«En otras épocas, el Colón detectaba cosas mucho antes que otros. Sergio Renán detectó a la cantante de ópera Renée Fleming cuando no la conocía nadie, y la trajo acá. Detectar esas cosas es lo que debe hacer una dirección. El Teatro tiene que ser uno de los grandes dispositivos inspiradores de este país», afirmó Jorge Telerman, a pocos días de asumir como nuevo Director General del Teatro.
«Por otro lado, creo en las direcciones generales fuertes, precisas y que asumen la responsabilidad de todo lo que sucede”, continuó.
Jorge Telerman asumió en reemplazo de María Victoria Alcaraz, quien ocupó el cargo desde 2015. Y de quien dice textualmente: «Conozco y trabajo con María Victoria hace muchos años. La he visto desarrollar sus responsabilidades con gran solvencia y total honestidad, tanto personal como profesional».
En su hábitat. Jorge Telerman dice que nunca se sintió alejado del Colón. Foto Andrés D’Elía
-¿Qué lo llevó a dejar la dirección del Teatro San Martín, donde se lo veía como pez en el agua, para tomar el desafío de dirigir el Teatro Colón, actualmente con muchas turbulencias en diversos frentes?
-Los peces también necesitan cambiar de agua de vez en cuando. Mi vocación es la gestión pública en general, y la gestión pública en el ámbito artístico y cultural en particular. He tenido muchos desafíos, dentro y fuera de la gestión.
Después de todo este recorrido, dirigir el Colón -el símbolo más fuerte, de mayor luminosidad y proyección que tiene la cultura argentina- es un desafío sumamente interesante. Soy parte de un equipo que tiene la responsabilidad de la actividad cultural de la ciudad de Buenos Aires, así que creo tener también el equipo necesario y pertinente como para asumir exitosamente y con muchísimo entusiasmo este desafío.
-Lleva pocos días en su función, pero alguna evolución de la gestión saliente debe haber hecho. ¿Qué cosas le gustaría continuar y cuáles cambiar de la gestión anterior?
-Nunca he estado desconectado del Colón. Como espectador o gestor, siempre estuve muy involucrado. Desde la Secretaría de cultura logré en su momento, no solamente por amistad personal sino por compromiso personal, que Sergio Renán volviera a la dirección, uno de los modelos más interesantes como para mirar este teatro.
Estoy al tanto de cuáles son los nudos que hay que desatar, y a eso me estoy abocando para que toda la maravillosa potencialidad que tiene el teatro se desplieguen en todo su potencial.
Jorge Telerman, en la sala principal del Teatro Colón. Dice que hay lugar para los consagrados y los nuevos talentos. Foto Andrés D’Elía
El problema del Ballet
-¿Podría mencionar cuáles son esos nudos?
-Uno fue el más comentado últimamente, el del Ballet (NdR: con la renuncia de su directora, Paloma Herrera). Pero, sin duda, hay que empezar a mirar cada uno de los cuerpos para ver de qué forma esa experiencia ayuda a allanar las condiciones para que todo lo bueno suceda.
–Se percibe un consenso en su capacidad de gestión pero se duda si va a poder desarrollarla sin desarticular algunos manejos oscuros o poco transparentes dentro de la institución. Paloma Herrera apuntó a un funcionario que trabó su gestión, el Director Ejecutivo Martín Boschet, quien ya había sido apartado por un mal manejo en su función, bajo otra dirección. ¿Pensó en tomar alguna decisión al respecto?
-Sí, mirar cada una de las personas porque son las tienen responsabilidades. Pero no me guío por comentarios, sino…
-Pero no fue un comentario sin fundamento lo de Paloma Herrera…
-Lo primero que hice fue meterme en ese tema. Son temas históricos, más allá de alguien se la agarre con una persona. El problema de la jubilación de los bailarines es un problema histórico. Ya lo estamos hablando con el jefe de gabinete, con el ministro, y soy optimista que, no pasado mañana, pero el tema se puede resolver.
El día que me comunicaron el ofrecimiento, tomé ese tema, y tengo algunos especialistas que están trabajando también. Sin duda, prestaré atención a todo lo que se cuenta, pero los inconvenientes, al menos los más importantes, obedecen menos a una persona que a procesos históricos que por distintos motivos no fueron abordados.
-Entonces el Director Ejecutivo continuará en su función.
