Todos le preguntan a Susana Giménez si este año volverá finalmente a la televisión, y de hecho lo hará, pero antes retornará a su primer amor: el teatro. Pero eso no sucederá aquí, en la Argentina, sino en Uruguay, y más precisamente en Punta del Este, donde reside la mayor parte del año. Es que después de muchas idas y venidas el productor Gustavo Yankelevich logró convencerla para que retome la comedia con la que, tras 24 años de ausencia de los escenarios, logró agotar entradas noche tras noche en el enorme teatro Lola Membrives de la Calle Corrientes, en el 2015: Piel de judas. Además de generar un movimiento de boletería inusual, con localidades a un precio muy por encima del standard, se ganó el reconocimiento de toda la crítica especializada –que destacó su capacidad intacta para el género- y, finalmente, se alzó con el premio ACE a la Mejor Actriz de Comedia.
Dado el inusual éxito de la propuesta, y de su repercusión a nivel del suceso, hubo tratativas para seguir con la obra en Mar del Plata y luego retornar a Buenos Aires y completar otro año de funciones, pero la actriz y conductora fue tajante y dijo que no. Un poco porque se encontraba cansada y otro tanto porque necesitaba espacio y tiempo para sus labores en televisión. Desde entonces nunca se volvió a hablar de su retorno al teatro y se dio por sobrentendido que aquella temporada porteña había sido la última de su carrera. Hasta ahora, claro, en que Susana un poco aburrida de la vida esteña (de la que sólo logró apartarse un poco al grabar una participación especial en la serie Porno y helado) y con un plan acotado de especiales para televisión, sintió que ya era momento de volver a vivir esa adrenalina que sólo genera el teatro y la cercanía del público. Y entonces dijo que sí.Ads by
Aunque en un principio se especuló con que su regreso al teatro sería con otra obra, un estreno, Susana se decidió finalmente por la comedia francesa de la dupla conformada por Pierre Barillet y Jean-Pierre Grédy, de estilo brillante y ágil, con la que, ya sabe, se siente cómoda y segura y le posibilita encarnar un personaje que, al decir de ella misma, le calza “como anillo al dedo”. Y esto es realmente así, porque Marion Brucker (su criatura escénica) es casi un calco de sí misma: es locuaz, divertida y espontánea, y también ingenua y un tanto ácida. Además es puteadora, una característica que la conductora nunca se permitió expresar ante las cámaras, pero que en su vida diaria –no es un secreto- es casi su marca en el orillo. En la obra Susana no duda en autoparodiarse, por ejemplo, cuando en una escena debe hablar por teléfono. Es que ella es la “piel de Judas” a la que alude el título, la “reina de las zorras” –como en un momento Marion gusta en llamarse-, la mujer de un famoso violinista que hará de todo (es decir que utilizará todas sus artimañas) para conservar el amor de su marido.
En ocasión de su estreno en Buenos Aires, Piel de Judas fue dirigida por Arturo Puig y Susana estuvo acompañada en escena por un elenco integrado por Antonio Grimau, Mónica Antonópulos, Alberto Fernández de Rosa, David Masajnik, Marcelo Serre y Goly Turilli. Aún no se sabe si todo este equipo formará parte de reposición de la obra en Uruguay, que ocupará la sala mayor del hotel Enjoy (ex Conrad) de Punta del Este, con capacidad para 600 espectadores. Se supone que eso dependerá no sólo de los compromisos contraídos previamente por los artistas sino de los costos de producción, ya que el elenco deberá ir y volver todas las semanas, dado que las funciones serán exclusivamente los viernes y sábados. Otra incógnita a dilucidar es qué escenografía incluirá la puesta uruguaya, ya que es muy improbable que se pueda recuperar y trasladar el dispositivo original de Alberto Negrín (todo un valor agregado) que consistía en una casa art decó cortada transversalmente, sobre una plataforma giratoria que mostraba el interior y el exterior de la mansión rodeada de un bosque.
Los ensayos comenzarían el mes próximo en Buenos Aires con vistas a estrenar en Punta del Este en las vacaciones de invierno, y el precio de las localidades rondaría los sesenta dólares.
Cabe recordar que la última labor teatral de Susana antes de Piel de Judas fue en 1991, en La Inhundible Molly Brown, la comedia musical donde también participaba Juan Darthés, más conocida por su versión cinematográfica, estelarizada por Debbie Reynolds. Con este espectáculo, también estrenado en el teatro Lola Membrives, cerró una exitosa trilogía de musicales integrada también por La mujer del año (donde conformaba rubro con Arturo Puig) y Sugar (en la que era escoltada nuevamente por Puig y su entonces pareja Ricardo Darín). Antes de esta etapa supo descollar en comedias de texto –de hecho debutó en una, en Las mariposas son libres, junto a Rodolfo Bebán y Ana María Campoy, en 1971, luego de una exitosa carrera como modelo- y también en el género de revistas, donde compartió cartel con Alberto Olmedo, Jorge Porcel y Moria Casán.
Ahora queda planteada la duda sobre si esta segunda etapa de Piel de Judas será realmente la última, y en exclusiva para los uruguayos, o si el público argentino podría empezar a fantasear con un tercer tiempo de la obra en Buenos Aires o, por qué no, de gira por todo el país.
Fuente: Gustavo Lladós, La Nación