El Cultural San Martín dio a conocer la programación que desarrollará durante esta temporada, que, como sucede desde su creación, incluye propuestas provenientes de diferentes ramas artísticas. Este año el diseño de esa programación está puesto en dos ejes: por un lado, aquella eminentemente artística, y por el otro, propondrá una serie de encuentros en los que se reflexionará acerca de nuestra historia como país, dado que el año próximo se conmemorarán 40 años de vida en democracia en la Argentina.
En el entonces denominado Centro Cultural San Martín funcionaba en 1983 el centro de cómputos de las elecciones presidenciales. Más tarde fue designado lugar donde trabajó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep). En 1996, se reunió allí la Convención Constituyente, y un año después funcionó la primera sede de la Legislatura porteña.
Más allá de aquellos hechos históricos, hoy el lugar “apuesta a la innovación y a la experimentación”, tal como lo señaló en el acto de lanzamiento su entusiasta director, Diego Berardo. “Trabajamos –aclaró– con formatos que muy difícilmente puedan verse en otras salas del país. Mucho de lo que aquí sucede luego trasciende las paredes del cultural. Tenemos un vínculo muy especial con el circuito independiente. El cultural es un centro de pensamiento de expresiones contemporáneas”.
En esa misma línea, el ministro de Cultura de la ciudad, Enrique Avogadro, señaló que el Cultural es un ámbito que “apunta a la convivencia y a la disidencia. Siempre con respeto. Lo que se busca es que se produzcan esas conversaciones que a veces son incómodas, pero que resulta fundamental que podamos mantener”.
Al acto de presentación acudieron representantes de casi todos los elencos y compañías que se presentarán allí durante el año, además de autoridades y referentes del sector de Cultura de la ciudad, como Jorge Telerman (flamante director del Colón), María Victoria Alcaraz (exdirectora del Cultural y directora saliente del Colón), Alejandro Casavalle (director de la Dirección General de Enseñanza Artística), Javier Torre (primer director del Cultural en democracia recuperada), Eva Halac (directora del Teatro Regio), Viviana Cantoni (directora general de Festivales) y muchos otros.
En la línea de las denominadas residencias que se vienen realizando con la intención de que los artistas desarrollen procesos de búsqueda e investigación se programaron a lo largo del año las siguientes propuestas: Eco Shakespeare Lab, dirigido por Mónica Maffía; Ensueño, dirigido por Séverine Fontaine (Francia); Las jóvenes promesas, dirigido por Los Pipis; Creación de tecnologías aplicadas a las artes escénicas, con coordinación general de Guillermo Winnicki y coordinación artística de Joaquín Fargas; Suavecito para abajo, dirigido por Mariana Cumbi Bustinza; Sangre, dirigido por Pepe Márquez; y ¡Viva Che! La leyenda de Ernesto Guevara, de Miguel Lozupone y Matías Puricelli.
Dentro del ciclo destinado a las artes escénicas las propuestas resultan muy variadas y en algunos casos se concretan con la participación de artistas del exterior, como es el caso de Pecados capitales, de la creadora uruguaya Marianela Morena, una experiencia que cruza aspectos de la realidad y la ficción y que presentó en Montevideo y en ciudades de Colombia. A esa propuesta se sumará la ópera Les Illuminations, dirigida por el chileno Andrés Medus. También el director argentino, residente en Madrid, Matías Umpierrez, presentará Temporada fluorescente, un proyecto curado por el grupo Piel de Lava.
Entre las producciones locales que ocuparán los diversos espacios del centro cultural, la programación se reparte entre experiencia de teatro, danza y performances. Se mantiene también el reconocido ciclo Invocaciones, que coordinan Mercedes Halfon y Carolina Martín Ferro. Este año la directora Laura Paredes desarrollará un proyecto a partir de Federico García Lorca denominado, Lorca, el teatro bajo la arena.
En danza podrán apreciarse Grub, dirigida por Ana Frenkel y codirección de Carolina Bora; El caso Rodrigo Arena, una experiencia en la que el creador reflexiona sobre el estado de la danza y también se podrá tomar contacto con una creación del Grupo de Experimentación de Artes del Movimiento (GEAM) de la UNA, cuya dirección artística está a cargo de Patricia Dorín y Sandra Reggiani.
El teatro musical también tendrá su espacio en la programación prevista para 2022. Para toda la familia se ofrecerá El parador de Valeria II, basado en textos de Paula Schapiro, con dirección de Iara Grom y dirección musical del gran Carlos Gianni. Por su parte, también se estrenará Eternidades, té póstumo en hall de cine, un proyecto postergado por la pandemia, con idea y dirección de Pablo Gorlero, que busca rescatar a personalidades como Libertad Lamarque, Tita Merello, Zully Moreno y Fanny Navarro. El libro y las letras son de Luis Longhi, la música de Juan Ignacio López y las actuaciones de Agustina D’Angelo, Sofía Almuina, Jimena Gonik y Lucía Andrada. Además, se estrenará La patética, codirigida por Alejandra Radano y Fabián Luca.
En el área audiovisual continuarán presentándose los ciclos Cine de Autor, El Cultural de Culto, Mecenazgo y Espacio Documental. Este año el Bafici tendrá su sede central en el Cultural San Martín, así como también el festival La Mujer y el Cine.
Entre lo más destacado de la producción musical volverá a programarse el histórico ciclo Jazzología y se presentarán diferentes muestras de reconocidos creadores dentro del ámbito de las artes plásticas. Sin dudas, el Cultural se consolida como una usina artística y cultural en el centro porteño. En total habrá 18 proyectos de artes escénicas, 10 muestras de artes visuales, 14 festivales de cine, 24 recitales, 6 residencias, 130 cursos y talleres, 10 conversatorios y 350 artistas estarán creando y trabajando en el Cultural.
Fuente: Carlos Pacheco, La Nación