No le escapo a tu pregunta. Efectivamente, es muy reciente mi nombramiento, así que, haré una evaluación. Si hay algo por lo que circula esa leyenda de que tengo ciertos talentos para la gestión, creo, sin falsa humildad, es porque sé armar buenos equipos. Me han acompañado muy buenos equipos interdisciplinarios, sé hacer esas mezclas que pueden tensionar miradas tradicionales con otras más innovadoras.
Los contratos, otro tema
Jorge Telerman dic e que puede sacar pecho al ofrecer el Teatro Colón a los artistas. Foto: Andrés D’Elía
-Supongo que también está al tanto de los contratos irregulares. ¿Cómo se puede generar mayor transparencia en el área de contrataciones?
-Será verificado. Va de suyo que todo tiene que ser honesto y transparente. No es una virtud, es mi obligación. Sobre eso seremos minuciosos e implacables.
-¿Cómo concibe los roles de cada una de las direcciones: general, artística y ejecutiva? En la gestión saliente, el rol de la dirección artística quedó bastante desdibujado y repercutió en el buen armado de la programación.
-Venimos de unos años de pandemia.
-Pero muchos teatros del mundo continuaron con actividades artísticas, haciendo producciones vía streaming, por ejemplo.
-Fueron momentos de emergencia, me parece que ningún teatro a escala planetaria puede ser juzgado en relación a lo que pasó durante la pandemia. Es un capítulo interesante para conversar, pero de otra índole.
-De acuerdo, sigamos con su concepción sobre los roles de cada dirección.
-El director general, creo, es el responsable de todo lo que sucede: desde el tapizado de la sala hasta el rendimiento artístico de los cantantes. La dirección general es quién fija los ejes, pero también diseña el cuaderno de bitácora.
No sólo fija el objetivo de hacia dónde y qué es el Teatro Colón, sino cuál es el recorrido que hace para llegar allí: en su actividad artística, en su actividad de extensión académica, en sus actividades extramuros.
Por eso pienso en una dirección general, que en realidad es un equipo, así conduje otras instancias, como el Complejo Teatral. El equipo artístico, por supuesto, es un trabajo definido en relación a la representación artística de sus ejes, cuando fijemos una búsqueda constante de tensión virtuosa entre la tradición y la innovación.
La Dirección Artística
Jorge Telerman piensa convocar a la gente de la cultura para hablar del rumbo del Teatro Colón. Foto: Andrés D’Elía
-¿Quiere decir que la Dirección General absorberá la Dirección Artística?
-No, digo que la dirección general es la dirección sobre la que se centran todas las otras actividades. Y creo que se debe responder qué es el Teatro Colón en la Argentina y en la ciudad, hoy. Va de suyo que es la búsqueda de excelencia, pero el valor simbólico de la institución puede funcionar como modelo de sociedad a la que se aspira.
Lo que sucede en términos de potencia, apertura, confluencia, riesgo, es una manera de decir «este es el tipo de sociedad a la que se aspira».
-Transcendió que la soprano Verónica Cangemi era una posible candidata a la dirección artística, pero que de alguna manera usted habría rechazado su ingreso.
-Me han comentado que trascendió eso. Pero no ha habido nada de eso.
-¿Tiene candidatos o candidatas en mente para ese puesto?
–Tengo en mente el modelo de Colón que quiero. En veinte días aproximadamente, se va a convocar a la prensa, y también a mujeres y hombres vinculados al quehacer del teatro y de las artes performáticas en general, a una reunión para hablar de eso.
Quiero comentarles y conversar acerca de la visión sobre el Teatro Colón, en términos de su programación y hacia donde tiene que ir su vínculo con la sociedad. Estoy escribiendo eso. ¿Quiénes sería oportuno que me acompañen en esta travesía? Van a estar definiéndose en estos días.
Tradición e innovación
Jorge Telerman cree que en el Colón debe haber tensión entre tradición e innovación, Foto Andrés D’Elía
-Mencionó un punto importante: la tensión entre la tradición y la innovación. Hay algo inquietante con la programación de las expresiones actuales o contemporáneas. El Ciclo del Colón Contemporáneo en el Teatro San Martin desapareció en silencio, el Colón Contemporáneo se redujo bastante y el CETC está acéfalo, y no se sabe si continúa su programación, que ya debería haber comenzado. ¿Qué lugar cree que tiene que tener la innovación?
