Definitoria de la guerra de Vietnam e imagen icónica del siglo XX, cumplió 50 años la foto «Niña de napalm» en la que una nena de 9 años aparece en el centro del cuadro, desnuda y gravemente quemada en la aldea de Trang Bang durante los bombardeos norteamericanos del 8 de junio de 1972 y que capturó el trauma y la violencia de un conflicto que se cobró, según algunas estimaciones, más de un millón de vidas.
Tomada por el fotógrafo de Associated Press Nick Ut y oficialmente titulada como «El terror de la guerra», la foto muestra como Phan Thi Kim Phuc, quien finalmente sobrevivió a las heridas, corre entre el humo, otras víctimas y los soldados.
Phuc escapaba aquella mañana del pueblo de su infancia, Trang Bang, a 45 kilómetros al noroeste de Saigón, que había sido ocupado por fuerzas comunistas del norte del país mientras el ejército de Vietnam del Sur había pasado tres días tratando de expulsarlos. Aquella mañana, la fuerza aérea del sur envió aviones Skyraider propulsados por una hélice para arrojar napalm, una sustancia que causa quemaduras graves y se adhiere a los objetivos.
La niña y su familia, refugiados con otros civiles y soldados de Vietnam del Sur en un templo budista, huyeron tras escuchar los aviones de su propio ejército en lo alto y el grupo fue confundido con el enemigo.
“Todavía recuerdo lo que pensé. Pensé: ‘Dios mío, me quemé, seré fea y la gente me verá de otra manera’. Pero estaba tan aterrorizada”, recuerda Phuc, quien se instaló en Canadá en 1992 como asilada y desarrolló ahí su vida, sobre lo que pensó en el instante de la foto.
Ut, el fotógrafo vietnamita que solo tenía 21 años, estaba entre los periodistas que, fuera de la aldea, esperaban más conflictos ese día. Al ver a la niña corriendo, decidió subirla junto a otros quemados a su auto y los llevó durante a un hospital cercano a media hora de distancia. Pero al llegar, le dijeron que no había espacio, y que tendría que llevarlos a Saigón. Ut finalmente convenció a los médicos de que los acogieran mostrándoles su credencial a y diciéndoles que la imagen de los niños se vería en los diarios de todo el mundo al día siguiente.
Más tarde, en la oficina de Associated Press en Saigón, Ut reveló aquel rollo y supo que la imagen de la niña se destacaba entre las demás. Recibió el premio Pulitzer en la categoría de fotografía de noticias en 1973 y fue nombrada World Press Photo of the Year después de que apareciera en las portadas de más de 20 diarios estadounidenses. Pero el impacto fue principalmente simbólico: «Niña de napalm» se convirtió en un símbolo de la resistencia contra la guerra.
50 años después de aquella escena, la protagonista y el fotógrafo trabajan en la difusión del mensaje antibelicista. La semana pasada, Phuc y Ut participaron de la catequesis del papa Francisco en Roma en primera fila, recibieron su saludo y le entregaron una réplica de la mítica imagen, en un contexto internacional signado por la guerra en Ucrania.
La conmovedora historia detrás de la icónica imagen
Kim Phuc tenía apenas nueve años cuando el fotógrafo Nick Ut la retrató mientras su cuerpo se prendía fuego; el tiempo pasó pero la imagen está más viva que nunca
En 1972 la foto de una pequeña que corría desnuda en medio de una nube de humo en plena Guerra de Vietnam recorrió el mundo. Esa imagen en blanco y negro se convirtió en un símbolo de lucha y en un recordatorio de los horrores que dejan los conflictos bélicos. En ese momento Kim Phuc -protagonista de la imagen- tenía apenas nueve años. Hoy, cinco décadas después, el click que la inmortalizó como la “Niña del napam”se mantiene más presente que nunca.
El 8 de junio de 1972 el fotógrafo de Associated Press (AP) “Nick” Ut retrató el momento justo en que Kim Phuc y cuatro niños más gritaban desesperados mientras su pueblo, Trang Bang, era cubierto por un extenso humo negro. “Nunca olvidaré ese momento”, dijo en una videollamada desde Toronto que compartió CNN la mujer.
Ese día, un avión norteamericano lanzó una bomba de napalm, una sustancia que se adhiere al cuerpo y provoca graves quemaduras. Kim y su familia estaban resguardados en un templo pero todos tuvieron que correr cuando sus ropas comenzaron a prenderse fuego.
