Aunque seamos lectores juiciosos y constantes, en muchas ocasiones no sabemos cuánto tiempo nos tarda leer un mensaje, una nota informativa o incluso un libro.
Algunas personas tienen la habilidad de terminar un libro en una semana o (dependiendo del tema) en un día; sin embargo, no solo la rapidez es importante, también hay que tener en cuenta la comprensión lectora, pues muchas de las personas que dicen leer rápido, al final no comprenden lo que leyeron.
Pero ¿qué significa la velocidad de lectura? Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se refiere a “la cantidad de palabras que leemos por minuto, en silencio, siguiendo un ritmo de lectura natural y con la intención de comprender el contenido de un texto determinado”.
Es normal que leamos diferente si lo hacemos por trabajo o por placer, la fluidez no va a ser la misma; por eso, se considera que un buen promedio es leer entre 250 y 500 palabras por minuto (en nuestra lengua original) con un 70% de comprensión.
(Tigra/Agustina Jaurena y Dana Cartannilica)
Solo que hay algunos factores que normalmente van a afectar la velocidad de nuestra lectura, por ejemplo, la fluidez, tipo de material que se trabaje y el propósito de lectura.
Esto quiere decir que se contabilizan los caracteres que constituyen una palabra y la velocidad se puede medir cuando hacemos lectura en voz alta o en silencio. Por ejemplo, al hacerlo de manera oral nos adelantamos a las tres palabras para ver qué es lo que sigue.
En este sentido también es importante observar detenidamente la fluidez lectora, que califica la velocidad, precisión (decir lo que esta escrito) y la expresión o prosodia (emoción a lo que se lee).
Esto incluye también el análisis morfológico y el análisis contextual, que ayuda a comprender más fácil las palabras complicadas que encontremos en los textos que leamos, ya que en algunas ocasiones podremos deducir qué es lo que quiere decir el autor si nos encontramos con palabras más complejas.
Korinth y colegas (2012) también mencionan varios factores que están asociados a la velocidad con la que se lee, por ejemplo: “la frecuencia de las palabras, su longitud, la regularidad con la que aparecen en el texto y el número de palabras que rodean a las palabras complicadas.
De acuerdo con la investigadora rusa Chmykhova (2014) la velocidad lectora va a depender de cuatro factores: Nivel educativo, lugar donde vivimos, intensidad de la práctica y la habilidad.
Korinth y colegas (2012) también mencionan varios factores que están asociados a la velocidad con la que se lee, por ejemplo: “la frecuencia de las palabras, su longitud, la regularidad con la que aparecen en el texto y el número de palabras que rodean a las palabras complicadas.
¿Cuántas palabras debe leer una persona?
Normalmente, las personas adultas rondan entre las 250 o 400 palabras por minuto, pero para los subtítulos que están en las películas tienen una velocidad de 180, con el fin de que el espectador pueda disfrutar de las imágenes que se presentan y no agobiarse.
Una persona de nivel universitario lee entre 280 y 480 palabras por minuto, pero no hay problema si tienes menos de este número, se puede leer más rápido con alguno de estos consejos que la UNAM proporciona.
Ver bien
(Shutterstock)
Se debe de contar con una visión 20/20, esto nos lo puede decir un optometrista con el cual nos brindará la información. Si no es así se deben de ocupar lentes para alcanzar el estándar y así no tener problemas al reconocer una palabra.
Verbalizar
Es necesario evitar verbalizar cada palabra que leamos o incluso evitar regresar a leer nuevamente el texto, esto hace que vayamos más lento.
Apoyo en audiolibros
Con los audiolibros nos obligamos a tener un ritmo constante y así poder ajustarnos no solo a las lecturas que escuchemos, sino también a las que en un futuro vayamos a leer. De igual forma, si no queremos usar audiolibros, se puede utilizar una pluma para marcar ritmos al leer.
Fluidez
Si queremos practicar la fluidez es necesario leer textos que sean fáciles para nuestro vocabulario. Así solo vamos a tener dos puntos de fijación en la palabra, pero si el texto tiene palabras más complicadas, nos podemos detener hasta en seis o siete puntos de fijación, lo cual hace que no leamos rápido.
Concentración
Lo más importante es tener la mente en la lectura y no pensar en otras cosas. Entre mayor fluidez más concentración y más atención a lo que se lee.
Registro
Saber cuánto es lo que hemos avanzado en nuestra fluidez y velocidad es importante, ya que eso nos va a ayudar en ver los progresos.
Software
Hay algunos programas para identificar palabras a diferentes ritmos, hay algunos libres en línea que tienen el fin de ayudar a las personas que buscan conocer la velocidad con la que leen.
Fuente: Infobae