-Un lugar central. Voy a poner un ejemplo personal, porque creo que es elocuente, cuando empezamos el Master Plan, una de las cosas que insistí para que se lograra fue el CETC (Centro de Experimentación del Teatro Colón). Cuando miro la huella de Sergio Renán en este teatro, sin duda, pienso en el CETC.
Cuando me tocó ser responsable de cultura de la ciudad de Buenos Aires, puse especial énfasis en que volviera a dinamizarse, convocando a Martín Bauer, que nombré yo, al frente del CETC, con Diana Theocharidis. No creo que la vida de una institución sea posible sin el diálogo, la tensión, entre la tradición y la innovación.
-¿Existe la posibilidad de agregar algunos conciertos con repertorio contemporáneo a esta temporada?
-Podrá haber unos huecos en la programación que ya empezó a correr donde podamos presentar algunas líneas de acción, que van a revelar nuestro concepto en relación al lugar que lo contemporáneo tiene que tener. Vamos a comisionar obras. El año que vine se cumplen diez años de la muerte de nuestro amadísimo Gerardo Gandini, va a haber un homenaje importante en 2023.
-¿Hay director o directora para el CETC?
Vamos a ver quién es, estamos buscando. Tengo un gran aprecio por Miguel Galperín, pero decidió irse.
-¿La programación se va a sostener?
-Sí, obviamente con las fechas modificadas, empieza el 22 de abril.
-¿Volvería a convocar a Paloma Herrera?
Tengo un gran cariño por ella, respeto, me encantaba que fuese la directora del Ballet. Creo que se tomaron las decisiones que se tomaron y es una pena la forma en que se tomaron. Todos lamentamos que haya sido de esa manera.
Sí hablaré con ella, así como hablaré con (Daniel) Barenboim, como con todas las personas que me honran con su amistad. Con algunas ya he hablado para pasar un mensaje abierto y claro: el Colón está abierto, y deseoso, que Barenboim, Argerich, Dutoit estén acá.
Es mi obligación decirle a todo el mundo, particularmente a aquellos argentinos y argentinas que han sido tocados por Dios para ser lo que son, que no tengo derecho a no pensar en ellos.
-Suele suceder que cuando un director asume una institución operística tiene la voluntad de democratizar el acceso a la música académica o clásica. Pero suele haber distintas interpretaciones sobre ese punto: la gestión anterior, por ejemplo, sostuvo que la presencia de música popular en el escenario del teatro ayudaría a ampliar el público del repertorio tradicional. ¿Está de acuerdo con ese argumentos?
-Yo llevé la opera al Luna Park. Esa es la manera en que se amplía el público. Se vio Turandot en la puesta de Roberto Oswald, que fue un éxito. El Colón es para todos, pero no es para todo. Lo que sucede en el Colón tiene que ser algo, por supuesto de excelencia, pero singular.
Hace poco Renée Fleming hizo un crossover con Metallica (NdR: La banda de heavy metal). Se puede hacer de todo. ¿Es subjetiva la excelencia? Sí. Pero todos sabemos a qué nos referimos. En el Colón no deberían suceder cosas que no exploten el potencial que tiene el Colón.
-¿Le interesa la búsqueda de recursos externos?
-Sí, sin duda, es una de mis obligaciones para ver de qué manera el contribuyente pone lo menos posible.
-¿La Orquesta Estable tendrá un programa especial con director fijo o directores invitados?
-Uno de los rasgos que quiero que tenga esta gestión es buenos directores invitados, que puedan quedarse un tiempo. El Colón es muy atractivo para consagrados y para jóvenes, presto atención para ver si somos bendecidos con esa capacidad de poner la oreja en cosas que están sucediendo.
Con el Colón puedo sacar pecho para convocar, estás ofreciendo algo majestuoso para cualquier persona del mundo. Aspiro a tener la iluminación que se tuvo cuando se decidió que Stravinsky y Victoria Ocampo estuvieran en el Colón. Se armó un lío hermoso. Quiero ver quién es hoy Stravinsky y Victoria Ocampo. Ese Colón tiene que estar…
-¿Arturo Diemecke será parte de tu equipo?
-Mi equipo es el que está.
-¿Continuará como director artístico?
-Por ahora, sí. Aún no hemos pensado en cambios.
-¿Ya está trabajando en la temporada 2023?
Fuente: Clarín