Talento proviene del latín talentum, y este del idioma griego τάλαντον, plato de la balanza, peso. La etimología de esta acepción del término, destaca el hecho de que existió una unidad monetaria del mundo antiguo, el talento, que adquirió fama por su mención en una de las parábolas de Jesús: la parábola de los talentos (Mateo 25:14–30; Lucas 19:11–27).
La Real Academia Española, nos dice que el talento tiene que ver con la inteligencia, entendida como capacidad para entender, y con la aptitud, entendida como capacidad para hacer.
El talento suele entenderse como una expresión de la inteligencia emocional y suele estar asociado a alguna habilidad innata y/o heredada y, una vez que se identifica, ya sea por observación propia o ajena, se deberá buscar la forma de convertirla en valor.
Será necesario observar y cumplir algunas pautas:
Habilidad: «Saber hacer». Deberá aludir, al menos a una habilidad tangible, que ya se posee.
Capacidad: «Poder hacer». Hay que saber sacarle partido a esa habilidad en los contextos adecuados.
Actitud: «Querer hacer». La voluntad y la motivación y elegir hacerlo es lo que marcará la diferencia
Circunstancias: «Que te dejen hacer». Va a necesitar un espacio para desarrollarse y para manifestarse.
Identificar el talento no es suficiente. Al igual que un diamante en bruto, si no se pule poco reluce.
Es una cuestión de actitud, afirma Noelia, estar decididos a encontrar nuestro talento, ya que conocerlo nos lleva a encontrar nuestra propia esencia.
Los talentos son los dones, son las herramientas que traemos para desarrollarnos en esta vida. Descubrirlos es nos lleva a descubrirnos a nosotros mismos.
Muchas veces, cuando nace un niño, se tiende a hacer que se adapte a las familia o a la sociedad sin reparar en los dones naturales que esta pequeña personita trae consigo.
Vemos como por generaciones y generaciones se repiten profesiones entre abuelos, padres e hijos. Esto suele ocurrir cuando un abuelo se conectó con su propósito de vida y la magia se manifestó en su vida se piensa que sus descendientes repetirán la fórmula para que sean igual de exitosos. No siempre es así, si bien es una misma sangre es otro el espíritu; si su descendiente vino a cumplir un destino distinto no podría ser feliz repitiendo los pasos de su abuelo.
Solo descubriendo nuestro propio propósito de vida, conectando con nuestra chispa divina, llegaremos al máximo triunfo, a la máxima felicidad, a la máxima luz, a conectar con nuestro máximo potencial.
Este descubrimiento muchas veces implica ir en contra nuestros límites, miedos, conocimientos. Salir de nuestra zona de confort y estar decididos a crecer y a superarnos.
La única forma de conocer nuestro potencial es tener el espíritu iluminado y para esto es clave conocer nuestros talentos. El camino de luz genera plenitud y sanación.
Desde los hábitos saludables, la señora Ester Poelstra propone descubrir tu talento como tu materia prima, para desarrollar tus fortalezas.
Sentarte a observarte y definir un punto de partida. ¿Dónde te sentís bien? ¿Qué te divierte? ¿Con qué o quién lo pasas bien? Pensá en esos espacios donde te sentís bien, feliz, ahí está tu talento. Donde sentís que podés ser auténtico.
Tenemos que poner atención en descubrir cuáles son nuestros talentos, enfocándonos en los juegos que organizábamos en la niñez. Mirate de niño.
Prepará una lista de esas cosas que sentís que te salen con naturalidad y empezá por fortalecerlas. Preguntale a otros, cuáles consideran ellos que son tus talentos?.
Agradecer los dones y talentos recibidos es una de las muchas acciones que nos llevan a construir nuestra historia, nuestro destino. Empoderar nuestras potencialidades.
El mismo Edison, creador de la lamparita eléctrica, dijo en una entrevista. No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una lamparita.
Para que esperar o relegar, estemos decididos a despertar y a mostrarle al mundo nuestros talentos.
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Difundir valores, a través de palabras cotidianas, es un desafío que les propongo transitar. La Luz de las Palabras, programa radial, propone diferentes formas de abordarlas.
La consigna es que en cada encuentro, teniendo como guía la palabra elegida, podamos celebrar y superar lo que creamos que son nuestras limitaciones: desde la palabra como tal, desde lo que le aporte a nuestro cuerpo físico y desde las energías que nos invite a despertar.
Sandra Auteri – Locutora Nacional MN 10.523 – www.sandraauteri.com.ar
Ester Poestra – @Eligiendo
Noelia – @Cuántico Despertar