada obligada para sacarse fotos es el mural con la tapa del disco Clics modernos, de Charly García.
Fuente: María Paula Zacharías, La Nación