“Giré la cabeza y vi los aviones, y vi cuatro bombas aterrizando”, contó Phuc. “Entonces, de repente, había fuego por todas partes, y mi ropa estaba quemada por el fuego. En ese momento no vi a nadie a mi alrededor, solo fuego”, aseguró. Rápidamente ella y su familia se refugiaron con otros civiles y soldados del sur en un templo budista pero tuvieron que huir por miedo a un ataque.
Mientras corría, su cuerpo ardía de dolor, las lagrimas le inundaban el rostro y como pudo se quitó los restos de tela que la cubrían. “Todavía recuerdo lo que pensé. Pensé ‘Dios mío, me quemé, seré fea y la gente me verá de otra manera’. Pero estaba tan aterrorizada”, expresó.
El fotógrafo vietnamita de 21 años que hizo historia con la imagen de ‘la Niña del napalm’
En medio del humo, los gritos y el miedo, la cámara de Nick Ut se topó con la niña. “Yo intuía que algo terrible podía pasar después del bombardeo de los aviones, así que estaba atento con mi cámara. Miré a través del humo negro y vi a una niña, desnuda… corriendo. Comencé a tomar fotografías a medida que ella y otros niños corrían directamente hacia nosotros, escapando de la aldea por el camino rural”, relató el profesional en 2015 durante una entrevista con CNN.
“Cuando la niña se acercó, vi que partes de su piel comenzaban a desprendérsele. Ella se había arrancado la ropa para dejar de quemarse. El napalm ya había quemado su cuello, la mayor parte de su espalda y su brazo izquierdo. Dije ‘oh, Dios mío, no puedo creer que ella esté tan quemada”, recordó.
El fotógrafo dejó su cámara y vio como comenzaron a arrojar agua en sus heridas y la cubrieron con abrigo. Rápidamente subieron a los niños a una camioneta y los llevaron al hospital.
Sin embargo, una vez allí los doctores no quisieron atenderla debido a la gravedad de las heridas que presentaba. Fue entonces cuando Ut, quien tenía solo 21 años, les mostró su carnet de prensa con la promesa de que al otro día publicaría la foto de la niña con una nota donde revelaría que el hospital se negó a tratarla. “Lloré cuando la vi corriendo. Si no la ayudaba y algo le ocurría y moría, creo que me hubiera suicidado después de eso”, manifestó.
Kim Phuc y su historia detrás de la ‘Niña de napalm’
Kim pasó 14 meses en el hospital y sus heridas no fueron solo físicas, sino también psicológicas. “No podía encontrar la paz. Quería desaparecer. Incluso deseaba la muerte. Pensaba que si moría no tendría que sufrir mental, física y emocionalmente, pero empecé a estudiar diferentes textos religiosos en busca de respuestas”, comentó en la misma entrevista de 2015.
Cuando tenía 19 años se convirtió al cristianismo y la fe la ayudó a afrontar los horrores que le tocaron vivir. De a poco logró salir adelante: se casó, tuvo cuatro hijos y aprendió a perdonar. “Honestamente odiaba esa foto, me odiaba a mí misma. Me preguntaba ¿por qué yo? Pero desde que me convertí en madre, mi corazón no está tanto en esa foto. En el fondo, digo no más guerra, no más, Kim. No quiero que mis hijos sufran nunca como esa niña. Entonces, desde ese punto de vista, realmente quiero reconocer que esa imagen es algo poderoso para trabajar conmigo por la paz. Ya no la odio”, dijo en una entrevista con Irish Times en 2016.
Pasaron 50 años del día en que Nick Ut cambió la cara del fotoperiodismo. En 1973 ganó el premio Pulitzer y un tiempo después decidió fotografiar a celebridades. A pesar del paso del tiempo logró forjar un vínculo con Phuc. “Mantuvimos el contacto. Soy un amigo muy cercano para ella y también puedo considerarme como un hermano mayor. Viajamos por el mundo hablando de las atrocidades de la guerra”, comentó el fotógrafo a la CNN.
Medio siglo pasó desde que Nick Ut capturó a Kim en medio del horror de la Guerra de Vietnam. Sin embargo, parecería como si el tiempo no hubiera pasado y hoy, en medio de otro conflicto bélico que sacude el mundo, la imagen cobra más valor que nunca y vuelve a recordar las consecuencias que tienen las bombas, sobre todo para los niños.
Fuentes: Télam y La Nación.