Argentina vuelve a colocarse en la cima de la literatura. Claudia Piñeiro es finalista del Booker International 2022. No es cualquier premio: es el galardón que celebra la mejor ficción traducida al inglés en los últimos dos años. Y ahí está Elena sabe, publicada originalmente en 2006 pero editada en el idioma anglosajón por Charco Press y traducida por Frances Riddle como Elena Knows en junio de 2021. Las autoridades del premio acaban de anunciar las 13 finalistas de la “lista larga”.
Un enigma policial. Un conflicto íntimo. Elena Sabe empieza con la aparición sin vida de Rita en la iglesia que solía frecuentar. La investigación se da por cerrada y su madre es la única que no renuncia a esclarecer el crimen. Asediada por la enfermedad, ella es también la menos indicada para encabezar la búsqueda del asesino. Pero aún así lo hace, lo intenta y persigue algún retazo de verdad que la acerque a saber qué pasó con su hijo, quién la mató, por qué.
Elena, la madre de Rita, tiene Parkinson, “una enfermedad que tuvo mi mamá”, contó Piñeiro en una entrevista con La Izquierda Diaria. De alguna manera es la novela en la que trabaja la figura materna. “Me faltaba meterme con la figura paterna, que es algo que transitan mucho los escritores. Pero necesitaba tener un proceso de escritura, con otros textos antes de llegar ahí”, dijo y entonces escribió Un comunista en calzoncillos, de 2013. Para ese entonces ya era una autora aclamada.
«Elena sabe» (Alfaguara) de Claudia Piñeiro
Pero cuando se publicó Elena sabe, Piñeiro acaba de atravesar una suerte de boom: La viuda de los jueves. En el año 2005 ganó con esa historia el Premio Clarín de Novela y a los pocos meses se publicó. Luego, ya en 2009, Marcelo Piñeyro la adaptó al cine con las actuaciones de Leonardo Sbaraglia, Pablo Echarri, Juan Diego Botto y Ernesto Alterio. Al año siguiente, 2006, la autora arremetió con Elena sabe y no decepcionó.
La novela muestra, en el trazo fino que va de los suburbios a la Capital, cómo operan el autoritarismo y la hipocresía de una sociedad que prefiere seguir adelante. Obtuvo el Premio LiBeraturpreis 2010 a la mejor novela escrita por una mujer. “Elena sabe tiene un valor muy especial porque abunda en temas poco frecuentados por el género y en general por la literatura más densa, tenebrosa, sin otra ráfaga de humor que el cínico”, escribió Horacio Otheguy Riveira en Culturamas.
«Elena Knows» (Charco Press) de Claudia Piñeiro
Charco Press, el sello que llevó a Elena sabe a los lectores angloparlantes, es una referencia. El mismo año en que nació, 2016, publicó cinco novelas de autores argentinos. La cabeza lectora y editora detrás de Charco es Carolina Orloff, quien vive en el Reino Unido desde hace 20 años. Salió de la capital argentina por una beca que la llevó a terminar el colegio secundario a Canadá, luego fue a York y finalmente a Edimburgo, donde reside hace 12 años.
La traductora, que de ser premiada la novela compartiría el reconocimiento, es Frances Riddle, nacida en Houston, Texas, y reside en Buenos Aires. Es licenciada en Literatura Española y tiene una maestría en estudios de traducción de la UBA. Entre los autores argentinos que tradujo están Leila Guerriero, Gabriela Cabezón Cámara, Martín Felipe Castagnet y Carla Maliandi.
Fuente: Infobae